La formación del Estado
Independiente en México.
Una breve aclaración del Autor.
El presente artículo corresponde a la Unidad 2 del Trabajo Comparativo entre Brasil y México elaborado y presentado por Tomás Vera Ziccardi durante el año 2010. La presentación en forma de artículo al día de la fecha representa que el análisis realizado fuera sacado de contexto de su trabajo original. Debido a lo mencionado con anterioridad, no se presenta en este artículo un análisis previo ni tampoco posterior al momento histórico aquí comprendido. De la misma forma, este artículo no tiene como objetivo desarrollar procesos históricos o explicar los cambios en los Estados Unidos de México. Una vez expresadas dichas premisas les solicito comprensión a los lectores con respecto a la configuración de dicho ensayo.
Consolidación del Estado - Nación.
El presente artículo corresponde a la Unidad 2 del Trabajo Comparativo entre Brasil y México elaborado y presentado por Tomás Vera Ziccardi durante el año 2010. La presentación en forma de artículo al día de la fecha representa que el análisis realizado fuera sacado de contexto de su trabajo original. Debido a lo mencionado con anterioridad, no se presenta en este artículo un análisis previo ni tampoco posterior al momento histórico aquí comprendido. De la misma forma, este artículo no tiene como objetivo desarrollar procesos históricos o explicar los cambios en los Estados Unidos de México. Una vez expresadas dichas premisas les solicito comprensión a los lectores con respecto a la configuración de dicho ensayo.
Consolidación del Estado - Nación.
En 1822, después de proclamada la independencia, Agustín de Iturbide ocupó
el cargo de Emperador, pero fue derrocado al año siguiente por un golpe de
Estado encabezado por Antonio López de Santa Anna, quien proclamó la república.
Éste hecho fue el inicio de una larga pugna entre dos facciones políticas: los
centralistas y los federalistas.
Santa Anna fue 11 veces presidente de la Republica en períodos
interrumpidos por golpes de Estado. En el contexto de estas circunstancias, la
amenaza del expansionismo de Estados Unidos se convirtió en una dolorosa
realidad en la Guerra de Intervención de 1847-1848, que obligó a México ceder a
los Estados Unidos casi la mitad de su territorio.
Las problemáticas territoriales golpearon fuertemente a México, pero por
otro lado permitieron la conformación del territorio nacional y su
delimitación. Aquí vemos como el territorio mexicano se termina de consolidar.
A su vez, y aquí tenemos otra característica del proceso de consolidación
del Estado – Nación, la población se distribuye a lo largo del territorio. Las
ciudades del interior del país se pueblan, principalmente debido al auge del éxodo del campo hacia la ciudad. Así se conforman las ciudades más importantes de los
estados mexicanos.
Agustín de Iturbide fue una de las figuras más importantes de este período. Sus capacidades militares y políticas le permitieron ser coronado como el Primer Emperador de Mexico en el año 1822.
Antonio López de Santa Anna debió hacerse cargo de la nación durante un momento de fuertes clivajes internos y disputas con estados vecinos, como lo fue el caso de los Estados Unidos de América.
La bandera mexicana tiene sus comienzos durante esta época. Los símbolos propios,
que caracterizan a México, toman gran auge durante este periodo de la historia y al mismo tiempo incentivaban al pueblo, dándoles un grado de unidad. Leyendas como las de
Quetzalcóatl y la del águila cazando una serpiente encima de un cactus
(anunciada como un símbolo por los dioses para edificar la ciudad en el lugar
donde encontraran esa imagen) serían otro de los estandartes de esta época.
En la segunda mitad del siglo XIX la política mexicana empieza a tomar un
rumbo firme hacia el federalismo, con La Constitución Liberal de 1857,
formulada por un grupo de liberales civiles encabezado por Benito Juárez. Sin embargo, México tuvo que sufrir una
guerra civil y operar con una guerra internacional, el fallido intento de una
monarquía depositada en un príncipe europeo, Maximiliano de Habsburgo,
patrocinado por Francia. En 1877, al llegar al poder Porfirio Díaz por medios
revolucionarios, impone un dictadura militar que se prolonga por más de 30 años
durante los cuales Díaz logra pacificar el país e inicia un proceso de
crecimiento económico.
La consolidación del Estado Nación trajo aparejada consigo la instauración de los símbolos patrios. Entre los mismos se destaca la Bandera Nacional de Mexico, la cual fue utilizada por primera vez durante el Imperio de Agustín de Iturbide.
En la imagen podemos apreciar a Quetzalcóatl. Una de las principales deidades adoradas por diversas culturas mesoamericanas fue incluido dentro de los simbolismo del Estado mexicano.
La influencia positivista en México.
Como se menciona más adelante, el surgimiento de una nueva burguesía
industrial, sería significante para esta etapa de la historia. Las elites
mexicanas veían en el Estado una forma de mantenerse en el poder. Buscaban
controlar a la población. Sugerían que había progreso, pero en realidad el
progreso era solo para ellos. El resto de la población estaba sin ningún tipo
de beneficio por parte del sistema económico.
El ideal de "liberal en lo económico, conservador en lo político" lo podemos
encontrar durante este período en México. El modelo exportador benefició al país durante esta época, las potencias europeas y Estados Unidos eran grandes socios comerciales de
México. Pero el beneficio del comercio era solo para las élites. Por su parte
enunciamos que era conservador en lo político, porque se mantenía un control de
la población y se mantenía el status quo
impuesto por las élites. De esta forma
el Estado se vuelve fuerte, y los intereses de la burguesía se ven representados
en él. Con Porfirio Díaz el orden y la paz fueron los estandartes del país.
Esto ayudaba a la economía de la nación, en manos de la oligarquía. Estas
características, que las podemos asociar con el Ordem e Progresso en Brasil, demuestran la estabilidad que mantuvo
Díaz, la cual fomentó la atracción de inversiones extranjeras, que a su vez
permitieron la construcción de las principales vías ferroviarias del país. El porfiriato
mantendría la estabilidad nacional y el crecimiento a nivel interno, llevando a
México a una época dorada.
Maximiliano de Habsburgo es coronado en el año 1864 como el Segundo Emperador de México. Durante su mandato, la nación se encontraría bajo disputas internas.
Durante la segunda mitad del Siglo XIX la figura de Porfirio Díaz cobraría una gran relevancia. El líder mexicano que ostentó en reiteradas ocasiones el cargo de Presidente de la República, implementaría un sistema divergente al establecido en décadas anteriores, con una marcada influencia positivista.
Durante este período, se manifiesta el crecimiento de manera significativa
luego que Porfirio Díaz llegara al poder por medio de una revolución en 1876 e
impusiera un gobierno dictatorial que logró pacificar el país utilizando por un
lado medidas represivas y por otro una política de conciliación destinada a
servir de estrategia para conseguir la colaboración de sus enemigos políticos.
El crecimiento económico de México en esta parte se apoya de manera
primordial en la exportación de productos mineros y agropecuarios, estos
sectores productivos recibieron grandes aportes de inversores extranjeros,
franceses e ingleses en un principio. Para vincularse luego con el comercio
estadounidense, al punto que a comienzos del siglo XX este constituía más del
60% de la inversión total extranjera.
El considerable aumento del comercio exterior de México favoreció la expansión de la red ferroviaria,
la cual aun cuando estuviera dirigida a servir al comercio exterior, fue el
factor más importante en la creación de la infraestructura nacional de México,
por cuanto permitió se crearan condiciones económicas favorables para el
aumento de trabajadores asalariados y para el surgimiento de una incipiente
burguesía, en forma conjunta con la consolidación de la oligarquía
terrateniente.
La política latifundista en manos de extranjeros y de la élite mexicana
tuvo como consecuencia el despojo del cual fueron objeto los indígenas, pues un
número considerable de las tierras que habían poseído desde tiempos coloniales
fueron declaradas baldías por carecer sus dueños de títulos de propiedad. Hacia
1910 la gran mayoría de familias campesinas mexicanas carecían de tierra y
vivían bajo condiciones de subsistencia en tierras arrendadas, muchas veces las
mismas que habían sido de su propiedad.
Tomás Vera Ziccardi.
* El presente trabajo tiene todos sus derechos reservados a TVZC.
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