LA CAÍDA DEL SHA DE IRÁN.
por Tomás Vera Ziccardi.
Aclaraciones del Autor.
En este trabajo me encargaré de analizar la caída de Su
Majestad Imperial el Sha Mohammad Reza Pahlevi, último Sha de Irán, quien supo
ser una de las personalidades más importantes de la historia del Irán Moderno. Como
veremos en el trabajo, la caída del Sha implicó la caída de todo un régimen, un
sistema político, social, un modelo de Nación e incluso generó cambios
estructurales en Irán. Es por esto que debemos tener en cuenta la importancia
de este acontecimiento histórico, que marca un antes y un después en la
historia de Irán.
Mi principal objetivo va a ser demostrarle a los señores
lectores que en la caída de Su Majestad Imperial coexistieron tanto causas
internas como externas que llevaron a la mundialmente famosa Revolución
Islámica y posteriormente a la instauración de la República Islámica a comienzos del año 1979. Esta
subdivisión de causas tiene una gran correlación con la figura del Sha,
Mohammad Reza Pahlevi había impulsado varios años antes la Revolución Blanca,
buscando reformar y bajo sus palabras "modernizar" por completo a Irán, algo que no sería muy bien recibido por
los sectores corporativistas y tradicionales de la antigua Persia, de la misma forma
varias de sus reformas implicaron consecuencias para las potencias extranjeras,
varias de las cuales tuvieron históricamente intereses de primer orden sobre Irán. A todo
esto debemos sumarle el contexto, que para el Autor va a ser determinante,
comprender el período histórico por el cual atravesaba el Sistema Internacional va a permitir
tener una concepción más acertada sobre la caída del régimen del Sha.
Finalmente, en las conclusiones del trabajo combinaremos
ambos tipos de causas, añadiremos la coyuntura de los años '70s del siglo pasado
y podremos arribar a la comprensión de uno de los cambios más abruptos
experimentados durante la Guerra Fría en lo que respecta a la región del Medio
Oriente.
Antecedentes históricos.
Los persas han sabido ser una de las civilizaciones más
importantes de todos los tiempos. Dinastías como la Arquemenida, reyes de la
talla de Ciro, Darío y Jerjes, los persas que rechazaron al sunismo para elaborar la doctrina chiíta, Abbas el Grande, el Sha Nadir, y
tantas otras personalidades a lo largo de los siglos han logrado generar
cambios de gran importancia en Oriente Medio. Es justamente esta zona la cual
ayudó a caracterizar a los persas. El actual Irán se encuentra en una región
que conecta a dos mundos, que antiguamente fue uno de los puentes entre Oriente
y Occidente, es por esto que fue a lo largo de la historia vulnerable a todo
tipo de influencias externas, algo que nos permite comprender también la
expansión del Islam o las conquistas de Gengis Khan.
Durante la era del Expansionismo Europeo, Persia también
estuvo sujeta al rol de las potencias europeas. Es aquí donde los británicos tendrán
un accionar central sobre dicho territorio.
La coyuntura también modificó no solo a Persia si no a toda
la región. Con la modernización de las maquinarias y los combustibles el carbón
comenzó a ser dejado de lado por otro bien que determinaría al futuro siglo XX,
estamos hablando del petróleo. Aquí fue central el rol de los petroleros
británicos y principalmente de un australiano, William Knox D´Arcy, quien articulaba
desde Londres las prestaciones de dinero necesarias para las exploraciones petrolíferas
en el Irán. Rápidamente los británicos se vieron beneficiados por el petróleo
iraní, sus corporaciones se expandieron a lo largo de los principales pozos petrolíferos
iraníes.
Debemos señalar que Irán estuvo controlada desde la segunda
mitad del Siglo XIX hasta la segunda década del Siglo XX por británicos y
rusos. Ya hemos explicado los intereses británicos, que además se conjuraban
con el control de las rutas hacia las Indias, piedra fundamental de sus
posesiones territoriales durante el período colonial. Ahora bien, debemos
aclarar los intereses rusos sobre Persia. La Rusia Zarista se comportó como un
legítimo Imperio durante este período, la expansión imperialista sobre Medio
Oriente y Europa del Este le sirvió para neutralizar la influencia de las demás
potencias expansionistas de Europa, por lo cual controlar Persia sería central
para impedir la avanzada de los británicos. Es cierto que durante
el mencionado período las decisiones que guiaban a Persia se tomaban tanto en
la Embajada del Reino Unido como en la de Rusia. La Revolución Rusa no alteró
la visión geopolítica rusa de acuerdo a este territorio que ocupa un amplio
sector de sus fronteras. Ejercer control indirecto sobre Persia era vital para
los intereses soviéticos.
Durante estos años Persia atravesaba una dura realidad
política, social y económica. El control de las autoridades persas era
prácticamente inexistente en determinados sectores de su territorio, el Estado
no se hacía presente en las provincias del interior, el ejército, las fuerzas
armadas en su totalidad, los cuerpos policiales y demás fuerzas del orden eran prácticamente
inexistentes, la agricultura, pieza fundamental de la economía persa (tengamos
en cuenta que los beneficios del petróleo eran prácticamente en su totalidad
repartidos entre británicos y rusos, por lo cual el pueblo iraní no veía
ganancia alguna proveniente de dicho bien), se organizaba mediante métodos medievales,
algo que a su vez configuraba las relaciones entre terratenientes y campesinos,
la economía era desastrosa, solo un reducido número de la población lograba
tener acceso a bienes de consumo, electricidad, servicios de transporte, entre
otros, en cuanto a educación más de la mitad de la población era analfabeta, las
mujeres no acudían a las escuelas y los niños nacidos en áreas rurales jamás
pisaban un establecimiento educacional debiendo dedicarse al cultivo de las
tierras, la situación remitida a la higiene era pésima, había hospitales tan
solo en las principales ciudades del país, en las regiones más alejadas de
Teherán dichos establecimientos eran desconocidos, Persia era para dicho
momento histórico otro de los tantos sectores del mundo sumido en la pobreza
interna y despedazado por las potencias coloniales que extraían sus recursos
naturales y a su vez controlaban la vida política y económica.
La Anglo Persian Oil Company fue fundada en el año 1908. El gran nombre detrás del petróleo iraní durante estos primeros años fue sin lugar a dudas el de William Knox D'Arcy.
La influencia de rusos y británicos quedó demostrada en el
Tratado Anglo Ruso celebrado en 1907. En dicho acuerdo las partes se
repartieron diversos territorios de Oriente, delimitando las áreas de
influencia y principalmente los recursos vitales presentes en los mismos. Este
tratado tendría consecuencias en la Primera Guerra Mundial, de todas formas
debemos tener en cuenta al nivel que llegaba el poderío de Rusia y Gran Bretaña
sobre Persia, territorio dividido a forma de tablero de ajedrez y repartido
entre las partes.
Los rusos controlaron tradicionalmente las región del
Noreste de Persia, los británicos la Noroeste.
Durante la Primera Guerra Mundial Persia también fue
territorio bajo disputa. Alemania, el Imperio Británico, el Imperio Otomano
(para este momento principalmente los turcos) y el Imperio Ruso disputaron sucesivas
batallas sobre tierras persas. Recordemos que Persia no formó parte del
conflicto bélico, su ejército era inexistente y las esferas de poder local eran
satélites de las grandes potencias mundiales.
Con la firma del Tratado de Versalles, Persia pasó a estar
bajo control británico, aunque las regiones del Norte y Noreste continuaron estando
bajo influencia soviética.
Las presiones internas y la influencia externa exigían una
mayor presencia del Estado sobre el Imperio Persa.
La figura de un general que había liderado campañas en el
Norte y centro del Imperio, Reza Khan comenzaba a cobrar mayor poder. El para
aquel entonces Sha Ahmad era una figura débil, con poco control sobre el clero y
las instituciones políticas del Estado. En contraposición Khan comenzó a ganar
apoyo por parte del clero, de comerciantes extranjeros y del Parlamento persa,
principalmente luego de haber sitiado Teherán en 1921 y haber obligado al Sha
Ahmad a cambiar de régimen. En cuestión de años y con luchas de poder internas
en Persia, el alto clero chiíta, las principales figuras políticas, los fuertes
comerciantes locales y extranjeros y el Parlamento, coronó en 1925 a Reza Khan
en el nuevo Sha Reza Pahlevi, destituyendo a la monarquía de los Khadjars, e
inaugurando la línea dinástica de los Pahlevi.
Hemos visto la posición de Persia en la Primera Guerra
Mundial y como las potencias europeas libraron batallas en territorio persa.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Persia volvió a convertirse en un lugar estratégico.
No debemos caer en las falsas premisas que sitúan al Sha como aliado y seguidor
de Hitler, Persia se había mantenido neutral a lo largo de los primeros años
del conflicto, de todas formas en 1941 rusos y británicos realizaron una doble
invasión sobre Persia, ya que el Norte de esta nación representaba una ruta clara para que los aliados pudieran acudir en defensa de
Rusia ante la ofensiva alemana.
Persia permanecería ocupada por británicos y rusos; durante
estos años de la Segunda Guerra el Sha abdicaría, al conocer que los aliados
estaban cercanos a capturar la capital, Teherán. Sería su hijo, Mohammad Reza
Pahlevi, quien accedería al trono el 16 de Septiembre de 1941, a pesar de la
oposición de los británicos.
En la imagen podemos apreciar a Reza Khan. El Sha de Persia buscó delimitar el rol de las potencias hegemónicas sobre Persia durante la Segunda Guerra Mundial. Varios historiadores lo han ubicado dentro del bando de los simpatizantes de Hitler, algo que posiblemente pueda estar vinculado a la presente imagen, donde se observan los uniformes del Ejército Persa, los cuales presentan similitudes con los uniformes alemanes de la época.
El Sha permanecería dentro del bando de los aliados, de
todas formas su principal interés pasaba por buscar la Independencia de Irán
una vez terminada la guerra y asegurar la supervivencia de la nación.
Durante los años de la guerra e incluso varios después, el
joven Sha debería afrontar una serie de conflictos internos, oposición hacia su
figura, revoluciones internas, movimientos secesionistas al interior de país,
entre otras cuestiones que alteraban el orden del estado nación. Estos años
como máximo mandatario de Irán serían una continuación de las acciones llevadas
a cabo por su padre, continuar con la reforma del sistema judicial de la
nación, mejorar las comunicaciones del país, ampliar el rol de las instituciones
hacia todo el territorio nacional y perfeccionar a las fuerzas armadas. La
histórica influencia de británicos y soviéticos continuaría, aunque con el paso
de los años los primeros perderían poder sobre Irán, al tiempo que un nuevo
actor comenzaba a tener mayor influencia sobre el Sha y a su vez en Irán, estamos hablando de los
Estados Unidos de América.
Dejaremos de lado el mandato del Primer Ministro iraní
Mosadegh y las luchas de poder internas experimentada durante los siguientes
años para poder adentrarnos en la siguiente Unidad en la Revolución Blanca impulsada por el Sha de
Irán.
Conclusiones parciales de la Unidad.
Hemos analizado la transición de Persia a Irán explicando
los cambios a nivel interno no solo en la lucha de poder si no también en
cuanto a los cambios de régimen. En la presente Unidad hemos desarrollado la influencia
histórica de Gran Bretaña y Rusia, el descubrimiento de los primeros
yacimientos petrolíferos en Persia y como las potencias europeas controlaron Persia durante el Siglo XIX y una parte
del XX. La Primera Guerra Mundial añadió a Persia al mapa bélico del momento,
como hemos explicado las potencias del momento libraron batallas en suelo persa
para buscar la victoria en la Gran Guerra. Una vez finalizado el conflicto, las
presiones internas y externas favorecieron al surgimiento de nuevos actores en
Persia, entre ellos resaltó la figura del militar Reza Khan, quien logró
aumentar su poder tejiendo alianzas con poderosos actores que lo llevarían a
ser consagrado como nuevo Sha de Persia, derrocando a la dinastía de los
Khadjars. El Sha buscaría modernizar Persia y reformar cuestiones estructurales
de la nación, sin embargo el estallido de la Segunda Guerra Mundial solo le permitió
alcanzar objetivos parciales. La afirmada neutralidad de Persia sería
inoperante a la hora de la doble invasión por parte de Rusia y Gran Bretaña,
demostrando la vital importancia del territorio persa para el conflicto librado durante los años '40s. A su vez queda nuevamente
demostrada la influencia histórica de rusos y británicos, patentada en la ocupación
que llevaron a cabo sobre Persia a lo largo del conflicto mundial.
El joven Mohammad, hijo del Sha Reza Khan, comenzaba a perfilarse como uno de los posibles sucesores al trono. Durante un período de suma convulsión interna y externa, el joven monarca debería asumir la mayor responsabilidad de la nación.
Hemos analizado la abdicación del Sha en favor de su hijo
Mohammad Reza, quien buscaría limitar la influencia de las potencias
extranjeras sobre Irán, algo que sería complejo de alcanzar hasta luego de la
guerra. El nuevo Sha buscó continuar con las reformas de su padre, de todas
formas las naciones extranjeras continuaron influyendo en Irán, sea tanto a través de las compañías petroleras o de
los partidos políticos comunistas. Esto último llevó a que el Sha tenga que
librar una batalla interna para consolidar al Estado nacional e impedir
movimientos secesionistas. A medida que Rusia afianzaba su influencia en las
provincias del Norte y Noreste, Gran Bretaña limitó su accionar a las
corporaciones petroleras que poseía en territorio iraní, sin embargo el gran acontecimiento
parece ser el acercamiento entre el Sha y los Estados Unidos, actor
internacional que se perfilaba a jugar un papel primario durante la Guerra Fría.
El Sha y su Revolución Blanca.
Uno de los pilares financieros de la aclamada Revolución Blanca
del Sha fue el ingreso proveniente del petróleo.
Tomaremos como fecha inicial de la "Revolución" el
mismo año que utilizó el Sha en su libro "Réponse a l'histoire", el cual es el mismo que toman los
principales historiadores, estamos hablando de 1962. ¿Por qué mencionamos esto?
Recordemos que durante el año 1951 se nacionaliza el petróleo en Irán. Este será
un acontecimiento fundamental para la vida económica de la nación al mismo
tiempo que le proveerá notables ingresos al Sha. Los 11 años que pasaron entre
la nacionalización del petróleo y el inicio de la Revolución Blanca permitieron
que las arcas de la nación se expandieran de acuerdo a los ingresos del petróleo.
En parte, los planes de infraestructura, modernización e industrialización
fueron sustentados por los ingresos provenientes del petróleo. Esta
redistribución sería favorable para Irán, pero a su vez le produciría grandes
problemas, principalmente en lo que respecta a quienes compraban el petróleo
iraní, que ante las fluctuaciones del precio, varias realizadas por el propio
Sha, comenzaron a idear planes para eliminar al Sha del poder.
Uno de los principales sectores hacia los cuales se dirigió
la Revolución fue el campo. Gran parte de la población iraní vivía del cultivo
y de las tierras. La Reforma Agraria permitió que los peones de campo
accedieran a las tierras, pudiéndolas comprar en varios casos, y obteniendo las
regalías del sector que eran distribuidas por los patrones, mediante regulación
del Estado.
La nacionalización de las tierras de pastoreo y los bosques
fue el segundo eje de las reformas. Antiguamente estas se encontraban en manos
de la oligarquía terrateniente, quienes se adueñaban de las mismas. Luego de la
reforma, la tierra pasó a ser propiedad del Estado, impidiendo que sean
monopolizadas por pocas familias poderosas.
Varios trabajadores rurales pudieron acceder a comprar
pequeñas parcelas donde vivían y trabajaban.
Con respecto a la fuerza laboral, se buscó la repartición de
ganancias de las empresas entre los trabajadores, estimando límites de
repartición de ganancias de acuerdo al sector de cada empresa.
La Revolución Blanca trajo consigo un plan estructural de reformas en lo que respecta a la infraestructura nacional. Los ingresos provenientes del petróleo eran redistribuidos en los diversos sectores hacia los cuales estaba dirigida la Revolución.
Por otro lado la reforma también exigía cambio en los
métodos para la elección de funcionarios públicos. A tales efectos la Reforma
de la ley electoral se llevó a cabo. Todos los ciudadanos mayores de edad,
incluyendo a las mujeres tenían el derecho y la obligación de acceder a votar.
Al mismo tiempo que se reformaba el sistema electoral se
buscó mejorar el sistema judicial. Antiguamente en Irán ante una disputa en una
aldea alejada de las ciudades centrales, se acudía ante la autoridad religiosa
local quien dictaba un fallo de acuerdo a sus propias percepciones. Esto se
cambió, la reforma judicial instauró las llamadas "casas de equidad",
creando tribunales de aldeas que analizaban las disputas entre ciudadanos.
Las reformas alcanzaron también al sistema educativo. Se
buscó proveer una educación primaria gratuita y obligatoria garantizada por el
Estado.
Tomó lugar en Irán una reforma administrativa. Los empleados
públicos pasaron a obtener una mayor distribución a lo largo de todo el
territorio, en lugar de encontrarse aglomerados en Teherán. Se proveyó de un
salario mínimo para los trabajadores estatales y de beneficios tales como
vacaciones.
Para todas estas reformas también fue necesario mejorar la
infraestructura de la nación. Una gran cantidad de rutas, vías férreas,
hospitales, centros administrativos públicos, industrias, escuelas y hospitales
debían ser creados con el fin de favorecer los cambios hacia los cuales apuntaba
la Revolución Blanca.
La Reforma Agraria buscó romper con el monopolio de control
de tierras por parte de un pequeño número de familias y de jefes tribales.
Hacia inicios de los años '60s cerca del 65% de la población iraní vivía en
zonas rurales, la mitad de las tierras cultivables estaban bajo control de un
número cercano a las 30 familias y jefes locales.
Varios de los hombres que tenían en su poder las tierras no vivían
en ellas, si no que se encontraban en Teherán o el extranjero.
El Estado pasó a poseer estas tierras, luego buscó
venderlas limitando el porcentaje de las
mismas que se podía comprar por persona. Como hemos mencionado, el control
monopólico se vio reducido. Ahora bien, se crearon casas de créditos para que
los campesinos pudieran acceder a los mismos y comprar sus propias tierras. A
lo mejor pasaban 20 años de sus vidas trabajando para poder pagar la
totalidad del crédito y una vez finalizado el mismo eran propietarios de las
mismas. Con el paso de los años la Reforma Agraria arrojó las siguientes
cifras: más de dos millones de campesinos jefes de familias pasaron a obtener
sus propias tierras, se crearon cerca de 3000 cooperativas de créditos a lo
largo y ancho de todo Irán para que los campesinos puedan acceder a los
créditos y se duplicó la producción agrícola en menos de 5 años desde que fue
instaurada la reforma.
Hemos hablado también de la nacionalización de los bosques,
esto se llevó a cabo para controlar los cambios que el sector forestal estaba
generando, donde importantes compañías internacionales extraían árboles para la
producción de papel y otros de sus derivados, sin dejar ganancia alguna en Irán.
También se buscó nacionalizar el agua para poder construir represas eléctricas
y mejorar el acceso al agua para la población local. Un modelo de nación como
el cual se buscaba impulsar necesitaba energía, además de la eléctrica y la proveniente
por los derivados de petróleo se buscó crear un sistema de represas
hidroeléctricas, principalmente en el Norte del país, para proveer de energía a
bastas regiones.
El plan de industrialización también presentó ciertas
cuestiones importantes. La industria del petróleo fue hacia la cual se buscó
apuntalar con mayor énfasis, a esta le siguieron la siderúrgica, la mecánica,
la de textiles y la automotriz.
En la imagen se pueden observar las calles de Teherán durante la década del '50 del siglo pasado. De las mismas se evidencian edificios modernos en infraestructura, automóviles con un estilo clásico y la utilización de vestimentas occidentales tanto por parte de hombres como de mujeres.
Era preciso que el Estado creara sociedades anónimas en
diversas regiones para fomentar la industrialización de la nación, al mismo
tiempo que permitía la entrada de corporaciones extranjeras para que se
desarrollaran en los diversos rubros. De todas formas con el aumento del modelo
industrial aumentaron los puestos de trabajo, algo que llevó al traslado de
trabajadores hacia distintas regiones, las cuales, en la mayoría de los casos, no
estaban preparadas a nivel de infraestructura para alojarlos. De esta forma se
ejecutó un plan de renovación edilicia, urbanismo y reconstrucción para que se
ampliaran las ciudades y pudieran dar acogida a los trabajadores que se desarrollaban
en las industrias.
En cuanto a la distribución de las ganancias debemos tener
en cuenta que en lo que remite a la legislación laboral se había estipulado en
Irán que cada año se enunciara el salario mínimo a nivel nacional, es decir el
mínimo que los trabajadores debían cobrar de acuerdo a las funciones que
realizaban. Este valor era otorgado por los índices de costo de vida, los
precios, y la situación de cada sector económico.
De acuerdo a la legislación instaurada desde 1975, las
empresas privadas debían, luego de 5 años de existencia, vender el 49% de sus
acciones a los propios obreros y trabajadores de la misma. De acuerdo a las
palabras expresadas por el propio Sha, este accionar a nivel empresarial y de
valores le otorgó mayor productividad a las empresas privadas instaladas en
Irán.
Pasemos a analizar a continuación la Revolución Blanca en lo
que respecta a la educación. Durante la Dinastía de los Khadjars tan solo el 1%
de la población sabía leer y escribir, es decir era encuadrada dentro del
sector de población alfabeta. Este número es otorgado por los informes
oficiales remitidos a educación publicados en el libro "Réponse à l' histoire"
por el Sha de Irán. Hacia el año 1956 el 16% de la población iraní se
encontraba alfabetizada. Hacia el año 1978 más de 10 millones de iraníes se
encontraban cumpliendo alguno de los niveles educativos del país, una cifra que
es ampliamente mayor que los 1,5 millones que lo hacían para el año 1955.
En 15 años el número de
alumnos de escuelas primarias aumentó en un 560%, los de la enseñanza
secundaria 331%, enseñanza técnica y superior 1551% y finalmente se registraron
cerca de 300.000 estudiantes universitarios iraníes tanto en universidades
nacionales como en universidades del extranjero.
El propio Sha ha mencionado en reiteradas ocasiones la
"emancipación de la mujer" en Irán. Veremos como varió la condición
de la mujer antes y durante la Revolución Blanca. Previo a la misma en Irán las
mujeres no podían votar ni tampoco acceder a puestos públicos y cargos. Con la
Revolución se permitió que la mujer participara del sufragio universal, que ocupara cargos administrativos,
educativos y trabajara en empresas e incluso para el propio Estado. La
Revolución le permitió conducir autos, caminar por las calles sin el velo,
vestirse de acuerdo a sus gustos, sin ninguna restricción, poder hacer deporte
en público, vestir trajes de baños en público y acceder a la educación
universitaria.
De acuerdo a las cifras oficiales de las Naciones Unidas,
desde que comenzó la Revolución Blanca, Irán ha tenido una tasa de crecimiento
anual del 13%. La Renta Anual por habitante el 1955 era de unos US $ 160, hacia
comienzos de 1978 la misma alcanzaba los US $ 2280. Las Naciones Unidas también
destacaron el aumento de la población debido a las mejoras en el país, hacia
1968 Irán contaba con 27 millones de habitantes, 10 años más tarde, en 1978 la
cifra era de unos 37 millones.
Las Naciones Unidas también estableció que el Irán fue uno
de los estados que creció a un mayor ritmo a lo largo de la década del '70,
siendo el principal en la región del Medio Oriente.
Conclusiones parciales de la Unidad.
Hemos visto a lo largo de la Unidad los principales sectores
en los cuales la reforma proveniente de la Revolución Blanca tomó lugar.
Mencionamos el caso de las tierras, las reformas agrarias, las reformas administrativas
en relación a los empleados del Estado, la reforma del sistema educativo, los
cambios introducidos en las empresas beneficiando a los trabajadores y también
desarrollamos las reformas en cuanto a la actividad comercial en Irán. A
comienzos de la Unidad mencionamos el pilar fundamental de la Revolución
Blanca, que fue nada más y nada menos que el petróleo. Los ingresos
experimentados
en Irán fueron enormes, lo cual le permitió al Estado
beneficiarse enormemente y disponer de mayor dinero para redistribuir en la
economía nacional. Como podemos comprender la Revolución Blanca introdujo
importantes cambios en los principales sectores de Irán, reformando en algunos
casos a nivel estructural el país, en otros no alcanzó con las medidas ya que
como veremos más adelante los cambios que buscó introducir el Sha le generaron
una fuerte oposición a nivel interno.
Propaganda emitida por el Estado iraní durante los años de la Revolución Blanca. La misma es representativa de los proyectos que buscaba alcanzar el Sha, consolidación de las Fuerzas Armadas, desarrollo en infraestructura, modernización del sistema educativo, planes estructurales de abastecimiento energético propio, entre otros.
La Caída: Causas internas y externas.
Como hemos visto a lo largo del presente trabajo el Sha de
Irán llevó a cabo varios cambios de carácter estructural en Irán. Por supuesto
si tenemos en cuenta que estos cambios afectaron diversas áreas vamos a poder
comprender que a su vez afectaron a los actores y sectores corporativistas de
Irán. Esto le valió de una gran oposición. Observemos, con respecto a los
cambios en educación, salud, defensa, cultura, política y orden judicial, es
decir en los sectores internos de Irán.
Los cambios en cuanto a la reforma agraria y con respecto a
la venta y posesión de tierras claramente afecto a los antiguos terratenientes
y a las familias ricas de Irán que controlaban las tierras. Estas familias
habían mantenido su poder mediante el antiguo sistema a lo largo de siglos, por
lo cual habían acumulado un gran poder. A pesar de su oposición a las reformas,
no pudieron ir en contra de los planes del Sha, por lo cual fue un sector
poderoso, con poder económico, que se vio perjudicado y que dicho esto
se centró dentro del sector opositor al Sha. Varios antiguos terratenientes y
señores de la tierra como se los denominaba en Irán, incluso tuvieron que dejar
el país, de todas formas operaron desde el exterior, principalmente Europa,
para derrocar al Sha.
Las reformas llevadas a cabo por la Revolución Blanca en lo
que refiere a legislación laboral y la repartición de las ganancias para los
trabajadores en las empresas también tuvo grandes sectores perjudicados. Los
grandes empresarios iraníes vieron afectadas sus ganancias, muchos perdieron
sus propias empresas, dejaron de poseer acciones, debieron aumentar sus pagos hacia el Estado en forma de impuestos y
también vieron como el Estado se apropió de varias de sus empresas. Debemos
tener en cuenta que para dichas décadas el empresariado iraní no era de la
envergadura del empresariado francés, británico o neerlandés, de todas formas
era uno de los sectores más poderosos, muchos de estos hombres también formaban parte y mantenían lazos con
las familias más tradicionales y poderosas de Irán, la aristocracia alejada de
la corona que se vio perjudicada por la reforma agraria. El empresariado que se
mantuvo en Irán debió sufrir un duro momento durante los años del Sha, otro
sector, al igual que en las reformas mencionadas anteriormente, se exilió en el
exterior.
El partido único creado por el Sha también le generó una
gran oposición. Era claro que el Sha aumentaba su poder en torno a un grupo muy
reducido de consejeros políticos y militares, durante sus años no existió en
Irán un sistema de partidos pluralista, que le otorgara la posibilidad de
participar en comicios electorales a otras fuerzas, se oprimió a las voces que opinaban diferente, no se otorgó
participación en la toma de decisiones, algo que claramente comenzó a jugarle
en contra al propio Sha. Gran parte de los estudiantes iraníes, incluso varios
que se encontraban en el exterior, reclamaban mayor participación, algo que
jamás se les otorgó en tiempos de la monarquía Pahlevi. Esto generó un gran recelo, tanto en los sectores políticos
distintos a los del gobierno como también en los estudiantes universitarios.
Las reformas introducidas por los Pahlevi en lo referente al
sistema y poder judicial también afectaron enormemente a grupos tradicionales
de poder. Antiguamente todo tipo de disputa legal y jurídica, principalmente en
las regiones rurales, que ocupaban cerca del 75% del país, se resolvían de
acuerdo a miembros del clero o en su defecto por personas designadas por el
clero. Al implementarse el nuevo sistema judicial y las casas de justicia,
dichas personas se vieron desplazados de las funciones que realizaron durante
décadas. Incluso el cambio afecto de tal forma al clero, en lo referente al
sistema judicial, que las personas dejaron de acudir ante una autoridad
religiosa para resolver disputas, y comenzaron a hacerlo ante las casas de
equidad y justicia, esto fue un cambio abrupto en la sociedad iraní, algo que
el clero no dejó pasar. Por otro lado desde un temprano momento un sector del
clero comenzó a oponerse al Sha y a sus medidas reformadoras, señalando que
estaban destruyendo la cultura y tradición de Irán. Como podrán tener en cuenta
estamos hablando del sector conservador.
El sufragio universal fue la base de la reforma electoral impulsada por el Sha de Irán. La inclusión del voto femenino molestó a los sectores más conservadores de la sociedad, históricamente vinculados con el alto clero chiita.
Las reformas electorales también implicaron grandes
problemas para el Sha. Los miembros del clero habían jugado un importante rol
en la vida política de Irán, varios de ellos formaban parte en la toma de
decisiones, eran los históricos consejeros del monarca y los líderes políticos.
Al mismo tiempo eran ellos quienes defendían que el hombre solo tenía derecho a
votar y elegir sus representantes, en cambio la mujer no. Claramente podemos
observar que el Sha, al introducir la reforma electoral y proclamando el
sufragio universal, ingresó en una área donde la palabra del clero unido al de
la oligarquía tradicional era demasiado fuerte. Esto generó gran recelo en
dichos sectores, los cuales se sumaban a los demás miembros y grupos de poder
de la sociedad iraní que perdían poder a causa de las reformas del Sha y su
revolución.
La igualdad de género, tanto para votar, como así también
las libertades de la mujer no fueron bien vistas por el clero y por gran parte
de la sociedad. El hecho que la mujer iraní pudiera salir a la calle sin su
velo, que manejara autos, que atendiera a hombres en los hospitales, que
formara parte de la administración pública, que pudiera trabajar sin el consentimiento
de su marido, sumado a todos los cambios previamente mencionados, claramente fueron
demasiado abruptos para el Irán de aquellos años. El Sha llevó a cabo reformas
sociales y culturales de forma demasiado
rápida, lo cual enfatizó sus medidas y los efectos en la sociedad iraní.
Acontecimientos como la irrupción de la televisión, la practica de deportes
occidentales, la apertura de clubes nocturnos y casas de juego en todo el
territorio iraní afectó profundamente a los sectores más conservadores de Irán.
Sectores sumamente poderosos. El estilo de vida occidental que intentó
implementar el Sha en Irán, debemos señalar, distaba bastante de la realidad
iraní. A pesar que las ciudades más pobladas y modernas tenían una gran
similitud con ciudades occidentales, en el interior del país, territorio
mayoritariamente conservador y apegado a la tradición, observó estos cambios
como un atropello a su historia y forma de vida. Las personas de las ciudades
estaban más acostumbradas al estilo de vida occidental e incluso tenían
conocimiento de como vivían en otros países desarrollados, algo que no ocurría
al interior de Irán, donde observar que una mujer conducía su auto sin su
marido de acompañante, sin su velo y que llevaba a los niños a la escuela, fue un choque
cultural enorme y un profundo dolor en los iraníes más tradicionales, que a lo
mejor de tener la opción de elegir entre una forma de vida y otra hubieran
optado por continuar con los estilos de vida que habían mantenido hasta aquel
entonces.
El sistema educativo iraní era bastante deplorable antes de
la llegada del Sha Reza al poder. Había en Irán un gran número de analfabetos.
Los maestros tendían a no cumplir con sus tareas, y la educación era correcta
solo en Teherán y otras ciudades importantes. En general al interior del país
la educación también estaba en manos del clero. Los religiosos iraníes eran
quienes daban las clases en las áreas rurales y por supuesto su educación eran
de acuerdo a lo profesado por su religión. Con la llegada del
nuevo sistema educativo el clero se vio nuevamente despojado de una de sus
principales funciones, pero por sobre todas las cosas el gran cambio fue ver
como dejaron de enseñarse en las escuelas la palabra del profeta y conceptos
del Irán tradicional, por temáticas referidas a otras naciones, la forma de
vida de las sociedades más avanzadas del mundo y demás. La Reforma también
llevó consigo una importante bajada de línea, de acuerdo a la
sociedad que el Sha quería formar, extremadamente occidentalizada y desligada
del Irán tradicional, no de su historia, pero si de un gran número de
cuestiones que el Sha consideraba arcaicas.
El clero chiita fue uno de los grupos de poder más importantes de todo Irán. Su influencia se extendía desde la política hasta la educación. Las reformas llevadas a cabo por el Sha delimitaron su accionar e influencia, algo que molestaría enormemente a dicho sector. Con el tiempo su postura radical hacia el modelo occidental de nación impulsado por el monarca Pahlevi aumentaría.
El Sha también le quito poder al clero chiíta, de a poco los
religiosos dejaron de forma parte en el consejo real iraní, sus funciones se vieron
reducidas a las formales y protocolares de la religión, su participación en la
toma de decisiones desapareció. Todo esto claramente generó un gran recelo
hacia el Sha y el grupo de personas que conformaban su gobierno.
Para el ala más conservadora del Islam chiíta se percibía
que el Sha estaba aborreciendo la historia y la cultura iraní y que deseaba
convertir a Irán en un país de estilo Occidental, es por esto que la lógica
imperante durante su mandato fue la de dos partes completamente opuestas, que
observaban en el accionar del otro una derrota total de sus propósitos, esto no
solo va referido al clero si no que también a la oligarquía terrateniente, al
empresariado iraní, a las elites iraníes conservadoras y a los sectores que
apoyaban al clero conservador. Pronto esta lógica llevó a que en Irán cada
movimiento del Sha sea visto como una derrota total por parte de los sectores opositores,
quienes veían en el Sha a un traidor a la cultura persa y a la palabra del Imán
Alí. Por parte del Sha, modernizar Irán parecía ser el mejor camino a seguir,
de todas formas no se percató de la gran rapidez con las cuales llevó a cabo
sus reformas, las cuales en otras culturas llevó décadas, al mismo tiempo que
no advirtió al gran número de grupos de poder que estaba desfavoreciendo, y
llegada la hora, estos grupos encontraron un punto en común, estamos hablando
del punto en común que los había llevado a su debacle, Su Majestad el Sha de
Irán.
Como último punto de las causas internas de la caída del Sha
vamos a mencionar a los estudiantes universitarios.
Si bien la educación superior y universitaria iraní
conservaba puntos fuertes en la cultura iraní, los jóvenes observaron como se
cambiaba a gran escala la dirección de la educación en Irán. El clero, que
poseía una fuerte influencia en la educación universitaria se vio rotundamente
perjudicado, al tiempo que buscó aliarse con los jóvenes universitarios,
señalando los crímenes a la cultura persa que estaba llevando a cabo el Sha. El
espíritu revolucionario de la juventud iraní, sumado a su frustración
para acceder a la toma de decisiones, la vida política y cargos políticos generó
un gran sector opositor al Sha, que pronto se organizó en las universidades de
todo Irán.
La juventud fue clave para llevar a cabo la Revolución
Islámica. El propio Sha lo mencionó en reiteradas ocasiones, como los jóvenes
iraníes se vieron tentados por los sectores más conservadores del país. Debemos
concluir que la movilización de la juventud formada y con ambición también
provoco resquebrajamientos internos en el Irán del Sha, algo que le generaría
consecuencias trágicas al gobierno monárquico.
Analizamos a continuación las causas externas de la caída
del Sha de Irán. Como hemos mencionado anteriormente el Sha buscó obtener una
mayor autonomía para Irán en cuanto a sus relaciones con el resto del mundo.
Esto significó ir en contra de los intereses británicos y soviéticos, que
tradicionalmente manipularon a las elites políticas de Irán durante los años
previos. El avance interno en determinados aspectos iba en contra de los intereses de los empresarios británicos y los
políticos rusos. En especial en lo referido al petróleo.
El petróleo iraní fue objeto de puja por diversos grupos de poder durante el reinado del Sha. La relevancia de los actores en pugna alcanzaba a las naciones más importantes del sistema internacional durante este período.
La anglo-iranian,
las compañías británicas petroleras radicadas en Irán y los empresarios petrolíferos
rusos perdieron gran parte de sus ganancias con la nacionalización del petróleo
y la llegada al poder por parte del Sha. Por lo cual vamos a observar que tanto
británicos como soviéticos fueron a lo largo del reinado del Sha dos férreos
opositores, que en cuanto tuvieron la posibilidad confabularon para derrocarlo.
El control por parte del Estado iraní de las reservas petrolíferas
fue otro punto álgido. Antiguamente las compañías extranjeras solían explorar,
retirar y refinar el petróleo iraní otorgándole menos del 5% de las ganancias al
gobierno iraní. Este era un gran negocio, ya que les permitía a las grandes
corporaciones petrolíferas abastecer a los países de Occidente con petróleo
iraní sin costos tan altos. Las restricciones impuestas por el Sha y su control
del petróleo en Irán cambio rotundamente el comercio petrolífero de esta
nación. El Sha controló el petróleo mediante las compañías estatales, él mismo
fijaba el precio al cual se comercializaba este bien con otras naciones, e
incluso elevaba los precios constantemente. Principalmente luego de la Guerra
del Yom Kippur y la Crisis del Petróleo, los precios del barril de crudo se
dispararon, y el abastecimiento por parte de las potencias occidentales fue sumamente golpeado. El Sha no se movió de su posición y
continuó fijando altas tarifas para las naciones europeas y los Estados Unidos.
Claramente las ganancias del petróleo favorecían al Irán, pero al mismo tiempo
generaban cierto recelo por parte de importantes grupos de poder extranjeros.
También debemos mencionar que era una gran tentación apoderarse del petróleo
iraní, varias compañías petroleras buscaron derrocar al Sha en reiteradas ocasiones
para poder controlar el crudo iraní y las enormes reservas de este bien
existentes en territorio iraní. A medida que el valor del crudo aumentaba la
tensión existente entre el gobierno iraní y varias naciones, grupos de poder y
empresarios extranjeros crecía. Pronto el Sha divisó que su política
petrolífera le estaba otorgando una gran cantidad de enemigos en el extranjero.
Los grupos políticos y las familias tradicionales iraníes
que se vieron perjudicadas por la llegada al poder del Sha, en su mayoría
exiliados en el exterior, comenzaron a entrar en contacto a medida que la
situación en Irán iba cambiando.
Ellos jugaron un papel fundamental para derrocar al Sha, ya
que gran parte de estas personas influían en los grupos políticos y religiosos
más radicales de Irán. Las familias tradicionales, recordemos, aquellas que
habían perdido el monopolio en el control de la tierra y demás sectores
económicos, tenían un gran recelo hacia el Sha, era un grupo que observaba como su poder había desaparecido a manos del
monarca Pahlevi. Su resentimiento era enorme, no se oponían a Irán, si no al Sha,
y como Irán en ese momento estaba fuertemente controlado por el Sha, también
atacaron a Irán.
Varios exiliados en el exterior eran miembros religiosos
iraníes. Pronto buscaron generar tensión dentro de la sociedad iraní,
fundamentando que el Sha estaba destruyendo la sociedad tradicional persa para
instaurar en Irán una sociedad occidental. Los religiosos exiliados en el
exterior fueron otro de los grupos de poder opositores al Sha más importantes en
la caída del régimen monárquico iraní.
Señalaremos el caso particular de la Unión Soviética a continuación.
Los soviéticos siempre mantuvieron una política exterior ofensiva dirigida
hacia la región del Medio Oriente. Su interés por las rutas que conectaban
Oriente con Europa siempre fue un ideal supremo de los rusos, al mismo tiempo
su interés por adherir a su esfera de influencia a Irán estuvo constantemente en las mentes de los políticos
del Kremlin. Por otro lado, un Irán poderoso, tanto económicamente como
militarmente era un peligro latente para Moscú. Al mismo tiempo esto
significaba tener en sus fronteras a un aliado central de los Estados Unidos, y
esto siempre le molestó a la URSS.
Se ha mencionado en reiteradas ocasiones que la Unión Soviética
no deseaba apoderarse de Irán, en términos de control político e ideológico, si
no que más bien su interés era el de derrocar al Sha, alejar a Estados Unidos
de Irán y finalmente apoyar cualquier tipo de movimiento opositor al Sha. La
influencia comunista a partir de 1975 en Irán fue en aumento, la URSS mantenía
contacto con los grupos políticos clandestinos de corte comunista. Siempre incentivaron
a derrocar al Sha. Por otro lado y como ya mencionamos, un nuevo régimen pro soviético significaría poder acceder
al crudo iraní a un menor precio.
Finalmente, en cuanto a lo que concierne a las causas externas,
debemos mencionar a los Estados Unidos de América.
Las mujeres formaron parte de los Ejércitos de Salubridad e Higiene y cada vez más comenzaron a tener un rol fundamental dentro de la sociedad iraní. Esto fue objeto de constantes críticas por los fundamentalistas conservadores.
Para los Estados Unidos el Sha siempre fue una figura
bastante particular. No era el tradicional aliado, pero tampoco se lo podía dejar
solo por momentos. Si ponemos en la balanza, para los Estados Unidos, luego de
un tiempo, el Sha comenzó a ser más una molestia que un aliado. La política
petrolífera del Sha era una gran traba para el abastecimiento de petróleo
dirigido hacia los Estados Unidos. El Sha era un arma de doble filo, que con el
tiempo podía arrastrar a los Estados Unidos hacia una situación límite, en una
región que durante la Guerra Fría tendió a ser conflictiva.
Es por esto que Washington tenía bien en claro que el Sha
les podía traer mayores problemas en el futuro. Recordemos que Estados Unidos
se encontraba durante la década de los '70s en la recta final de su estrategia
en el Sudeste Asiático, principalmente en lo que refiere a Vietnam. Luego de
1975 la política exterior norteamericana se replanteó fuertemente hasta donde apoyar a sus aliados, quienes eran
aliados importantes, quienes podían ser dejados de lado y por último también
recibieron críticas por parte del resto de la comunidad internacional, que
observaba con la caída de Saigón como Estados Unidos perdía uno de los aliados
a los cuales más había apoyado durante cerca de 15 años.
¿Por qué iba Estados Unidos a empantanarse en Medio Oriente
para defender al Sha? Una vez iniciados y expandidos los movimientos opositores
en Irán ¿que podía hacer Estados Unidos? Claramente la mejor opción era no
intrometerse.
Es cierto que la Crisis de los rehenes y la toma del
personal diplomático norteamericano en Teherán produjeron acciones por parte de
Estados Unidos. El intercambio de material bélico por los rehenes norteamericanos
fue un tema central de agenda. Por otro lado el gobierno de Carter se vio
enormemente afectado por la crisis, el accionar llevado a cabo por los
demócratas en el poder no pudo controlar una toma de rehenes que terminó en el
primer encuentro norteamericano con el Islam Radical. Pero las consecuencias de
la Revolución Iraní para Estados Unidos no es nuestro tópico, es por esto que
regresaremos a nuestro tema central.
Teniendo en cuenta los intereses, los costos y el petróleo,
Estados Unidos se volcó por dejar en manos del Sha la situación de su país.
Esto significó un golpe moral para el Sha, quien hasta el último momento creyó
que Estados Unidos iba a acudir en su ayuda en caso que la situación se le
desbordara de las manos. Estados Unidos no estaba dispuesto a esto, incluso sus
grupos de poder económico se verían favorecidos por la caída del Sha, ya que
esto significaría acceder al petróleo iraní a un menor precio.
La coyuntura internacional también tuvo incidencias en Irán.
Luego del Mayo Francés y el activismo juvenil en diversos estados, como puede
ser en el caso de los Estados Unidos en contra de la Guerra de Vietnam,
incrementó. No solo su pedido por ser escuchados, si no que también ahora los
jóvenes comienzan a involucrarse en la política. Del desencanto a las esperanzas
de poder cambiar la realidad su nación, los estudiantes universitarios
comienzan a ser un actor a tener en cuenta. En el caso de Irán, la juventud,
principalmente universitaria, va a ser central, como ya hemos visto. Su
involucramiento estuvo relacionado a causas internas, pero podemos agregar que
la coyuntura exterior también generó que estos movimientos sean más proclives a
la participación de grupos de manifestantes.
La Familia Imperial Iraní durante el mandato del Sha Reza Pahlevi. El lujo bajo el cual vivía la monarquía iraní generó el recelo de vastos sectores sociales. Por su parte el clero señalaba que la ostentación y el lujo iban en contra de los preceptos expresados por el Islam, algo que con el tiempo conllevo a que la Familia Imperial iraní sea vista como una monarquía que imitaba a sus homólogas de Occidente.
Desde el punto de vista geopolítico, la salida de los
Estados Unidos de América del Sudeste Asiático, no solo en 1975 con el fin de
la Guerra en Vietnam, si no también con su posterior retiro de acciones en
Camboya (que para este momento se encontraría el la fase final del accionar de
los Khmer Rouge), condicionó su posicionamiento en las diversas áreas de
influencia. Vietnam dejó heridas abiertas que tardarían en cerrar, sería bajo
todo punto de vista, inconcebible un nuevo involucramiento en otra región, en
especial una región tan álgida como lo ha sido durante la Guerra Fría el Medio
Oriente. Este replanteo por parte de Washington sepultaría todo tipo de
posibilidades de ayuda hacia el régimen del Sha de Irán. Por otro lado, vamos a
observar que la Unión Soviética, quién durante los ‘70s realizó un gran apoyo
hacia los partidos de izquierda en Irán, mantiene una posición pasiva frente a
los acontecimientos que se desarrollaban en Irán. Para Moscú no era un
beneficio adentrarse en Irán, su táctica de apoyo hacia los grupos disidentes
desde las sombras parecía ser la mejor salida en su estrategia por derrocar al
Sha. Ahora bien, ¿qué hay del resto de los estados centrales? Tanto Francia
como el Reino Unido tenían conocimiento del accionar que llevaban a cabo la
URSS, Estados Unidos, los grupos fundamentalistas locales y quienes apoyaban a
estos últimos. En parte no podían intrometerse como lo hacían en siglos
pasados, pero también debemos señalar que para ellos la caída del Sha era un
beneficio, puesto que esto significaría negociar el precio del barril de crudo
con nuevos actores poco experimentados en políticas petrolíferas. Sacar al Sha
significaba quitarle a Irán el poder de establecer límites a los países
occidentales en su abastecimiento de petróleo. Los días del Sha estaban
contados, habían quedado encerrado en la lógica de su propio juego. El
petróleo, bien que le había otorgado importantes beneficios a su dinastía y
nación ahora lo traicionaba, ya que quienes él creía que eran sus aliados, eran
en verdad naciones que perseguían sus propios intereses, primordialmente
aquellos que giraban en torno al petróleo.
Conclusiones parciales de la Unidad.
Como hemos analizado en la presente Unidad, las reformas
agrarias introducidas por el Sha perjudicaron a la aristocracia terrateniente
tradicional de Irán. Las reformas fueron radicales y le generó una rápida
pérdida de poder a estos grupos, quienes no tuvieron posibilidad de negociar.
Como también hemos mencionado, varias de estas familias debieron exiliarse en
el exterior.
La legislación laboral afectó al empresariado iraní. La repartición
de las ganancias con los empleados, fomentada desde el Estado a través de
diversas leyes, provocó el recelo de este sector corporativista.
Centrándonos en lo que refiere al sistema político hemos
visto que el sistema de partido único del Sha le terminó generando fuertes
cuestionamientos. La oposición a nivel interno tenía un justificativo para
estar aliada en contra de la figura del Sha, la poca participación política y
principalmente en lo que refiere a participación en la toma de decisiones fueron
algunos de los puntos centrales del malestar político en Irán hacia los últimos
años del Sha en el poder.
Como ya hemos analizado, tanto las reformas en el poder
judicial como en el sistema electoral perjudicaron al clero iraní, sector que
tradicionalmente ejerció una importante influencia en estas áreas, ahora se
veía desplazado de sus funciones por un estado centralizado que les recortaba
su accionar.
La igualdad de género, con inclinaciones occidentales,
impulsada por el Sha fue llevada a cabo de forma ligera. Esto provocó tensiones
dentro de la sociedad iraní. Hemos analizado las problemáticas a nivel interno
y como en áreas rurales y más tradicionales esto fue un aspecto negativo de la
Revolución Blanca. Podemos concluir que esta medida impulsada por el Sha fue
otro condicionante que gestó el malestar social que luego lo terminaría
derrocando.
Las reformas en el sistema educativo trajeron innumerables
beneficios para la nación, pero lo cierto es que generaron la misma lógica de
suma cero que las demás reformas. Todo lo que ganaba el Sha era en detrimento
de un sector tradicional de poder, en este caso del clero chiíta, quienes
históricamente se habían ocupado de la educación en Persia y posteriormente en
Irán. Como podemos observar, el clero iraní fue uno de los sectores tradicionales
más golpeados por las reformas del Sha Pahlevi, y no es un dato menor el
mencionar que es este grupo de poder quien fuera el más poderoso de la nación
durante siglos.
Las restricciones al poder del clero chiíta también empeoraron
la situación interna. Para el Sha cualquier tipo de participación en la toma de
decisiones era inconcebible, es por esto que limitó el accionar del clero en la
vida política de Irán. Algo que le costaría caro hacia fines de los años ‘70s.
Finalmente observamos dentro de las características internas
de la caída del Sha el accionar de los estudiantes universitarios. Este
importante sector que crecía cada vez más vislumbró en las políticas del Sha el
asesinato de su cultura, algo que los llevó a terminar dentro del mismo bando
que los sectores más conservadores de la nación, entre los cuales se destacan
el clero chiíta.
Al analizar las características externas de la caída del Sha
mencionamos su política petrolera. Esta iba en clara contraposición con los
intereses de corporaciones petroleras extranjeras y de las principales naciones
industrializadas que se beneficiaban del petróleo iraní.
Las familias exiliadas en el exterior, las cuales habían
perdido poder a manos del Sha, fueron otro actor sumamente relevante para
comprender la caída del Sha. Su articulación desde el extranjero para poder
generar tensiones internas en Irán, pero por sobre todo, su rol de enlace entre
los grupos de poder opositores al Sha que se encontraban en Irán y los
opositores al Sha en el extranjero, fueron fundamentales.
El Sha consideraba a los Estados Unidos como un aliado de primer orden, que siempre acudiría en su apoyo. Con el tiempo, esta nación demostró que sus intereses en Irán estaban más enfocados al petróleo que al apoyo a un monarca que profesaba ideales muy divergentes a los norteamericanos. Las grandes corporaciones petroleras y automotrices, sumadas al gobierno, comenzaron a dejar de lado al Sha, quién para fines de los '70s era más un estorbo que un beneficio.
Explicamos el accionar de la URSS, nación que históricamente
tuvo intereses de primer orden en Irán. Su apoyo a los grupos subversivos
internos y al clero iraní fueron importantes, pero como mencionamos, su accionar
fue sigiloso y se llevó a cabo en las sombras.
Por parte de los Estados Unidos observamos clivajes internos
en cuanto a la posición de apoyo hacia Irán. Los grupos de poder
norteamericanos y las grandes petroleras eran férreos opositores al Sha, pero
por otro lado el poder político estadounidense comenzó a ver en el Sha un
aliado que los arrastraría hacia otra crisis, algo que la nación buscó evitar a
toda costa.
Finalmente desarrollamos la coyuntura internacional. Un
momento de importantes cambios, donde las manifestaciones y los
cuestionamientos a los regimenes políticos se acentuó. Irán no fue una
excepción, pronto los grupos de poder comenzaron a reunirse para llevar a cabo
una estrategia de derrocamiento al poder monárquico de los Pahlevi.
Podemos concluir luego del análisis llevado a cabo en la
presente Unidad, que el Sha de Irán llevo a cabo reformas rápidas y radicales,
las cuales afectaron tanto a grupos de poder internos como externos. La visión
hegemónica de este monarca persa configuró un sistema totalitario donde los
actores históricos y también los modernos quedaron excluidos de cualquier tipo
de participación en los proyectos de nación que se habían desarrollado para
Irán. El recelo generado por estos grupos sumamente poderosos culminó en la
construcción de un camino hacia una única salida, la unión generalizada en
oposición al Sha. Los grupos que hemos analizado a lo largo de este trabajo
tenían en común su pérdida de poder y funciones a manos del Sha, por lo cual
entendieron que al aliarse podrían derrocarlo y posteriormente regresar al
control de sus centros de poder. Los iraníes opositores al Sha buscaron por
todos los medios generar alianzas con naciones y grupos corporativistas extranjeros,
los cuales también tenían en el Sha a un férreo enemigo. Pronto el Sha terminó
encerrado por sus propias reformas, las cuales eran unilaterales y
unidimensionales, es decir estaban dirigidas a destruir a los grupos de poder
que durante siglos habían controlado y ejercido influencia sobre su nación. Al
aliarse tantos sectores poderosos, los días del Sha en el poder estaban por
llegar a su fin.
La otra superpotencia de la Guerra Fría también tuvo sus intereses sobre Irán. La Unión Soviética vislumbraba en el Sha un obstáculo para los mismos. Su accionar "teóricamente" pasivo yacía en el apoyo financiero, ideológico y táctico a los partidos y grupos comunistas al interior de Irán.
La Revolución Islámica.
Hacia fines de los años ‘70s las manifestaciones populares
en contra del régimen monárquico aumentaron considerablemente. Tomando las
herramientas obtenidas en la pasada Unidad podemos apuntar que la lógica de
suma cero en el Irán continuó. Es decir, no se buscaba que el Sha impulsara
cambios, si no que se buscaba la renuncia del Sha y la instauración de un nuevo
sistema en esta nación. Podemos visualizar que la oposición fomentaba estas
manifestaciones, pero también cabe señalar que una gran cantidad de personas
acudía debido a los serios problemas en los cuales se encontraba sumergida la
sociedad iraní. La convulsión social iba en aumento, y las reformas impulsadas
por el Sha hacia estos últimos meses no tuvieron ningún tipo de efecto
positivo, solo fueron funcionales para que la oposición aumentara sus críticas
hacia la figura del Sha.
Al ver que sus medidas no surtían efecto, el Sha radicalizó
su postura. La represión generalizada en Irán fue una variable que perduraría
hasta 1979. Destacamos en este proceso a la Agencia de Inteligencia Iraní, la
cual se ocupó de perseguir tanto a los opositores al Sha como a intelectuales
iraníes, quienes se veían acusados de incentivar estas manifestaciones. Los
métodos empleados por las agencias de espionaje del Sha fueron terribles, en
varios casos llevando a cabo sustanciales violaciones a los Derechos Humanos,
tales como la tortura, secuestro de personas, privación de la libertad sin
juicio justo, entre tantas otras.
Al aumentar cada vez más la tensión interna, el accionar de
las agencias de inteligencia no fue suficiente. El Sha no pudo esconder más en
las sombras las persecuciones a la oposición, por lo cual la utilización de las
fuerzas policiales y de las fuerzas armadas iraníes se implementó. La represión
ahora se encontraba en su etapa cumbre.
Debemos añadir a toda esta situación, el accionar generado
por el clero chiíta. Desde Francia, el Ayatola Jomeini fue uno de los líderes
que impulsaba las manifestaciones. Sus seguidores en Irán gestaban actividades
opositoras al Sha, el reclutamiento de personas y el incentivo de protestas en
diversas regiones del país fueron claves para que este grupo de poder lograra
derrocar al Sha. Jomeini se encontraba en Francia ya que disponía de exilio,
con la imposibilidad de regresar a Irán.
El Ayatolá Seyyed Ruhollah Musavi Jomeini fue uno de los principales líderes de la Revolución Islámica. En la imagen lo podemos observar a su regreso a Teherán, luego del exilio que debió experimentar durante los años del Sha Reza. Jomeini supo ser uno de los líderes religiosos más importantes de Irán, vinculado al sector más conservador del clero chiita.
La laxa postura de los Estados Unidos de América la vemos
representada en el pedido del presidente Carter para que el Sha impulsara
cambios políticos. Lo cierto es que era muy tarde, y lo que menos necesitaba el
Sha era generar cambios a último momento, él se encontraba convencido que iba a
ser capaz de reprimir las manifestaciones. Pronto la situación en Irán empeoró.
Los sectores religiosos ganaron fuerza junto a los comunistas iraníes,
acallados durante décadas. Exigían la renuncia del Sha y la instauración de un
nuevo régimen. Los grupos de poder extranjeros miraron hacia otro lado durante
todo este proceso, sabiendo que la caída del Sha era prácticamente un hecho
consolidado. El Sha de Irán terminó acorralado. Los fundamentalistas islámicos
dominaban para fines de 1978 la situación en Irán. Las manifestaciones habían
llegado a Teherán. Las últimas imágenes públicas del Sha mostraban a un hombre
sumamente temeroso frente a la situación por la cual atravesaba su nación.
Sabía que el fin había llegado y por más que buscara mostrarse ante las cámaras
de televisión de emisoras extranjeras con gran calma, en el fondo demostraba
inquietud por saber cuando llegaría su fin.
Los últimos bastiones de poder leales al Sha, entre los
cuales se destacaba el ejército, continuaron peleando hasta el final, pero lo
cierto es que las cifras de muertos aumentaba de a cientos cada día, y las
manifestaciones se habían establecido en toda la nación. A tales efecto, para
la segunda mitad de Enero del año 1979 el Sha de Irán, Mohammad Reza Pahlevi debió afrontar la situación critica por la cual atravesaba
su nación, y sabiendo que era él a quienes buscaban los revolucionarios dimitió
de su cargo y se exilió en el extranjero. El 16 de Enero sería la fecha en la
cual el Sha abandonaría Irán para no volver jamás, pero quien sí regresaría
sería Jomeini, que lo haría para comienzos de Febrero. El líder religioso llega
a Teherán para cuando la revolución ya estaba consolidad. La instauración de la
República Islámica, comandada y dirigida bajo los principios de la ley eclesiástica
musulmana tomaría lugar en los siguientes meses. La misma fue llevada a cabo
luego del famoso referéndum, donde se ha señalado que más del 99% de los
iraníes votaron a favor de dichas medidas. Lo cierto es que la República Islámica
se comprende por la revolución, y ¿por qué se llevó a cabo una revolución?
Justamente por la lógica que había instaurado el modelo de nación de los
Pahlevi. Era inconcebible continuar, para los grupos de poder que participaron
de la Revolución, con las premisas del Sha, o con una monarquía. La única
salida para ellos era destruir cualquier vestigio del reinado del Sha y comenzar
bajo el marco legal de un nuevo sistema político, más aferrado al
fundamentalista islámico y consagrado a destruir la occidentalización generada
en las últimas dos décadas. Esto solo se podía llevar a cabo mediante un estado
conservador islámico regido por la Sharia al Islamiya.
Los meses por venir traerían consigo la designación de un
nuevo sistema legal y jurídico en Irán, las elecciones de gobierno, la
consolidación de los fundamentalistas religiosos en el poder y finalmente la
posterior guerra entre Irak e Irán. Podemos mencionar por otro lado que la
Revolución también trajo consigo elementos que condicionarían la Segunda Crisis
del Petróleo. Esto es importante ya que nos demuestra la fuerte correlación del
poder político con el petróleo en Irán.
Luego de pasar por los Estados Unidos, México, Marruecos,
entre otros, Mohammad Reza terminaría estableciéndose en Egipto para su exilio,
donde fallecería hacia el años 1980. El último Sha de Irán pasaba a la
historia. Una historia que configuró la vida de Irán a lo largo de la Guerra
Fría, tanto durante sus años en el poder como luego de la Revolución Islámica.
Conclusiones parciales de la Unidad.
Hemos visto como el reinado del Sha de Irán llegó a su fin
con la Revolución Islámica y la posterior instauración de la República Islámica
de Irán. Los acontecimientos que tomaron lugar durante los últimos años de la
década del ’70 claramente son una representación de la situación generada
durante todos los años que el Sha se consolidó en el poder. Era comprensible
que una revolución de dichas proporciones tomara lugar, Irán era una nación
sumergida en una profunda crisis interna, con la lucha de dos sectores
completamente antagónicos, y que comprendían que la única salida a la crisis
era la destrucción total del otro. El Sha perdió tiempo creyendo que sofocaría
las manifestaciones con medidas, para cuando llamó a la represión, las principales
ciudades de Irán se encontraban en una profunda crisis social, y por otro lado,
la prensa internacional ya transmitía los métodos utilizados por el Sha para
reprimir, a todo el mundo. El Sha Reza confió en aliados que estaban más a
favor de su petróleo que de su monarquía, pronto los fundamentalistas islámicos
deslizaron por Irán su propuesta de gobierno, la cual para muchos sectores era
el mejor camino para derrocar al Sha. Jomeini, el clero chiíta, los grupos
políticos de la izquierda, los estudiantes universitarios y los exiliados
iraníes durante los años del Sha fueron los principales actores de la
Revolución Islámica. Una revolución que sería distinta a las vislumbradas
previamente, ya que sería la primera de corte radical fundamentalista en la
región del Medio Oriente, con una seria oposición a la postura y cultura
occidental, y que terminaría dirigiendo al Irán hacia el extremo opuesto en el
cual se había desarrollado durante los años de la dinastía Pahlevi.
Las manifestaciones populares en contra del Sha y su régimen fueron una constante durante todo el transcurso de la Revolución Islámica.
Conclusiones finales del trabajo.
Hemos desarrollado a lo largo del presente trabajo la
historia moderna del Irán. Analizamos los cambios políticos, económicos,
sociales, de régimen y los remitidos a su política exterior. Todo esto se ha
realizados a fin de poder explicar la caída del Sha de Irán. Creemos que es
indispensable conocer la historia de esta nación y como la monarquía de los
Pahlevi llega al poder en un momento crítico de la historia persa. Hemos
explicado el mandato del Sha Reza y todas las reformas que llevó a cabo. De la
misma forma desarrollamos el posicionamiento en el sistema internacional por
parte de Irán al mismo tiempo que analizamos el accionar de las principales
potencias a lo largo de todo el trayecto histórico comprendido en esta obra,
remitidas a Irán. Luego del desarrollo llevado a cabo hemos arribado a las
siguientes conclusiones.
Históricamente Irán tuvo una gran influencia por parte de
Rusia y de Gran Bretaña. Esto condicionó su situación interna. Al mismo tiempo,
ambas potencias desarrollaron objetivos específicos en Irán, varios de los
cuales perdurarían en el tiempo.
Con el descubrimiento del petróleo, Persia vislumbra un
nuevo futuro. Durante las primeras décadas el petróleo sería un objetivo
central de naciones y corporaciones extranjeras, las cuales tomarían el control
del mismo. La lógica y la importancia del petróleo, al igual que su vinculación
con el poder político y los clivajes dentro del mismo, continuarían hasta la
instauración de la República Islámica (continúan incluso hoy día), y se expandirían
por todos los reinados de la dinastía Pahlevi.
La Primera Guerra Mundial fue un acontecimiento que
claramente influyó en Persia. Otra vez observamos como los clivajes externos
condicionaron luchas internas de poder. Dentro de estas, la figura de Reza Khan
va a ser central, llevando al posterior derrocamiento de la Dinastía Khadjars e
iniciando el reinado de los Pahlevi.
La Segunda Guerra Mundial también tuvo correlación en Irán.
A pesar de la neutralidad buscada por el Estado iraní, la nación era un punto
estratégico en el conflicto mundial desarrollado durante los años ‘40s.
Comprendemos dicha importancia al tener en cuenta la doble invasión sufrida por
Persia.
Mohammad Reza surge como nuevo monarca en Persia. El Sha
Reza va a buscar mantener una línea en cuanto a la continuación de medidas
impulsadas por su padre.
El Sha Reza llevó a cabo importantes medidas en lo que
respecta a tierras, impulsó a su vez la reforma agraria, la reforma del Estado
y la reforma administrativa, bajo un nuevo rol del Estado en la vida pública
iraní se buscó llevar a acabo estas reformas. El pilar y sostén fundamental de
las mismas fue, como hemos visto, el petróleo.
La Torre Azadi (centro de la imagen) fue durante la Revolución Islámica de 1979 uno de los puntos de encuentro para los manifestantes opositores al Sha. Si bien esta obra arquitectónica fue construida durante los años del Sha, la misma se preservó como un símbolo del triunfo de la Revolución y la posterior instauración de la República Islámica.
La Revolución Blanca se llevó cabo por Su Majestad el Sha
con el fin de reformar Irán y poder insertar a su estado dentro del concierto
de naciones modernas.
De acuerdo a lo expuesto en la Unidad 3 se han desarrollado
las causas internas y externas de la caída del Sha. Aquí observamos como cada
reforma llevada a cabo rompió con la lógica tradicional de poder establecida en
Irán desde hacía más de dos siglos, condicionando a los grupos de poder
aferrados a las mismas. Los clivajes entre el Sha y los grupos tradicionales de
poder serían un factor central en la posterior caída de la monarquía iraní.
Observamos también, a la hora de analizar las causas externas, el rol jugado
por corporaciones extranjeras, iraníes exiliados en Europa y Oriente, y de las
grandes potencias de la Guerra Fría. El accionar de dichos actores configuró
una profunda crisis en el mandato del Sha, quién observó como sus enemigos y
detractores se expandían por fuera de sus fronteras, siendo varios de estos,
Estados nacionales sumamente poderosos.
Desarrollamos la llegada de la Revolución Islámica, y los
cambios impulsados por nuevos viejos actores que durante décadas habían sufrido
exclusión por parte de poder dinástico de los Pahlevi. La Revolución tuvo una
profunda índole en Irán y generó cambios estructurales que también
repercutirían en el sistema internacional.
El Fundamentalismo Islámico llegaría al poder el Irán,
instaurando un nuevo tipo de régimen estrechamente vinculado con la religión
chiíta.
El fin del Sha en Irán se comprende a través del análisis
del proceso histórico atravesado por dicha nación desde fines del siglo XIX,
los cambios impulsados en Irán y como los actores internos y externos lucharon
por controlar sectores estratégicos en todas las dimensiones. Su lógica de
juego vinculada a un control absoluto conllevaron a la posterior revolución que
radicalizó a la nación. Los cambios abruptos impulsados por el Sha a mediados
de los ‘40s y ‘50s serían suplantados por otros cambios revolucionarios a fines
de los ‘70s y comienzos de los ‘80s. Esto nos demuestra que la lógica de suma
cero imperante en el Irán de la post guerra fue demasiado rígida, al punto que
solo permitió generar cambios de forma no consensuada y radical, en términos de
suplantación de proyectos nacionales, los unos destruyendo totalmente a los
otros.
Tomás Vera Ziccardi.
* La totalidad de la presente obra "La caída del Sha de Irán", tiene sus Derechos Reservados al Señor Tomás Vera Ziccardi, autor material e intelectual de la misma.