martes, 25 de enero de 2011

¿El milagro japonés en Brasil?

El siguiente artículo está dedicado a toda la comunidad japonesa radicada en la República Federativa del Brasil.

En primer lugar tenemos que mencionar qué fue el milagro japonés. Luego de la Segunda Guerra Mundial, en donde Japón se había posicionado como una de las potencias, a pesar del duro momento que debió atravesar en los primeros años luego de la derrota en la misma, (de hecho fue la primer potencia no europea en ganar una guerra frente a una potencia europea, recordemos la Guerra Ruso Japonesa de 1905), por lo cual vemos el poder que había logrado consolidar Japón durante el siglo XIX y XX. Este poder lo traduciría en su ideario imperialista, saliendo a conquistar territorios del Pacífico y del Sudeste Asiático, poniendo así en amenaza el control que ejercía Estados Unidos en esta región del mundo. Luego del conflicto bélico y con las dos bombas atómicas que Estados Unidos arrojó sobre Hiroshima y Nagasaki, Japón sufriría una fuerte derrota bélica y política, seguida de una crisis económica sin precedentes en el país asiático. De esta forma comenzaría una época oscura para el país que ahora estaría bajo la tutela de los Estados Unidos de América.






Los japoneses llegaron a Brasil desde tempranos momentos. Primero trabajaron en las fazendas y campos, con el paso del tiempo y el crecimiento de Japón a nivel internacional lograron desenvolverse en las empresas más importantes que su país radicó en Brasil.





La Guerra Fría estaba comenzando a azotar al mundo, por lo cual muchos países comenzarían una carrera armamentística sin precedentes en la historia de la humanidad. Muchos pensarían que Japón se uniría a esta carrera de las potencias, pero al estar bajo tutela norteamericana, esto no sería posible, por lo cual Japón comenzaría un proceso de crecimiento económico basado en la elaboración de bienes no bélicos, que iban desde maquinarias pesadas para la elaboración textil hasta una fuerte industria automotriz que brillaría durante los próximos 50 años, llegando incluso a poner en jaque a las grandes empresas automotrices norteamericanas (recordemos la famosa “Crisis de la Ford y General Motors” en los años 80, con la fuerte entrada de vehículos japoneses al amplio mercado norteamericano y mundial). De esta forma Japón, junto con Alemania que tendría una experiencia similar, sería el país con mayor crecimiento del mundo, teniendo una economía fuerte, inversiones en todo el mundo, la Bolsa de Valores mas importantes de Asia, junto con la de Hong Kong luego del retiro británico de este territorio, y una política nacional que aseguraba el crecimiento económico constante. Este fenómeno característico de la historia se lo denomina “El milagro japonés”, aunque particularmente en mi opinión fundamentada en mi amplio interés y estudio por este país, de milagro no tiene nada, ya que es de esperarse este tipo de conductas por parte de una sociedad estructurada que a lo largo de la historia ha demostrado una superioridad en todos los ámbitos. No es casual que Eric Hobsbawm haya señalado: “La misma historia nos ha enseñado que los japoneses son los mejores alumnos de la historia”. Es una frase un poco capciosa, pero nos permite observar en una frase la visión que tienen diversos académicos y el mundo acerca de Japón.






El barrio de Liberdade en Sao Paulo es la localidad más identificada con el Japón. Miles de japoneses y nikkeis viven en este barrio, donde aun se conservan las tradiciones típicas del país del Sol Naciente.





Varios acuerdos entre el gobierno de Brasil y el de Japón llevarían a  establecer a miles de familias en el país sudamericano. El flujo de inmigrantes alcanzaría la mayor suma de japoneses fuera del país, es decir que Brasil acogía a la mayor comunidad japonesa fuera del Japón. Muchos de ellos se establecerían en la ciudad de Sao Paulo, principalmente. Esta población japonesa que estaba acostumbrada a las industrias en su país nativo comenzarían a capacitar, debido a otro mutuo acuerdo entre los gobiernos ya nombrados, a trabajadores brasileros, permitiéndoles de esta forma estar aptos para el trabajo en las grandes industrias que el Japón establecería en Brasil bajo la tutela de las principales entidades japonesas. Es así como la Toyota Motors, Mitsubishi Motors, Matsushita Electric, Sumitomo Corporation, Itochu Corporation y Sony encontrarían un mercado muy amplio donde posicionar sus productos, principalmente debido a la gran población que ostenta Brasil, un país con una mano de obra barata, un país que les aseguraba estabilidad, debido al acuerdo entre las naciones y a un país con amplio territorio para establecer industrias.






Una joven nikkei durante una celebración vinculada a la cultura japonesa en Curitiba, Brasil.
Imágen cortesía de Wikipedia.





El crecimiento económico de Brasil estaría dado en gran medida por estas industrias antes mencionadas, las cuales llevarían a un desarrollo tecnológico del país que lo hacía sobresalir del resto de América Latina, que a su vez se traduciría en el crecimiento demográfico y económico de la ciudad de Sao Paulo, llegando a ser hoy en día la ciudad con mayor población en Sudamérica y uno de los principales centros económicos y financieros de la región junto a Buenos Aires (es común referirse a Sao Paulo como el Japón brasilero, debido a la aglomeración poblacional que posee esta ciudad, lo cual se traduce en polución, un tránsito desbordado por la cantidad de automóviles, la gran cantidad de industrias establecidas en la ciudad muchas japonesas y otras multinacionales atraídas por el crecimiento y la densidad demográfica estatal).







La Toyota Motor Corporation, una de las empresas automotríces más prestigiosas del mundo, posee una de sus plantas más importantes en Sao Paulo, Brasil.





Con estos conceptos mencionados muchos historiadores hablan del crecimiento económico que Brasil ha ido desarrollando desde mediados del siglo XX hasta la actualidad como “El segundo milagro japonés”, que si bien se da en Brasil, tiene un origen japonés, una ideología japonesa, una instrucción japonesa y un acompañamiento por parte del gobierno japonés y de los casi 2 millones de japoneses y descendientes japoneses que se encuentran hoy en día en Brasil.
Es importante mencionar que si bien a lo largo del siglo XX muchos japoneses se han ido radicando en Brasil, desde comienzos de siglo hasta hoy en día, el cambio de gobiernos los ha perjudicado en varias ocasiones. Por ejemplo durante el gobierno de Getúlio Vargas, Brasil le había declarado la Guerra a Japón, por lo cual muchos japoneses fueron perseguidos durante la época de la Segunda Guerra Mundial. A su vez durante los años 90 con la crisis inflacional en Brasil muchos descendientes de japoneses se vieron forzados a emigrar hacía otros lugares del mundo.





Sao Paulo, Brasil. La ciudad más poblada de Sudamerica y el principal centro económico de la región. Comunmente es comparada con las principales ciudades japonesas tales como Tokyo, Osaka y Yokohama debido a su imponente paisaje urbano.




La migración japonesa en Brasil se puede definir como inusual e inesperada, en donde ya por 1908 y 1910 los contingentes de japoneses llegaban a una región del mundo completamente diferente a su país de origen, a su cultura y a su forma de vida. Muchos comenzarían trabajando en el campo, con el tiempo serían perseguidos por Vargas debido a las tensiones políticas y diplomáticas que acarreaba el mundo durante la Segunda Guerra Mundial, finalmente las grandes corporaciones y entidades japonesas se posicionarían en un mercado perfecto para ellos, lo cual llevaría al inesperado crecimiento en el rubro tecnológico, industrial y económico de Brasil. Vale aclarar que no todo el crecimiento económico de Brasil fue dado por las inversiones japonesas, pero fue importante para el posicionamiento de Brasil como una potencia emergente mundial en la actualidad, con un alto grado de industrialización y tecnología.




                                                                                Tomás Vera Ziccardi.