Estados Federados de Micronesia.
Autor: Tomás Vera Ziccardi.
El presente trabajo se encuentra dividido en tres unidades. La primera consiste de una breve introducción y descripción general de los Estados Federados de Micronesia. Esto le permitirá al lector tener en cuenta los pilares básicos de una nación sobre la cual posiblemente no posea un amplio conocimiento. En la segunda unidad se analizará la historia de dicho estado independiente. Haremos énfasis en los procesos que llevaron a su conformación y la influencia de otras naciones, en particular de los Estados Unidos de América. Finalmente en la unidad tres explicaremos la situación política en los EFM (Estados Federados de Micronesia) y a su vez describiremos el rol que juega dicha nación en el sistema internacional.
Unidad 1: Introducción al caso de estudio.
Los Estados Federados de Micronesia son un estado independiente cuya configuración político administrativa es la de una federación de estados, integrada por cuatro estados autónomos. Estos son Chuuk, Kosrae, Pohnpei y Yap. Se debe tener en cuenta que cada estado cuenta con su propia asamblea y gobierno local, de todas formas se encuentran subordinados a la Federación, articulada y resguardada a través de la constitución nacional. El poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la nación se encuentran a cargo de la Federación, en donde los representantes de cada estado forman parte mediante la Asamblea Nacional, es decir la rama legislativa del Estado.
Geográficamente los EFM se encuentran ubicados en el Océano Pacífico. Poseen una composición que supera las 600 islas, cubriendo de esta forma un espacio territorial que no rebasa los tres mil kilómetros cuadrados. De todas formas, el mar territorial de los EFM es sumamente amplio, superando los dos millones de kilómetros cuadrados. Es comprensible que parte de los ingresos de la nación provengan de la pesca y de los impuestos aduaneros para poder realizar actividades afines en su área económica exclusiva. Sus límites y fronteras los comparte con los siguientes estados: Islas Marianas Septentrionales, Islas Marshall, Palau, Papua Nueva Guinea y Nauru. Finalmente podemos apuntar que su ciudad capital es Palikir, ubicada en la Isla Ponape (es decir en el Estado de Pohnpei).
La población de los EFM es de 110 mil personas, la cual se encuentra distribuida en los cuatro estados de la siguiente forma: Kosrae posee una población de 7400 habitantes (estado menos habitado), Yap unos 11000, Pohnpei (estado donde se ubica la capital) 33000 y finalmente Chuuk con 53000 es el estado más poblado. Tengamos presente que la posición geográfica condicionó su población y densidad poblacional.
Habiendo expuesto las principales características político - administrativas, geográficas, demográficas y sociales, el lector puede ubicarse de forma acorde para el análisis histórico que se realizará en la siguiente unidad.
Bandera Nacional de los Estados Federados de Micronesia. Las estrellas representan a los cuatro estados miembros de la Federación.
Unidad 2: Perspectiva histórica.
La historia de los pueblos micronesios es basta e interesante. Su evolución a lo largo de los siglos precisa de un análisis particular y meticuloso. Para no desviarnos de nuestros propósitos, comenzaremos analizando la historia de lo que actualmente conocemos como los Estados Federados de Micronesia desde la llegada de los primeros colonos europeos.
Durante fines del siglo XV y a lo largo del siglo XVI el apogeo de los imperios de España y Portugal fue contundente. La lógica imperial que se gestaría a lo largo de dicho momento histórico se vinculaba con el control de territorios de ultramar, su colonización y el comercio de productos. Si bien hoy día ubicamos a los EFM en Oceanía, su proximidad geográfica con la región sur y sureste del Sudeste Asiático es evidente, y durante el siglo XVI esto posibilitó la cercanía de los pueblos locales con los europeos que se asentaban y comerciaban en lo que hoy conocemos como Indonesia, Papua Nueva Guinea y las Filipinas.
La lógica expansionista también poseía un condicionante de superioridad racial, con un alto grado de etnocentrismo. Esto explicaba porqué los europeos anexaban y ubicaban bajo su yugo colonial a otros pueblos. El control territorial pasaría pronto a manos de los españoles, quienes a su vez ya controlaban las Filipinas. Los enclaves españoles en Asia eran vitales para el comercio del Imperio así como también para la provisión de bienes primarios provenientes de dichos territorios. La influencia española aun se conserva en nuestros días, existen construcciones que datan del período colonial español, de todas formas el español no es una lengua utilizada por la población local, esto se debe a cuestiones que analizaremos más adelante.
Los españoles conservaron los territorios hasta fines del siglo XIX. Los problemas que aquejaban al Imperio en Europa y las revoluciones en la América Latina fueron disparadores que demostraron la caída de uno de los mayores imperios que Occidente jamás haya visto. La decadencia iniciada ya desde tiempos de los Borbones, combinado con el expansionismo napoleónico en Europa y los problemas en la casa real española, generaron consecuencias que perdurarían incluso durante la segunda mitad de dicho siglo.
Es importante tener en cuenta los acontecimientos que tomaron lugar durante las últimas décadas del siglo XIX. España se encontraba en decadencia, al mismo tiempo que los Estados Unidos se consolidaba como una potencia en ascenso. Dicha nación comenzó a disputar parte del poderío español. Por ejemplo en las Américas, donde territorios tales como la Florida pasarían a manos estadounidenses. Lo mismo sucedió en el Pacífico y Asia, de todas formas mediante políticas divergentes. Los americanos habían adquirido mediante la compra varios de los territorios españoles, pero las Filipinas representaban un bastión considerable de poder español. La revolución y las guerras en las Filipinas desencadenaron la batalla entre ambas potencias. Territorios como Guam y las posesiones coloniales en el Pacífico se pondrían bajo disputa. A esto debemos agregarle un condicionante clave, el cual es Cuba. Estados Unidos siempre consideró a la isla como un punto estratégico en el Caribe para el control comercial y territorial de la región. Los intereses estadounidenses en el Caribe eran amplios, y durante estos años de expansionismo, Cuba sería el territorio más deseado. La historia de Cuba posiblemente sea una de las más atrapantes, el rol de los españoles, la influencia americana, los intereses de sus corporaciones en la isla, el comercio azucarero, las batallas entre grupos sociales, las enmiendas que creó Washington para poder controlar la isla y tantos otros momentos históricos son trascendentales para comprender no solo la decadencia del Imperio Español sino también el expansionismo estadounidense en el Caribe. Es por esto que debemos tener en cuenta a Cuba si hablamos del conflicto español-estadounidense y de la posterior guerra americano-española de 1898.
En el mapa se puede observar el espacio territorial y marítimo de los Estados Federados de Micronesia.
Durante el último mes de 1898 se firmó el Tratado de Paris poniendo fin a la contienda bélica y cerrando lo que habíamos enunciado con anterioridad. Estados Unidos pasó a controlar gran parte de los territorios coloniales españoles y ejerció una influencia aun mayor sobre Cuba. Con respecto a los territorios que hoy conocemos como los EFM, estos pasaron a manos de otra potencia emergente de la época, estamos hablando del Imperio Alemán. Los alemanes compraron dichos territorios a los españoles con el fin de la guerra americano-epañola. Durante este momento histórico, e incluso con anterioridad, las mismas eran denominadas como las Islas Carolinas, de todas formas esta conceptualización tiende a ser errada ya que excluía varias islas de lo que hoy conocemos como los Estados Federados de Micronesia. El imperialismo alemán y sus posesiones de ultramar demuestran el cambio que tomó lugar en el sistema internacional durante los años del denominado "Expansionismo Europeo"; los alemanes controlaron territorios en África, Asia y Oceanía. En la región que a nosotros nos compete tuvieron importantes colonias tales como el Bismarck Archipel, las Marshall, las Marianas y por supuesto lo que ellos denominaron como las Karolinen, ocupadas desde 1899 hasta 1919.
Con respecto al período colonial alemán no hay demasiado para desarrollar, lo relevante es apuntar que luego de la Primera Guerra Mundial y con la derrota alemana, se firmó en 1919 el Tratado de Versalles. Dicho acuerdo apuntaba una enorme cantidad de clausulas que influían directamente sobre Alemania. Una de las mismas hablaba sobre los territorios de ultramar del Imperio. Alemania debió ceder sus colonias, de esta forma gran parte de los territorios que poseía en el Pacífico pasaron a manos de los británicos y japoneses. Las Karolinen ahora se encontraban bajo el control de otra potencia en ascenso y con cada vez mayor influencia en la geopolítica mundial, estamos hablando del Imperio del Japón.
El imperialismo japonés en Asia buscó condicionar puntos claves para la defensa de los territorios anexados. Varios puertos y ciudades desde Asia continental hasta el Pacífico se volvieron vitales para los intereses del Imperio. Los japoneses también buscaron influir directamente sobre las naciones conquistadas. Por una parte los gobiernos locales pasaron a estar bajo control de Tokyo, y por otro lado el Imperio envió a millones de japoneses a los distintos puntos de Asia y Oceanía para condicionar a la población local, dicha estrategia fue conocida como la "Relocalización" de población nativa. Tengamos en cuenta que el condicionante racial fue uno de los pilares del Imperio. Debemos señalar que en los Estados Federados de Micronesia se habla el japonés y hay un número relevante de descendientes japoneses, solemnes vestigios del Imperio.
La administración japonesa llegó a su fin con la derrota en la Segunda Guerra Mundial. Los territorios habían servido de base para las batallas marítimas en el Pacífico, donde la flota estadounidense debió sufrir la defensa que había estructurado Japón a lo largo de las últimas décadas de control colonial. La caída del Imperio significó la necesidad de resolver para los Aliados la cuestión de los territorios en el Pacífico. A partir de este momento se plantearía una temática que abriría un nuevo momento histórico para los territorios del Pacífico.
Los Estados Unidos de América, principal ejecutor de la lucha contra el Imperio del Japón en la Segunda Guerra Mundial, buscó a través de las Naciones Unidas delimitar el reparto de los territorios en Oceanía. En el año 1947 las Naciones Unidas establecen el Trust Territory of the Pacific Islands, un fideicomiso que habiendo sido otorgado a los Estados Unidos le permitía administrar dichos territorios. Las Islas Marianas, Islas Marshall, Palau y los Estados Federados de Micronesia se encontraban bajo dicho mandato. Cabe señalar que los EFM eran el territorio con mayor población, este no es un dato menor.
Las Naciones Unidas establecieron el Trust Territory of the Pacific Islands, otorgándole a los Estados Unidos de América el control sobre dicho fideicomiso.
Enunciamos a continuación las características más importantes de dicho período. En primer lugar el control político del TTPI (Trust Territory of the Pacific Islands) era ejercido por los Estados Unidos. En poder Ejecutivo de dicha nación se encargaba de la política interna y externa. No existía autonomía para las relaciones exteriores, por lo cual Estados Unidos también controlaba las relaciones con otras naciones.
Estados Unidos comenzó con una política de fuerte influencia sobre dichos territorios, tal como lo había hecho en otras naciones que habían estado bajo control japonés. El primer lugar se comenzó a utilizar el idioma inglés como lengua oficial en el TTPI. La religión protestante y también la católica se expandieron dentro de la población nativa (el catolicismo posee sus rutas en el período colonial español). Una política de inmigración fue adoptada, generándose la entrada de ciudadanos americanos en los territorios. Las islas se convirtieron en centros turísticos y centros financieros de mediano alcance. El dólar estadounidense se impuso como moneda en el fideicomiso. Pronto el comercio de las naciones se encontró sujeto a la moneda norteamericana y a la demanda de los Estados Unidos (tengamos en cuenta que gran parte de sus exportaciones eran dirigidas hacia los Estados Unidos). Al encontrarse la administración bajo control estadounidense, los representantes no eran elegidos, sino designados por la autoridad central.
Los territorios de Chuuk, Kosrae, Pohnpei y Yap llevaron a cabo en el año 1979 conversaciones para redactar una constitución, saliendo del fideicomiso y conformando los Estados Federados de Micronesia. Los demás territorios se mantuvieron al margen. La política de los Estados Unidos en un principio fue cautelosa, buscó diseñar la mejor salida posible. En el año 1986 aceptó la finalización del TTPI y firmó un acuerdo de libre asociación con los EFM, reconociéndolo como estado independiente y soberano, y al mismo tiempo siendo la primer nación con la cual firmó un tratado internacional, el denominado Free Associaciation Treaty. Con el fin de la Guerra Fría y la reorganización del mapa mundial, se le concedieron mayores libertades, tales como la defensa, y al mismo tiempo se incorporó a los Estados Federados de Micronesia como miembro de las Naciones Unidas. La nación comenzó a celebrar tratados internacionales y a ejercer el derecho de legación, es decir el envió y recibimiento de misiones diplomáticas.
Unidad 3: Política interna y relaciones exteriores.
Tomando en cuenta lo expuesto en la Constitución de 1979, el Poder Legislativo se encuentra compuesto por la Asamblea Nacional. La misma es de conformación unicameral, posee 14 miembros permanentes. De estos catorce miembros, diez son elegidos por voto popular en cada una de las circunscripciones electorales de la nación, los cuatro restantes son elegidos en representación de cada uno de los estados de la Federación. Lo interesante de este sistema es que a pesar de ser unicameral, emula la representación por parte de cada estado (al igual que en los Estados Unidos de América) y al mismo tiempo posee miembros electos de acuerdo a los distritos electorales. Podemos observar que los miembros de la asamblea elegidos por sufragio universal se encuentran vinculados con el principio de single member constituency, y ocupan sus bancas por un período de dos años. Los miembros que representan de forma única a los cuatro estados son elegidos por un lapso temporal de 4 años y su designación depende de lo estipulado por las Asambleas Estatales, es decir los órganos legislativos de los estados de la Federación. Cabe apuntar que los estados poseen su propia Asamblea Estatal.
El poder ejecutivo de la nación se encuentra a cargo del Presidente de la Nación. Lo interesante de los EFM es que tanto él como su Vicepresidente son elegidos por la Asamblea Nacional, y deben ser miembros de la misma en representación de los 4 escaños estaduales. Su período de ejercicio de funciones es de cuatro años con posibilidad de reelección. El gabinete se encuentra compuesto por siete miembros encargados de los siguientes departamentos: Justicia, Relaciones Exteriores, Desarrollo, Finanzas, Salud, Educación y Transporte.
Repasemos las distintas administraciones que han gobernado los Estados Federados de Micronesia desde 1979. Nakayama Tosiwo fue el primer presidente de los EFM. Desempeñó toda una vida en el servicio público y ocupó importantes cargos durante los años del fideicomiso. Fue elegido por la Asamblea Nacional de forma unánime, de la misma forma ha sido el único presidente reelegido en toda la historia que logró cumplir ambos mandatos. Se destaca el importante rol que jugó en los primeros años de la nación para la promoción de los EFM ante el mundo. Su ejercicio en el poder fue durante el período 1979-1987.
John Haglelgam ocupó la presidencia de la nación desde 1987 hasta 1991. Fue el primer máximo mandatario en no lograr su reelección. Fue sucedido por Bailey Olter (1991-1996), pero las funciones en el cargo las desempeño el por aquel entonces vicepresidente de los EFM, Jacob Nena. Debido a cuestiones de salud, Nena continuó con el gobierno de Olter. Ejerció el poder hasta el año 1999, cuando Leo Falcam fue electo. Ocupó el poder desde 1999 hasta 2003. Joseph Urusemal fue elegido presidente a lo largo del período 2003-2007, y finalmente Emanuel Mori es el actual máximo mandatario desde entonces.
Fachada de la Asamblea Nacional de los Estados Federados de Micronesia.
La totalidad de los presidentes llevaron a cabo una importante trayectoria política desde los tiempos del TTPI, su llegada al poder se consagró por años de servicio público y una importante red de contactos a lo largo de los distintos estados de la Federación, una cuestión que explica el bajo rol de las estructuras partidarias en los EFM.
Al ser una nación independiente, los Estados Federados de Micronesia deben llevar a cabo sus relaciones con el resto de los estados del sistema internacional, organizaciones internacionales y organismos regionales. Las relaciones exteriores se encuentran a cargo del Poder Ejecutivo de la Nación. El Departamento de Relaciones Exteriores articula la política exterior. Su posición es cercana a los Estados Unidos de América, algo que también se encuentra representado dentro del marco de las Naciones Unidas, organismo del cual es miembros desde el año 1991. Otros importantes nexos políticos y comerciales son con Japón, la República Popular de China y Australia.
Los Estados Federados de Micronesia han firmado y ratificado una gran variedad de tratados y convenciones internacionales. Destacamos algunos a tener en cuenta: Acuerdo del Pacífico Sur (1990), la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas (1991 firma y ratificación), Convención de Viena sobre Relaciones Consulares (firmada y ratificada el mismo año que la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas), Tratado de No Proliferación Nuclear (1995), el Protocolo de Montreal (1995), la Convención de Derechos del Mar (1991) y el Protocolo de Kyoto (1999).
El presidente Emanuel Mori dando su discurso en la apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La Federación mantiene relaciones con naciones de todos los continentes. En varios casos no dispone de un embajador residente. Es importante señalar que la apertura de relaciones con el mundo comenzó a generarse a partir de los años '90s, mismo momento en el cual ingresa a la ONU. Mencionaremos algunas de las naciones con las cuales mantiene relaciones diplomáticas. En el continente europeo lo hace con Alemania, España, Italia, Francia, la Santa Sede, entre otras. En América Latina: Argentina, Brasil y México. Oceanía: Australia, Nueva Zelanda, Fiji, Papua Nueva Guinea, entre otras. En el continente africano lo hace con Egipto y Marruecos. En Asia Vietnam, Camboya, otras.
Tomando en cuenta lo analizado en términos de geopolítica podemos apuntar que los Estados Federados de Micronesia han llevado a cabo desde el fin de la Guerra Fría un gran esfuerzo por ampliar sus vínculos dentro del concierto de las naciones. La política exterior de dicha nación ha buscado diversificar sus relaciones; si bien la influencia de Estados Unidos es amplia, los acercamientos con la RPC, sus vínculos en América Latina y el comercio con las naciones de Oceanía han aumentado. La nación ha buscado formar parte en diversas convenciones internacionales, al mismo tiempo que se ha suscrito a una importante cantidad de tratados internacionales. Posiblemente su rol en la región de Oceanía no sea preponderante, pero destacamos su labor en ascenso con ansias por mejorar la propia posición en la región.
Tomás Vera Ziccardi.
* La totalidad del presente trabajo es obra material e intelectual del Señor Tomás Vera Ziccardi. Los derechos de dicha obra quedan reservados a TVZC por expreso pedido del autor.
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