miércoles, 31 de agosto de 2011

Tailandia.

Históricamente el Reino de Tailandia ha sido uno de los principales actores del Sudeste Asiático. Desde los tiempos del Reino del Siam hasta su actual situación como una potencia regional, este estado independiente debe ser estudiado con sumo detalle para comprender el desenvolvimiento de la región.
En este trabajo realizo un seguimiento histórico de Tailandia y cómo presenta importantes divergencias con respecto a otros países asiáticos, lo cual nos llevará a comprender de una mejor forma su desenvolvimiento a lo largo del siglo XX y consecuentemente su situación actual como una de las potencias emergentes en el siglo XXI. Al mencionar esto, cabe destacar que el trabajo posee una marcada influencia del Autor donde intentará demostrar como Tailandia es una potencia mundial, ya que mantiene un crecimiento económico y un desarrollo industrial bastante avanzado.
A pesar de ciertos aspectos que pueden plantear la duda de sí Tailandia es o no una potencia emergente, el Autor demuestra como su población, sus relaciones comerciales, su desenvolvimiento en organismo internacionales y su potencial económico están llevando a Tailandia hacia una importante posición a nivel mundial.








INTRODUCCIÓN.







Para aquellos que estudiamos al Sudeste Asiático es algo sumamente interesante observar las relaciones que han tenido los diversos reinos de la región durante los últimos 1000 años. La consolidación de reinos, la lucha entre ellos mismos, la influencia de China e India en la región y la posterior vinculación con las potencias europeas ha llevado a que el mapa geopolítico del Sudeste Asiático haya ido variando con el paso de los siglos. Al haber tenido la posibilidad de realizar estudios de caso sobre países como Myanmar (ex Birmania), Vietnam y Camboya, he podido observar que todos los países de la región poseen una cierta influencia de las grandes y tradicionales potencias, sin embargo también han sabido consolidar poderosos reinos e imperios locales, tal y como supieron ser el Reino Khmer, el Reino Aulac o el Reino del Siam. Esto nos permite comprender que las luchas de poder dentro de la región también han tenido un importante rol en la historia del continente asiático. Los birmanos han sabido expandirse sobre gran parte de la región, los Viets también lo han realizado, los Khmer llegaron a consolidar una fuerte hegemonía regional y los Thai llegaron a conformar un poderoso reino que era objeto de admiración por los europeos del siglo XVIII y XIX. El poderío político y militar de varios de estos reinos ha producido la expansión de creencias y culturas, es así como podemos ver que el budismo y el hinduismo han tenido un notorio papel en la región y que a su vez con el paso de los siglos han ido variando hasta llegar a consolidar las religiones actuales que encontramos presentes en cada estado independiente.
Teniendo en cuenta los postulados anteriores es preciso analizar en detalle las variaciones que han tenido lugar en Tailandia desde fines del siglo XIX hasta la actualidad, esto nos permitirá comprender la importancia de Tailandia como uno de los actores más influyentes de Asia.







 
EL REINO DEL SIAM.







 
Si bien podemos formalmente hablar de Siam desde 1351 con la consolidación del Reino Ayutthaya, el cual empeñó la función de potencia dominante en la región por más de 400 años, comienzo esta unidad a partir de 1782 con la conformación del Reino Rattanakosin al cual se le atribuye el nombre de Siam, que es a su vez el período de la historia tailandesa que más se ha difundido en Occidente con respecto a lo que denominamos Siam.
Luego de la expansión burmesa sobre Siam, la cual había ocasionado la caída del Reino Ayutthaya, la resistencia nacional del Siam logró derrotar a los birmanos y consiguientemente consolidó un reino nacional nuevamente.
El recientemente coronado rey Taksin El Grande logró centrar el poder en las tierras centrales de lo que hoy conocemos como Tailandia y posteriormente se expandió hacia el Este, anexando a su territorio lo que actualmente conocemos como Camboya. Durante su mandato logró centralizar el poder y alejar a los birmanos, al mismo tiempo que logró importantes anexiones territoriales.
Con el paso de los años Phraya Taksin aumentó sus conquistas territoriales, logrando expandirse hacia el Noroeste y controlar Chiang Mai, coronándose victorioso frente a los Laosianos, anexando parte de sus territorios, y finalmente dirigiéndose hacia el Sur al mismo tiempo que anexaba parte del territorio peninsular.
Rápidamente sus conquistas territoriales y la centralización del poder que ejercía llevaron a que Taksin comenzara a tener problemas con diversos grupos de poder. En primer lugar comenzó a generar un culto hacia su persona, lo cual no era visto como correcto por parte de los monjes. Luego comenzó a tener divergencias con algunos de sus altos generales dentro del ejército. Finalmente parte de los mercaderes, que cada vez acrecentaban más su influencia en la economía del Reino, encontraron en Taksin una barrera para avanzar en la escala social, lo cual claramente perjudicaba sus intereses.
De esta forma, luego que Taksin enviara sus tropas hacia Camboya, un movimiento rebelde en su contra surgió inesperadamente. Esto lo dejó improvisto de sus tropas, y debemos agregar por otro lado, que algunos sectores del ejército conspiraban contra su persona. De esta forma el movimiento no pudo ser reprimido, sumado al apoyo popular por parte de los principales opositores a Taksin y al apoyo económico de los comerciantes que rivalizaban con el monarca, terminó desencadenando su derrocamiento y ejecución.No es casualidad que su sucesor, fuera Ramathibodi, principal general a cargo de las tropas de Taksin.
Históricamente se ha señalado a Ramathibodi como un conspirador contra el rey, ya que al saber del levantamiento opositor alejó las tropas para luego regresar y ser proclamado como el nuevo monarca.
Ramathibodi daría inicio a la Dinastía Chakri y a la descendencia dinástica de los Rama, siendo coronado como Rama I. Dentro de sus logros se destacan la unificación nacional y el traslado de la capital a Bangkok. De esta forma, Ayutthaya dejó de ser el principal centro de poder de Siam y al mismo tiempo perdió el status de capital del reino, ahora trasladada hacia el sudoeste, ubicada al paso del Río Menan y situada en un lugar estratégico para el comercio marítimo.








En la imagen podemos apreciar un monumento actual de Taksin "El Grande". Este monarca supo expandir las fronteras de Siam y adquirir vastos territorios, de todas formas su creciente poder y el culto que se estaba generando hacia su persona provocaron malestar en los grupos de poder más fuertes de la época.






Rama I tendría que afrontar dos cuestiones de suma importancia. En primer lugar consolidar su poderío a nivel local, para esto conformó un sistema administrativo con fuerte presencia en las provincias y con un ejército controlado por su hermano, al mismo tiempo que estableció una fuerte cartera de ministros, los cuales provenían en su mayoría de la familia real thai. Luego de consolidar su hegemonía local debió hacerle frente a los birmanos, quienes vieron en el creciente poderío thai una amenaza, por lo cual las disputas con los burmeses fueron acontecimientos habituales durante su mandato. Las cuestiones regionales no solo se restringían a los problemas con Burma, también afrontó batallas militares con los camboyanos y los laosianos, estableciendo un control sobre los mismos. Por otro lado, Vietnam estaba obteniendo un fuerte poderío, lo cual también llevaba a disputas con Siam, ambos tenían antecedentes en la fallida expedición thai a Vietnam luego de una jugada política por parte del soberano vietnamita que había logrado encontrar en Siam aliados para recuperar su poder perdido a manos de Nguyen Hue. La aplastante derrota significó el inicio de los problemas con Vietnam, que por otro lado buscaba expandir su control hacia el Sudoeste para controlar y anexar Camboya. En segundo lugar Rama I debió comenzar a disputar su poder con los europeos, quienes para el siglo XIX habían expandido su control en la región. Gran Bretaña controlaba la India y posteriormente, luego de las guerras Anglo-Burmesas, se harían con el control de Burma, por lo cual su avanzada hacia el Este significaba que pronto intentarían controlar Siam. Desde el extremo oriental de la región, los franceses también ejercerían presión para controlar Siam. La adquisición de Vietnam y luego de Laos y Camboya, llevaría a la conformación de la Indochina Francesa. De esta forma, Tailandia se encontraría encerrada por el expansionismo colonial europeo, que prácticamente terminaría repartiéndose toda la región. Pero aquí es donde se comienza a observar una de las características sociales de los thai, la cual es su impecable habilidad para las relaciones diplomáticas. Los diversos monarcas de Siam habían impulsado desde una temprana edad relaciones con los principales centros de poder europeo, en lo que podemos denominar una excelente jugada política para conservar su soberanía ante lo que ya para el siglo XVIII podía comprenderse como el inicio de la expansión colonial europea.








Ramathibodi fue el principal general del ejército del Rey Taksin. Luego de una inteligente estrategia logró derrocar al monarca y proclamandose a sí mismo como Rey, al coronarse como Rama I, dio orígen a la Dinastía Rama, la cual se mantiene hasta nuestros días. Uno de sus principales logros fue el traslado de la capital de Siam hacia Bangkok.






La consolidación de poder en todos los aspectos de Siam por parte de Rama I, le valió a su sucesor, Rama II de un fuerte control sobre la economía del reino y de una centralización hegemónica la cual le permitía controlar las diversas regiones del reino. De todas formas, durante su mandato las cuestiones políticas y territoriales con los europeos aumentarían. Gran Bretaña había logrado anexar Singapur, desde donde consolidarían un centro económico regional para el comercio de sus productos y el abastecimiento de materias primas. Algo similar realizarían posteriormente en Hong Kong. Con esto quiero dar a entender como el anhelo expansionista británico y la búsqueda de acrecentar su poderío económico los llevó a luchar por el dominio total de la región, desde la India hasta Indochina, donde se encontraban con los intereses coloniales franceses. Algo similar a lo sucedido en África. De todas formas a pesar de la puja británica por obtener territorios y concesiones preferenciales para el comercio, Rama II logró mantener a Siam como un reino soberano e independiente.
Rama III buscó llegar a un acuerdo con los británicos para no caer en la misma situación que los birmanos, por lo cual en el año 1826 tiene lugar el tratado Siam-Reino Unido, mediante el cual se le permitió a Gran Bretaña tener concesiones comerciales en Siam, lo que llevó a que el monopolio real sobre la economía del reino comenzara a abrirse, generando beneficios para Siam debido a la entrada de productos británicos, debido a la modernización del ejército y finalmente debido al crecimiento de Bangkok como uno de los principales centros financieros de la región. Es aquí donde debemos destacar que Siam logró un rápido avance con respecto a sus vecinos, comerciantes británicos, holandeses y chinos se asentaron en Siam para poder ampliar sus compañías y de esta manera comenzaron a generarse mayores beneficios para el Reino.
Durante el mandato de Rama III se llevó a cabo una importante inversión en arquitectura y construcción urbanística, algo que según señalan algunos historiadores, había comenzado durante los tiempos de Rama II. Bangkok se embelleció y el esplendor fue una de sus principales características. Para tener una idea, durante esta época se edificó el Templo de Wat Pho, que hoy es comúnmente conocido como el templo de "Reclining Buddha".
La modernización del ejército, la apertura económica, los beneficios del comercio, el crecimiento urbano dentro del reino y las mejoras sociales fueron vitales características del mandato de Rama III, quien de todas formas para el fin de sus días llegó a oponerse a los británicos y norteamericanos, que cada vez ejercían una presión mayor para el comercio y la protección de sus intereses y el de sus empresas.
En conjunto con las medidas de apertura económica, los extranjeros comenzaron a reclamar medidas políticas, las cuales favorecerían sus intereses, algo a lo que Rama III se había negado fuertemente. Sin embargo al morir el rey, su sucesor Rama IV debería hacerle frente a estas cuestiones de suma importancia.
Durante los siguientes años las tensiones con  los británicos y franceses aumentaron, por lo cual Rama IV debió firmar diversos tratados con los británicos, en los cuales les otorgaba beneficios comerciales en Siam, mientras que con los franceses se tendrían fuertes disputas que permanecerían incluso hasta el mandato de Rama V.









Durante el reinado de Rama III se llevó a cabo un importante proyecto de urbanización y edificación. Esto se encuentra demostrado en la imagen, la cual retrata la vida en Bangkok durante la primera mitad del Siglo XIX.






El poderío británico parecía acrecentarse, por lo cual varios funcionarios del rey temían a que se terminara cediendo la totalidad del reino, algo que tanto para la monarquía como para los comerciantes locales era  inconcebible.
Los franceses habían logrado controlar Hanoi, por lo cual su expansión hacia el Oeste iba en aumento. Pronto lograron obtener Camboya. Esto demostró que en Siam se tenía una fuerte convicción en que si se realizaban concesiones económicas a Gran Bretaña, estos últimos los defenderían militarmente en caso de una disputa con los franceses.
Sin embargo la astucia francesa desencadenó en falsos conflictos que ocultaban el interés de anexar territorios que se encontraban bajo control de Siam. Así fue como durante los tiempos de Rama V, Laos y otros territorios del Sudeste de la región quedaron bajo control francés.
Durante las primeras décadas del siglo XX Siam perdería algunos territorios, lo que antiguamente había sido un reino que abarcaba desde el Norte de Laos hasta la región Malaya, ahora se encontraba reducido debido a la cesión de territorios. A pesar de esto, a nivel político se intentó llevar a cabo una apertura, comenzando a desprender un poder totalitario por parte de la monarquía, en parte debido a la influencia europea sobre los mandatarios de Siam y sobre el propio rey. Pronto Siam logró una nueva modernización económica, donde se crearía una extensa línea ferroviaria, donde los telégrafos comunicarían al reino y donde las fuerzas armadas conocerían las modernas armas que se estaban utilizando en el Viejo Continente.
Si bien las medidas y reformas políticas no fueron trascendentales, ya que el poder continuó estando en manos del monarca, las mismas comenzaron a gestar la idea de un cambio de sistema político, principalmente en cuanto al manejo de fondos y a la administración por regiones del reino.
Rama VI continuó con el plan de modernización de su antecesor, no solo se ampliaron las líneas ferroviarias, si no que ahora se edificaron puentes, se pavimentaron las principales ciudades y se crearon carreteras para conectar las distintas provincias del reino.
Por otro lado se crearon escuelas y universidades, generando beneficios en materia educativa. Sin embargo la brecha entre la realeza y las clases sociales altas con respecto al resto de la población era demasiado amplia. Hasta el momento hemos visto como el Reino del Siam ha ido cambiando con el paso de los mandatos de la Dinastía Rama.
Desde la consolidación monárquica y el poderío militar, pasando por la anexión de territorios y la conformación del Gran Siam, hasta llegar a la apertura económica, la modernización del reino y las duras relaciones con las potencias europeas que desembocaron en perdida de territorios y firma de tratados comerciales, Siam logró ser un actor vital en la región. Los siglos XVIII y XIX vieron la evolución de Siam, de lo cual podemos destacar su proyecto de modernización y crecimiento económico, sin olvidarnos de la confianza thai en conservar el reino e impedir caer en las manos del colonialismo. Una vez iniciado el siglo XX, Siam comenzó a tener un mayor rol en el Sudeste Asiático, en parte debido a su autonomía que le permitía mantener relaciones bilaterales con las diversas potencias de la época, en lugar de encontrarse subordinado a los designios de estas potencias como fue el caso de Vietnam y Camboya.









El Templo de Wat Pho fue refaccionado durante este período. Dentro del mismo se encuentra una de las estatuas más famosas del mundo, símbolo de Asia, el majestuoso "Reclining Buddha".






 
De todas formas vamos a observar que con el inicio de la Primera Guerra Mundial, Tailandia va a unirse al bando de los aliados al declararle la guerra a Alemania, en parte debido al interés nacional de mantener buenas relaciones tanto con Francia como con Gran Bretaña. Su rol en la Primera Guerra Mundial no fue sumamente importante hablando en términos bélicos o en cuanto al envió de tropas, debemos tener en cuenta que para esta época se presencia la famosa "Caída de los Grandes Imperios", con la caída de la Rusia zarista, el Imperio Otomano y del Imperio Austro-Húngaro, acto siguiente por el cual las potencias coloniales van a sufrir grandes golpes en cuanto a la hegemonía que habían mantenido durante el siglo XIX. Ahora bien, regresando a la Primera Guerra Mundial, la estrategia del Siam, de obtener beneficios con los aliados al declararle la guerra a Alemania, dio resultado, ya que esto le valió un lugar en el Tratado de Versalles, donde los vencedores de la "Gran Guerra" impusieron fuertes restricciones y reparo de daños de guerra sobre Alemania.
Por otro lado es importante mencionar que Siam formó parte de la Sociedad de las Naciones, iniciando de esta forma su participación en organismos internacionales.
Siam obtuvo un lugar en la cúspide de la toma de decisiones a nivel mundial, un gran paso para un reino que comenzaba a tener un rol cada vez más trascendental. Es aquí donde decido establecer un punto de partida formal para lo que va a ser el comienzo del rol supremo tailandés por la política internacional, en la búsqueda de un lugar dentro del grupo de las grandes potencias. Algunos autores se remontan al siglo XVII y XVIII donde los reyes del Siam enviaban emisarios a diversos destinos europeos para expandir sus ideales y destacar el lugar que ostentaba Siam en Asia, de todas formas creo que podemos hablar de movimientos previos, pero formalmente Siam va a iniciar la visión de creer en sí misma para alcanzar un lugar dentro de las naciones más importantes del mundo, sabiendo que no podía ubicarse a la altura de Gran Bretaña o Francia, o posteriormente durante la Guerra Fría a la altura de los Estados Unidos de América o la Unión Soviética, pero sí dentro del segundo grupo de potencias, lo cual era posible si lograban continuar consolidando su poderío dentro de lo que es el Sudeste Asiático.






 


Tailandia tuvo una interesante participación durante la Primera Guerra Mundial y los posteriores Acuerdos de Versalles. En la imagen podemos apreciar a las tropas del Ejército Real de Tailandia desfilando a través del Arco del Triunfo en Paris, Francia.






 
No deseo confundir al lector, haciéndole creer que Tailandia siempre buscó ser una potencia hegemónica, lo que intento realizar es demostrar el inicio, hacia fines de la Primera Guerra Mundial, del objetivo tailandés por lograr consolidarse como una potencia regional, algo que le daría lugar entre las potencias de segundo rango a nivel mundial. Esto es algo similar a lo planeado desde estados independientes como la República Argentina o la República Federativa del Brasil durante este período.
Los últimos años de Rama VI en el poder estuvieron marcados por diversas crisis económicas, políticas y sociales.
Luego de la Primera Guerra Mundial, los aliados debieron afrontar una fuerte crisis debido a los gastos que una guerra de tales magnitudes había generado. Esto llevó a que Francia y Gran Bretaña dejaran de comerciar en gran medida con ciertos socios o con algunas de sus colonias y protectorados, por otro lado las exportaciones de países como Tailandia en lugar de incrementar comenzaron a decaer debido al efecto negativo que generó la falta de inversión de capitales británicos en el reino. A medida que la economía se contraía, los lujos y gastos de la oligarquía y del rey generaron cierto descontento por parte del resto de la población. La crisis social en parte debida a la situación económica y en parte al debida al contraste de las clases bajas con las clases altas se acentuó. Por otro lado la situación política no ameritaba cambios, la Conferencia de Versalles había generado cierto optimismo, pero la apertura política no era tan amplia y si bien había funcionarios políticos que no provenían de las elites, los puestos más importantes en cuanto a la toma de decisiones continuaban estando bajo control de la poderosa realeza.
Debido a que el rey no poseía descendientes, su hermano lo sucedió en el trono, proclamándose como Rama VII. Si bien el nuevo monarca comenzó a llevar a cabo reformas políticas para generar una mayor participación (creó el Consejo Supremo de Estado del Siam, el cual era un consejo de consultoría para resolver ciertas cuestiones nacionales y ayudar al rey), la situación económica empeoró; a nivel mundial, las grandes potencias estaban aplicando medidas proteccionistas para reactivar sus economías, algo que no ayudaba a Siam, ya que continuaba dependiendo del comercio con sus principales socios europeos.









Rama VII (en la imagen) buscó impulsar reformas políticas para generar una mayor apertura y participación en la toma de decisiones. A pesar de no haber podido lograrlas, debería prepararse para los acontecimientos que tomarían lugar en el año 1932.






A pesar de esto último, el Consejo logró reducir el abultado gasto público, lo cual mejoró levemente la situación económica, pero fue bastante contraproducente ya que esta medida implicó la reducción de los salarios de diverso funcionarios públicos, entre los cuales se encontraban diversas personalidades del sector militar, las cuales no dejarían pasar este acontecimiento y le harían pagar un alto precio a la monarquía en un futuro no muy lejano.
Regresando al plano político, Rama VII buscó la creación de una constitución y la formación de un parlamento, al estilo británico, para comenzar a introducir al pueblo en la toma de decisiones a nivel nacional, sin embargo esto no logró realizarse.
Para la década del '30, la Crisis Económica Mundial generó graves consecuencias en la economía de Siam, lo cual agravó su situación, ya que su economía continuaba dependiendo de las exportaciones al exterior, y al sufrir la crisis, las potencias comerciales volvieron a aplicar medidas restrictivas y proteccionistas en sus economías, reduciendo sus inversiones en el exterior e incrementándolas a nivel interno, reduciendo sus importaciones de materias primas provenientes del exterior y aplicando un fuerte control fiscal a nivel nacional. De esta forma la situación externa volvió a golpear a Siam, mientras que el mundo comenzaba a prepararse para lo que sería la Segunda Guerra Mundial.







 
EL FIN DE SIAM: LA REVOLUCIÓN DEL '32.







 
Los militares que sufrieron los recortes en cuanto al presupuesto que era destinado para las Fuerzas Armadas comenzaron a idear un plan para cambiar el gobierno monárquico en el país. Tras un intento fallido de golpe de estado, varios militares lograron reunirse en el exterior con estudiantes tailandeses. Sus intenciones eran las de cambiar el régimen político en Siam, ya que consideraban que la forma de gobierno monárquica no era la más adecuada para la década del '30. Fue así como conformaron el Partido del Pueblo y se autodenominaron "Los Promotores".
Con el regreso de jóvenes tailandeses que habían estudiado en el exterior, las ideas de cambio rápidamente se expandieron entre la clase media y las Fuerzas Armadas. Los Reformadores no concebían una revolución para hacerse con el control del poder ya que gran parte de la población se encontraba en relaciones laborales semejantes a las de servidumbre y no poseían educación, lo cual dificultaba una revolución, más teniendo en cuenta que no se había gestado una clase trabajadora para llevar a cabo un movimiento popular que buscara derechos para los trabajadores. Por otro lado gran parte de la clase media trabajaba para la clase alta, por lo cual su relación de dependencia era demasiado estrecha como para arriesgarse a un levantamiento popular.
También hay que tener en cuenta que a pesar de la imagen debilitada que daba la monarquía, continuaba siendo sumamente respetada por la gente que trabajaba en las áreas rurales y por gran parte de la población, por lo cual no consideraban correcto realizar un levantamiento hacia su rey. Aquellos que se encontraban trabajando en las zonas rurales no comprendían las cuestiones económicas y políticas de fondo ni mucho menos conocían los movimientos populares europeos y demás, por lo cual un levantamiento popular y una posterior revolución general y popular no pudiesen haber tomado lugar en el Siam de 1932. Para tales efectos era preciso idear un golpe de estado, elaborado por intelectuales y personas formadas en universidades del extranjero y de Siam, y ejecutado por los militares.









Tropas siamesas apostadas en Bangkok durante la Revolución del '32. Las Fuerzas Armadas comienzan a demostrar su interés por participar en la política del Reino, algo que sería una constante a lo largo de las próximas décadas.







Entre las principales figuras del golpe de estado se encontraban personalidades como Pridi Panomyong, Luang Phibulsonggram, Phraya Songsuradet, Phraya Ritthiakh y Phra Phrasasphithayayut.  
El golpe de estado comenzó con la movilización de la marina y la infantería, donde tomaron lugar tanto el uso de tanques como de un sector de la flota de Siam, si bien hubo demasiadas bajas, la maniobra militar fue rápida y logró tomar la capital y el palacio real en cuestión de horas. Por otro lado cabe destacar que las tropas leales al rey no ofrecieron resistencia alguna, varios se mantuvieron apartados del golpe de estado, lo cual terminó generando cierto beneficio para el Partido del Pueblo (People's Party). Los miembros civiles del movimiento comenzaron a repartir panfletos y a emitir mensajes a través de la radio anunciando que el golpe había tenido éxito, cuando en realidad esto no era cierto, aun debía caer bajo el control de los Promotores el resto del reino, no solo Bangkok.
Como el rey se encontraba alejado de Bangkok, recibió la notificación acerca de los movimientos que estaban tomando lugar en la capital con cierta sorpresa. Dentro de las opciones que barajaba se encontraban las de realizar una contraofensiva al golpe, pedir ayuda a Gran Bretaña para contrarrestar el golpe, huir hacia el extranjero y regresar en el momento que la situación haya mejorado, aceptar el golpe de estado y entregarse o negociar para llegar a un acuerdo mutuo. Fue esta la última opción por la cual optó el monarca. Estaba decidido a conformar una monarquía constitucional, donde él conservaría el trono, pero a partir de ahora una constitución regiría la nación y tendría que aceptar el rol de gobernante ejercido por un Primer Ministro.









Un gran número de miembros de las Fuerzas Armadas del Reino se reunen en Bangkok para ejecutar sus planes.






Esto último se encontraba dentro de los planes de quienes habían iniciado el golpe, sus principales objetivos eran crear una constitución, crear un parlamento elegido por el pueblo y finalmente establecer un Primer Ministro que se encargara del Poder Ejecutivo. Como el rey no fue en ningún momento sentenciado, él mismo decidió acudir por su cuenta hasta Bangkok.
A pesar de los movimientos de tropas y del golpe de estado, el resto de la población de Siam continuó su rutina de la misma forma que lo venía haciendo, ya que se encontraban alejados en cuanto a participación y conocimiento, del golpe de estado. La timidez del golpe también estuvo representada cuando el propio rey se encontró con los Promotores. Debido a ciertas cuestiones, estos terminaron pidiendo disculpas ante el rey por la difamación cometida a su nombre y persona, y consecuentemente el rey redactó un acta donde los libraba de todo tipo de sanción o penalización.
La Constitución fue redactada y se dejó sin funciones políticas al rey, al mismo tiempo que se sentaron las bases para el ideal "el poder es del pueblo", dejando de tal forma, la antigua creencia que el poder residía en el monarca.
Varios integrantes de la realeza fueron perdonados, en términos utilizados por los propios Promotores, mientras que otros tuvieron que exiliarse en otras naciones del Sudeste Asiático.








Monumento Conmemorativo a la Revolución de 1932 ubicado actualmente en Bangkok, Tailandia.






Con la primera constitución, se creó un Comité encargado del Poder Ejecutivo, y una Asamblea de Representantes que ejercería el Poder Legislativo. Los Promotores debían elegir a los miembros del Comité y de la Asamblea, o mejor dicho debían pasar bajo su aceptación. En menos de un año, se redactó una nueva constitución, la cual le otorgaba nuevamente ciertos poderes especiales a la monarquía. Se cree que esto fue debido a la inexperiencia para gobernar del recientemente constituido gobierno, por lo cual les era necesario la participación del rey en la agenda política de la nación.
Con el triunfo del golpe de estado y la redacción de una constitución se puso fin a 150 años de monarquía absoluta en Siam, si bien no se intentó ni se buscó derrocar a la monarquía, su poder se vio fuertemente reducido; con el paso del tiempo sería necesario que el gobierno tomara decisiones en conjunto a la monarquía, que luego de 150 años continuaba estado fuertemente arraigada a la política, economía y sociedad de Siam, acto siguiente una nueva constitución fue redactada. Tres años más tarde Rama VII abdicó y Ananda Mahidol fue proclamado como Rama VIII. De esta forma, la historia de Siam sufriría un cambio, el cual también se tradujo al cambio de nombre implementado en 1938 a manos del General Pibul Songgram quien se haría cargo del poder.
Como veremos más adelante la política de Tailandia encontraría un nuevo giro en la década del '40, donde se vería influenciada por Japón y consecuentemente por el inicio de la Segunda Guerra Mundial.







 
EL ROL DE TAILANDIA A PARTIR DE 1940.







Para comprender el posicionamiento que va a tener Tailandia durante la década del '40 y la Segunda Guerra Mundial, es preciso analizar el gobierno que va a estar a cargo de la política interna del país, estamos hablando de uno de los grupos de poder más importantes, que definitivamente luego de 1932 se consolidó como actor central, las Fuerzas Armadas.
Las Fuerzas Armadas de Tailandia jugaron un rol central a lo largo del siglo XX, veremos su injerencia en la política, sus posiciones con los golpes de estado y las luchas internas dentro de las mismas, de todas formas considero trascendental que los lectores puedan comprender el rol que tuvieron a partir de 1941, ya que van a dirigir parte de la política exterior del país, llevando a Tailandia a posicionarse al lado de Japón, para prevenir una invasión de esta país que estaba en pleno expansionismo por el continente asiático, pero que a su vez mantenía una postura cercana a los Estados Unidos, algo que nos demuestra la habilidad que han tenido a lo largo de toda su historia los tailandeses en materia de relaciones exteriores.
El Imperio de Japón se había alzado como una de las potencias mundiales durante este período, y su expansión por Asia fue inminente. Era lógico que diversos territorios pertenecientes a potencias europeas, ya sea estando bajo un protectorado o un régimen de coloniaje, caerían bajo control japonés. Gran parte de estos territorios eran inestables, los europeos poseían un fuerte control administrativo, y todavía no tenían fuertes sentimientos de independencia, algo que sí surgiría luego de la Guerra, con los movimientos independentistas, teniendo como estandarte a la vanguardia de los mismos, a la Independencia de la India. Por otro lado, las potencias centrales europeas, Gran Bretaña y Francia principalmente (ya que eran las que más territorios controlaban en el Sudeste Asiático) llevaron adelante una política de rearme frente a la amenaza alemana, por lo cual las cuestiones coloniales pasaron a un segundo plano. Esto le permitió al Japón proyectarse de forma aún más rápida sobre sectores como la Península de Corea o la Indochina Francesa, al tener que enfrentarse a un número reducido de tropas coloniales y algunos patriotas locales (téngase en cuenta que todavía el Reino Unido y los Estados Unidos no habían enviado tropas para contrarrestar la ofensiva japonesa). Ahora bien, la pregunta pasaba por ¿qué iba a suceder con Tailandia? Un estado que no se encontraba bajo un status colonial, que había tenido una pequeña, pero interesante participación en los Acuerdos de Versalles post Primera Guerra Mundial, y que venía de una revolución puertas adentro que había instaurado un nuevo tipo de gobierno en el poder.
En parte la habilidad de los diplomáticos tailandeses logró dilatar la tajante situación que estaban viviendo sus vecinos. Las tratativas y charlas con los japoneses llevaron a que Tailandia logre no ser invadida en un primer momento por el Imperio del Sol Naciente. Esto puede ser atribuido, como ya mencioné, a la habilidad de los diplomáticos tailandeses, como también al temor que poseían los japoneses que una movilización militar en Tailandia trabara su avance hacia Myanmar y que a su vez llevara a la entrada de Estados Unidos en la región para retrasar el avance japonés en el Sudeste Asiático. También podemos señalar que los japoneses se encontraban frente a otra problemática. Emprender un avance sobre Camboya (parte de la Indochina Francesa hasta el momento) era relativamente fácil, si tenemos en cuenta que el número de tropas francesas y su arsenal no era significante, pero hacerlo sobre un país como Tailandia, que poseía uno de los mayores ejércitos de la región, planteaba la duda sobre los máximos oficiales japoneses acerca de si una campaña sobre territorio tailandés generaría mayores consecuencias negativas que beneficios.
Es preciso que el lector retenga esta última idea planteada, porque una serie de acontecimientos van a tener lugar y van a proponer un nuevo camino para Tailandia durante este período. Tailandia había recientemente consolidado un nuevo régimen que aparentemente demostraba una posición bastante respetable y neutral en torno a ciertos conflictos, sin embargo también atravesaba por un momento en el cual consolidaba sus fronteras y la totalidad de su territorio. Como ya vimos, en el pasado, los choques con sus vecinos, por cuestiones territoriales y limítrofes, marcaron una cierta rivalidad en la región. Con la instauración de las potencias europeas en el Sudeste Asiático, Tailandia perdería algunos territorios a manos de los europeos, algo que ahora, en 1941, vislumbró como el momento para recuperarlos. Es preciso que se vuelva a tener en cuenta que las potencias europeas, en este caso Francia, estaban centrados en la problemática que azotaba a su continente, principalmente en el caso francés, vecino y rival histórico de Alemania.
Volviendo al Sudeste Asiático, durante los últimos meses de 1940 Tailandia, aprovechando la  difícil situación por la cual atravesaba Francia desde inicios de 1940 con la invasión germana, invadió parte de los territorios coloniales franceses, conocidos al momento como la Indochina Francesa, dando de esta forma inicio a la renombrada Guerra Franco Tailandesa. 









Erigido en el corazón de Bangkok podemos encontrar al Monumento a la Victoria. Este conmemora la Guerra Franco Tailandesa, uno de los acontecimientos históricos más importantes del país.






El conflicto bélico tendría cierto beneficio para Tailandia porque en primer lugar, los japoneses ya habían hecho ceder a los franceses en la Indochina, en segundo lugar Tailandia había consolidado un fuerte ejército, que a pesar de la resistencia francesa, demostraría un grado de superioridad mayor en comparación a las tropas coloniales de Vichy.
Los territorios coloniales franceses habían comenzado a sufrir un detrimento de sus provisiones por parte de la metrópolis ya desde 1939, cuando la situación en el Viejo Continente se agravó seriamente. Tanto Japón como Tailandia aprovecharon la situación. El primero estaba decidido a imponerse como el hegemón regional, interviniendo y mediando en los conflictos, el segundo buscaba recuperar territorios que los franceses les habían arrebatado tiempo atrás.
El Reino de Tailandia lanzó la ofensiva aérea sobre la frontera con los territorios coloniales franceses, que en un primer momento fue bastante efectiva. Los franceses contrarrestaron con ataques aéreos, pero demostrando que la Fuerza Aérea Thai era bastante superior a la francesa. Pronto las tropas tailandesas lanzaron una ofensiva sobre la frontera con Laos y Camboya. La rápida avanzada tailandesa garantizó la victoria sobre las tropas francesas apostadas en Vientiane, dándole a Tailandia la victoria en Laos. A pesar de esto, la ofensiva sobre Camboya fracasó, lo cual puede explicarse por el mayor número de tropas apostadas en este territorio, en comparación con las que se encontraban en Laos. La guerra no solo se luchó en territorio colonial francés, si no que los franceses lanzaron un ataque sobre territorio tailandés. El conflicto bélico se encontraba encasillado, y el avance, por parte de ambos lados, era complicado. La guerra en la frontera terrestre se había tornado difícil, debido al número de tropas tailandesas y a las diversas ofensivas realizadas, y por la experiencia francesa en las batallas, algo que también se debía al conocimiento del territorio que poseían los europeos sobre sus propias colonias.
La guerra también se trasladó al mar y el cielo. El rol de los aviones tácticos tailandeses bombardeando Vientiane y Angkor fue clave para el avance de las tropas terrestres y para crear temor en los franceses. la guerra marítima en el Golfo de Tailandia cobró otro giro, se puede explicar por la experiencia de la flota francesa que se encontraba en una situación más favorable que la flota tailandesa.
Si bien el conflicto parecía no otorgar un vencedor, Japón decidió tomar cartas en el asunto. Los japoneses poseían importantes bases militares en el Sudeste Asiático, y su número de efectivos desplegados en tierra superaba al de ambos bandos. Por otro lado, como ya mencioné, los japoneses jugaban un rol de mediador en los conflictos del Sudeste Asiático, lo cual se explica por el rol de hegemón regional que había comenzado a tener, desde los últimos años de la década del '30.
El armisticio fue acordado por ambas partes, y meses más tarde se firmaría el tratado de paz en la capital de Japón, Tokyo. Este acuerdo fue visto como un gran triunfo por los tailandeses, en parte por dos cuestiones. El triunfo sobre una potencia europea, los territorios recuperados y el gran papel que jugaron las Fuerzas Armadas fueron vistos como una victoria por parte de Tailandia, lo cual es completamente correcto. En segundo lugar, el rol de Japón y la búsqueda de una resolución al conflicto plantearía la posibilidad de una alianza entre ambos países.








La Artilleria Thai jugó un rol fundamental durante la Guerra Franco Tailandesa, logrando derribar una gran cantidad de aviones franceses.






El acuerdo fue visto como un triunfo en Tailandia, de todas formas debemos entender el peculiar momento por el cual pasaba Francia, que luego de la Toma de París a manos de los alemanes, redujo cualquier posibilidad de llevar a cabo una fuerte oposición a los ataques en sus colonias del Sudeste Asiático.
Los japoneses lograron acercarse a Tailandia. Su rol de mediador en el conflicto les otorgó una mayor influencia en la región y les aseguró la cooperación de Tailandia durante la ofensiva del Imperio a Malasia y posteriormente Burma. Esto se debe a que Tailandia le permitiría a Japón, conservando su integridad y con la promesa japonesa de no ser invadida, pasar por su territorio con tropas del Imperio del Sol Naciente. Japón, aprovecharía la oportunidad, pero las cosas cambiarían bastante.
Geográficamente Tailandia era un punto estratégico para que Japón pudiera realizar su ofensiva a diversos puntos del Sudeste Asiático. No solo por el desplazamiento de tropas que podrían hacer, si no porque los japoneses también planeaban movilizar flotas navales a través del Golfo de Tailandia e instalar bases aéreas para poder atacar Burma, Singapur y Malasia. Esto generaba cierto impedimento por parte de los tomadores de decisión tailandeses, quienes se oponían a una invasión japonesa y además siempre resaltaban el orgullo tailandés de no haber sido colonizados por una potencia extranjera y de recientemente haber obtenido una importante victoria moral frente a los franceses en la guerra Franco Tailandesa. De tal forma se planteó la posibilidad de llevar a cabo una alianza con Japón para permitirles el paso y el establecimiento de bases militares conservando de esta forma su autonomía.
Plaek Pibulsonggram, primer ministro tailandés durante este período cerró un acuerdo implícito con los japoneses para que estos últimos pudieran pasar por territorio tailandés y atacar la provincia Malaya como también la Burma británica. En parte esta concesión fue realizada por el rol que los japoneses habían jugado en la disputa entre franceses y tailandeses unos meses atrás. Lo cierto es que Japón estaba decidido a llevar este movimiento estratégico para su plan de ataque en el Sudeste Asiático. Algunos críticos de este momento histórico sugieren que Plaek ante el temor de una ofensiva japonesa en su país buscó ayuda en el bando de los Aliados, intentando que los británicos y norteamericanos lo ayudaran en caso que los japoneses ataquen su país. Entre los Aliados había ciertas cuestiones que iban a impedir esto. En primer lugar estaban más concentrados en el Viejo Continente, la rápida derrota francesa a manos de la Alemania Nazi sumado al desconcierto francés a que británicos y norteamericanos apoyaran a Tailandia que un tiempo atrás le había iniciado una guerra a la Francia de Vichy no eran buenos signos para que los aliados ayudaran a Tailandia en caso que lo peor sucediera. Gran Bretaña intentó hacer un leve llamado de atención hacia los japoneses, en parte no porque quisieran conservar a Tailandia como un aliado, si no porque sabían que pronto Japón arrasaría con varios de sus enclaves coloniales en el Sudeste Asiático.
Ante tales controversias los japoneses se lanzaron al ataque. Era inminente, teniendo en cuenta sus planes regionales, que esperaran a que Tailandia les abriera las puertas. Los japoneses atacaron a finales del año 1941, realizando fuertes operaciones y ataques marítimos desde el Golfo de Tailandia.
El poderío japonés apabulló a los tailandeses, quienes tuvieron que buscar un pronto acuerdo antes que la ofensiva japonesa se prolongara y dejara consecuencias más severas en Tailandia. Pibulsonggram decidió firmar un armisticio con Japón y ofrecerles que sentaran bases militares en su país (principalmente bases aéreas) con el objetivo de dirigir sus ataques hacia los ya mencionados territorios coloniales británicos.
Tailandia se posicionó a partir de este momento y luego de los acuerdos firmados entre ambos países como un aliado japonés durante la guerra, que además de ayudarlos a los japoneses al permitirles el asentamiento de bases aéreas para realizar sus ataques desde suelo tailandés, ofrecieron tropas tailandesas para determinadas campañas japonesas en la región, como por ejemplo la campaña en Burma.
Es de mi interés señalarle al lector que si desea expandir la lectura con respecto a la ofensiva japonesa en Burma durante la Segunda Guerra Mundial se remita a leer mi trabajo MYANMAR, ya que podrán conocer más acerca del tema y a su vez visualizar las consecuencias que trajo.









En la imagen podemos apreciar a Plaek Pibulsonggram, uno de los líderes políticos y militares más importantes de la historia de Tailandia. A pesar de sus logros a nivel interno fue ampliamente cuestionado por su alianza con el Imperio de Japón durante la Segunda Guerra Mundial.






Con respecto a la alianza entre Japón y Tailandia hay varios debates. Hay quienes sugieren que en verdad los tailandeses se oponían a los japoneses y que no querían tenerlos como aliados en su propio territorio. Esto explicaría en parte, por qué surgen varios movimientos anti japoneses en Tailandia. También se cree que Tailandia buscó alejarse de Japón luego de la guerra con Francia. De todas formas Japón se había posicionado como el hegemón regional, por lo cual oponerse a Japón era algo muy costoso, más teniendo en cuenta que las potencias centrales no iba a mandar ayuda hasta pasados algunos años para combatir a los japoneses en la región. Pronto las alianzas con el Imperio Japonés iban a ser la mejor salida. Por esto se cree que Tailandia se acercó a Japón, firmó el armisticio en Diciembre de 1941, aceptó que los japoneses desplegaran sus tropas en el país, les permitió realizar ataques aéreos desde suelo tailandés y se terminó ubicando en el mismo bando durante la Segunda Guerra Mundial declarándole la guerra a los Aliados. Por eso no debemos criticar la actitud de Tailandia, es preciso conocer y tener en cuenta el poderío japonés durante este período donde llegaron a ocupar casi la totalidad del Sudeste Asiático.
Como hegemón regional, Japón no ofrecía muchas chances con respecto a sus ofensivas militares, si uno decidía oponerse debería afrontar las consecuencias. Del mismo modo que si buscaban una alianza era más por temor al ataque japonés que por compartir las mismas ideas.
A medida que los meses iban pasando, el Movimiento de Liberación Thai fue cobrando fuerzas. Este movimiento nacionalista surgido en Tailandia se oponía a la ocupación territorial que según ellos estaban llevando a cabo los japoneses. Poseían una administración e inteligencia (en cuanto a planificación y desarrollo de sus estrategias) bastante productiva, que con el tiempo fue logrando una mayor adhesión. Por otro lado, cabe aclarar que generalmente se asoció al movimiento con los Aliados, ofreciéndoles desde la región un foco de resistencia local hacia el Eje, algo que fue bastante llamativo en la región, ya que a diferencia de otros países donde surgieron movimientos nacionalistas durante la ocupación japonesa, fue más debido a la intención de alcanzar la independencia luego de finalizada la ocupación japonesa, es decir que buscaban conformar un sentimiento y a su vez un movimiento organizado para oponerse a los japoneses y luego oponerse a las potencias coloniales europeas una vez que regresaran con fuerza a la región. En Tailandia esto no sucedió ya que recordemos lo que mencioné con anterioridad, Tailandia fue el único reino del Sudeste Asiático que no cayo bajo control colonial europeo. Al mismo tiempo el Movimiento de Liberación Thai cobró gran fuerza, no solo por la oposición a los japoneses, si no también porque Tailandia era un estado fuerte que poseía un gran patriotismo y no quería encontrarse bajo dominación de ninguna otra potencia.
El Movimiento llegó a tener una fuerza tal que logró la renuncia de Plaek Pibulsonggram. Este último había tenido ciertas actitudes pro japonesas que molestaban a los líderes del movimiento, al mismo tiempo que tenía planes de trasladar la capital de Bangkok hacia la región norte del país, donde el espesor de la jungla impediría la fácil entrada de tropas a la capital de la nación, algo común en diversos lugares del Sudeste Asiático, pero que significaba un plan altamente costoso, que teniendo en cuenta la crisis por la cual estaba atravesando la mayoría de los estados asiáticos hacia los últimos años de la guerra, era un fuerte golpe para el pueblo tailandés.









Tropas Imperiales Japonesas durante la Segunda Guerra Mundial. El poderío japonés durante este período no le permitía a los reinos y enclaves coloniales del Sudeste Asiático hacerle frente a la carrera exapansionista que estaba desarrollando el Imperio del Sol Naciente. Pronto la totalidad de la región caería dentro de los territorios conquistados por el Japón.








Mientras tanto, el MLT (Movimiento de Liberación Thai) expandió su influencia y agrandó su poder. Los miembros ya no eran más unos pocos ciudadanos, si no que miembros del poder legislativo tailandés, miembros de las Fuerzas Armadas y una gran cantidad de académicos se adhirieron. Esto llevó a que pronto Plaek Pibulsonggram ejecute su renuncia, para ser sucedido en el máximo cargo por Khuang Abhaiwongse, una de las más importantes personalidades para el momento, proveniente de una familia de amplia tradición política, habiéndose formado en Francia, trabajando para el Poder Ejecutivo de la nación y finalmente alcanzando los puestos más importantes durante la administración de su antecesor.
A medida que la situación de Japón en la guerra se iba dilatando, con el cambio de rumbo de la Guerra del Pacífico y con la entrada de tropas americanas y británicas de nuevo en la región, el MLT comenzó a realizar fuertes ofensivas contra las tropas japonesas desplegadas en Tailandia. Es cierto que los tailandeses pelearon decididos contra los japoneses, pero también contaron con el apoyo y logística de los aliados.
Lo más importante de estos últimos años de la guerra con respecto a Tailandia es que el MLT demostró que Tailandia no era un legítimo y acérrimo aliado de Japón durante la Segunda Guerra Mundial, porque poseía un fuerte movimiento opositor a Japón en su país que llegaba hasta las máximas filas del poder tailandés, y esto ayudaría a que las consecuencias y castigos de guerra que implantarían los aliados sean menores.
Ya con la caída y rendición de Japón la situación se había aclarado en Tailandia, las últimas tropas japonesas se retiraron del país y el Movimiento de Liberación Thai había logrado su cometido. Por su parte el primer ministro Khuang Abhaiwongse renunció a su cargo a finales de 1945 justo al finalizar la guerra, siendo sucedido por Tawee Boonyaket, de quien no podemos hablar demasiado con respecto a sus funciones o políticas en el cargo, porque al poco tiempo de haber llegado al poder renunció y fue sustituido por Seni Pramoj una figura notable de Tailandia quien fuera miembro del Partido Demócrata Tailandés y al mismo tiempo miembro de la casa real tailandesa. Seni Pramoj debió ocupar el cargo con un Parlamento fragmentado y con varias fuerzas políticas que comenzaban a tomar poder en Tailandia. Fue criticado por la oposición debido a su vínculo con la realeza thai, en parte por los movimientos populistas que comenzaban a tomar lugar en Tailandia. El Primer Ministro debió también hacerle frente a varios miembros políticos tailandeses que habían formado parte del gabinete de Plaek Pibulsonggram.
Como podemos observar este capítulo de la historia tailandesa nos demuestra la respuesta del país y de la sociedad para con los cambios que se estaban produciendo en el Sistema Internacional. La Segunda Guerra Mundial condicionó la vida de los tailandeses, ya sea desde el conflicto con los franceses, los acuerdos con Japón, los movimientos de oposición al Imperio Japonés, las problemáticas que sufrió el país al declararle la guerra a los Aliados, las actitudes que tomaron los diplomáticos y embajadores tailandeses alrededor del mundo una vez que Plaek Pibulsonggram declaró la guerra, los cambios de poder en el corazón de la política tailandesa, hasta las consecuencias de la guerra y los cambios políticos en el país. Todo esto perfilaría a Tailandia hacia un nuevo escenario local e internacional, ya que a medida que el mundo se preparaba para entrar en la Guerra Fría, y mientras que el comunismo avanzaba por la región, Tailandia debería mantener una posición bastante particular con respecto al contexto regional y mundial, al mismo tiempo que la situación interna variaba constantemente.








EL LARGO CAMINO HACIA 1973: LAS VARIACIONES EN LA POLÍTICA INTERNA Y LAS ALTERNATIVAS ANTE EL CONTEXTO REGIONAL Y MUNDIAL.








Durante los primeros años luego de la Segunda Guerra Mundial la arena política interna de Tailandia sufriría grandes cambios. Muchos antiguos primeros ministros volverían a ocupar el cargo, sucediéndose unos a otros. Esto en parte se debió a la reestructuración por la cual atravesó Tailandia en la post guerra.
Con respecto a la entrada en las Naciones Unidas y el pago de compensaciones debido al conflicto bélico más importante del siglo XX, Tailandia debió ceder varios territorios que había adquirido en los últimos años.
Durante este período, Tailandia buscaría acercarse a los Estados Unidos de América. La relación crecería con el paso de los años, y más teniendo en cuenta el contexto que se estaba generando en la región, donde los vecinos de Tailandia salían de largas décadas de control colonial y con sus prontas independencias la entrada del comunismo en el Sudeste Asiático sería algo bastante complejo. Es por esto que Tailandia se mantuvo como uno de los pocos aliados fuertes de los Estados Unidos en la región. La situación general en Birmania, Laos, Camboya, Vietnam e incluso Malasia sería bastante desestabilizadora, sin embargo la alianza entre ambos países le permitiría a Tailandia mantenerse al margen de los sangrientos y difíciles procesos por los cuales atravesaban los países mencionados con anterioridad. Es cierto que hubo movimientos guerrilleros comunistas en Tailandia que buscaron desestabilizar a los distintos gobiernos, de todas formas no alcanzaron a tener la fuerza e influencia necesaria como para provocar una llegada al poder. Esto no solo fue por la ayuda económica y militar que Estados Unidos le brindó a Tailandia, si no también por el rol que jugaron las Fuerzas Armadas tailandesas durante varias décadas. En cierta forma, este grupo se inclinaría por posturas de derecha, sin darle posibilidad a los grupos guerrilleros de izquierda de poder producir una revolución.
A finales de 1947 el ejército llevó a cabo un golpe de Estado liderado por Plaek Pibulsonggram que derrocaría a Thawal Thamrong Navaswadhi, el por entonces Primer Ministro. Khuang Abhaiwongse fue puesto a cargo bajo las órdenes de Plaek. De todas formas sería el propio Pibulsonggram quien se hiciera cargo del poder nuevamente, iniciando de esta forma su segundo mandato. Durante los siguientes tres años el Primer Ministro sostendría un régimen democrático que sería fuertemente apoyado por los Estados Unidos, quienes para la época girarían grandes cantidades de dinero hacia Tailandia. Esto le permitió a la Administración Pibulsonggram mantenerse en el poder a pesar de más de un intento de golpe de estado.
Por otro lado la alianza estratégica que se buscó con Estados Unidos llevó a que Tailandia integrara la Coalición Internacional que en 1950, bajo bandera de Naciones Unidas y encabezada por los Estados Unidos, entraría en la Guerra de Corea.









Sarit Thanarat fue uno de los primeros ministros más importantes de estos años. Su alianza con Estados Unidos se ve caracterizada en la imagen. Siendo un fuerte opositor al comunismo apoyó al gobierno militar laosiano en la lucha contra el comunismo en el país vecino.






Es de mi interés señalarle a los señores lectores que si se encuentran interesados en saber más acerca de la Guerra de Corea pueden leer mi trabajo COREA DEL NORTE, donde van a encontrar un desarrollo histórico del conflicto armado que cambió la historia de la Península de Corea.
Los intentos de golpe de estado en contra de Plaek Pibulsonggram serían una constante durante estos años. La Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea de Tailandia se enfrentarían constantemente durante este período debido a sus intentos de derrocar al gobierno.
Los golpes y contragolpes, las reformas en la cúpula de poder, el regreso de antiguos lideres, la lucha entre las propias fuerzas armadas y la división en distintos bandos por parte de los militares nos demuestran que durante la década del '50 Tailandia atravesó por una confusa e inestable situación política interna. Podemos observar que los militares fueron el actor principal en la arena política tailandesa durante este período. La fuerza determinó el control y acceso al poder durante estos años. Si bien los civiles y determinados partidos políticos tomaron participación en algún que otro momento, su accionar no fue el más trascendental.
Lo más llamativo de este período es que los militares llevarían a cabo una lucha interna bastante álgida, buscando la modificación de la Constitución sancionada en 1949 e intentando regresar al sistema de 1932, el Parlamento también se vería afectado debido a esto ya que su transformación hacia un unicameralismo atentaría contra el sistema que había regido el Poder Legislativo durante los últimos años.
Este período estaría caracterizado por una oposición hacia los chinos residentes en Tailandia, debido al temor que el comunismo se expandiera a Tailandia.
Recordemos el triunfo de la Revolución Comunista a finales de 1949, con la cual Mao Tse Tung se alzaría en el poder de uno de los países más importantes de Asia que poseía para el momento una gran influencia en los demás países. Es por esto que vamos a observar la continuación de una política opositora al comunismo por parte de los distintos gobiernos de Tailandia. Si bien esto no destruyó las relaciones chino tailandesas, demostró la posición que estaba tomando Tailandia con respecto al avance del comunismo en el Sudeste Asiático, en parte sustentado por el apoyo de los Estados Unidos y en parte debido a la oposición propia de los líderes tailandesas de la época.










En la imagen podemos observar al monarca tailandés Rama IX. Durante el mandato de Sarit Thanarat se le otorgó relevancia a la monarquia, algo que había sido dejado de lado durante los años previos.






Lo más importante a tener en cuenta es que Plaek Pibulsonggram sufriría un golpe de estado que en 1957 lo derrocaría definitivamente del poder. Luego del control militar de la política, en 1957 Pote Sarasin sería elegido como Primer Ministro, teniendo un corto período en el poder, pero demostrando la llegada al poder de alguien alejado a las fuerzas armadas. Comúnmente se cree que esto fue una jugada política de los militares, quienes tras el golpe colocaron a Sarasin en el poder debido a sus buenas relaciones con los Estados Unidos, teniendo en cuenta que había sido el embajador de Tailandia en Washington.
Los militares continuarían en el poder luego de la renuncia de Pote. El mandato más importante, durante los últimos años de la década del '50 y los primeros años de los 60s fue el de Sarit Thanarat, un militar de carrera que llevaría a cabo ciertas medidas bastante polémicas. En primer lugar buscó centrar el poder en su gabinete, suprimiendo el Parlamento, prohibiendo los partidos políticos y llevando a cabo una fuerte represión hacia cualquier persona que deseara oponérsele. A pesar de estas medidas lanzó, con el apoyo de Estados Unidos, una serie de planes para reestructurar la economía del país. Fomentó a su vez la inversión de empresas extranjeras, principalmente norteamericanas, lo cual le permitió a Tailandia experimentar un fuerte crecimiento económico durante los primeros años de esta década.
El incentivo a la inversión privada no solo fue una táctica para atraer a empresas multinacionales extranjeras, si no que también se buscó crear empresas privadas de capital nacional. Esto se debe, en parte, a que desde el gobierno de Sarit se le permitió el acceso a la toma de decisiones a una gran cantidad de jóvenes economistas tailandeses provenientes de universidades locales que en los antiguos mandatos no pudiesen haber tenido posibilidad de participar. En parte se cree que Thanarat llevó a cabo medidas de apertura social y política, siempre y cuando pasara bajo su visto bueno. Los jóvenes economistas que lo ayudaban a él eran pocos en comparación a los cientos de políticos opositores que fueron perseguidos por criticar su mandato. Las reformas agrarias que impulsó para activar la economía de las regiones menos privilegiadas de Tailandia también fueron criticadas ya que no se cumplieron por igual en todas las provincias. También podemos mencionar que con él se le otorgó nuevamente un lugar privilegiado, no primordial, si no privilegiado, al monarca, algo que durante los mandatos anteriores fue gravemente opacado. Fue durante el mandato de Thanarat que Rama IX volvió a tener participación en las ceremonias nacionales, al mismo tiempo que la imagen del monarca volvió a recuperar importancia, la cual en los últimos años había sido perdida.






 



Thanom Kittikachorn fue un militar tailandés que se mantuvo en el poder como Primer Ministro de Tailandia desde 1963 hasta 1973. Su gobierno se caracterizó por un fuerte lucha contra la expansión del comunismo. En 1973 las protestas sociales de cambio llevaron a que dimitiera del cargo.






Sarit falleció en el año 1963, mientras se encontraba cumpliendo con su mandato. El encargado de sucederlo fue Thanom Kittikachorn, un militar que continuó con la línea de su antecesor en cuanto a la economía, política nacional, lineamiento en materia de política exterior y su política anti comunista.
Si bien Thanom continuó con los planes económicos impulsados por Sarit y a su vez se mantuvo en el poder mediante el uso de la fuerza, buscó armar un aparato político a través de un partido político, el Saha Prachathai Party, para poder justificar sus posteriores gobiernos. En un primer lugar, el va a llevar a cabo su mandato de una forma similar a la cual habían mantenido los distintos primeros ministros con orientación militar, es decir con el uso de la fuerza y consolidando un poder totalitario en torno a su persona o a un sector corporativista.
Al ser un líder militar pro Estados Unidos, continuando con la política anti comunista de sus antecesores, que ya podríamos hablar de política nacional y no particular de cada administración, Thanom Kittikachorn fue uno de los principales aliados de los Estados Unidos en la Guerra de Vietnam, que a partir de 1964 con los Incidentes del Golfo de Tonkin se formalizaría la entrada de tropas de una coalición internacional liderada por los Estados Unidos, que tendría apoyo de varios miembros regionales, como por ejemplo Corea del Sur y Australia, pero que tendría como uno de los aliados centrales para la lucha contra Vietnam del Norte, a Tailandia. Esto se debe a que Tailandia fue durante el conflicto uno de los principales bastiones opositores al comunismo, que se estaba expandiendo rápidamente por el Sudeste Asiático. Es importante que puedan visualizar que además del envío de tropas tailandesas a Vietnam, Tailandia significó un centro político militar estratégico para los Estados Unidos teniendo en cuenta la lucha contra el comunismo en la región.
Cuando analizamos la Doctrina del Domino, y el temor norteamericano a que la región cayera bajo la influencia del comunismo, vamos a evidenciar que Vietnam era una pieza clave en el mapa geopolítico de la región. De todas formas creo que también es preciso tener en cuenta que Tailandia era uno de los bastiones más importantes en la lucha contra el expansionismo rojo. Hoy sabemos que la caída de Vietnam del Sur trajo serias consecuencias en el Sudeste Asiático, pero la larga Guerra de Vietnam debilitó de forma considerable a Hanoi. Esto permitió frenar la euforia por la lucha en la causa comunista en los diversos países de la región. Sin embargo creo fundamental tener en cuenta que de haber caído Tailandia bajo un régimen comunista, la realidad de la región hoy sería bastante diferente. Claro está que el rol de las Fuerzas Armadas tailandesas con su inclinación pro capitalismo y su oposición al comunismo llevó a que los leves levantamientos comunista en el país fueran rápidamente acallados. Al mismo tiempo, un país que ya poseía para fines de la década del '60 un poderío industrial considerable,  difícilmente buscaría generar una revolución similar a la que tomó lugar en la Kampuchea Democrática durante el mandato de los Khmer Rouge, estableciendo una economía centralizada donde todos fueran a trabajar al campo para cultivar los arrozales típicos del Sudeste Asiático. Tailandia era el país más avanzado para el momento, con un régimen político capitalista, que al mismo tiempo se oponía fuertemente al comunismo, y que tenía como uno de sus principales aliados a los Estados Unidos de América.









Tropas tailandesas durante la Guerra de Vietnam.







Regresando a la Guerra de Vietnam, el rol que va a tomar Tailandia no es solamente por su inclinación pro capitalismo y por el rechazo de los líderes militares del país hacia el comunismo, si no que en gran medida fue por el posicionamiento que siempre buscó Tailandia como uno de los principales líderes regionales.
¿Cómo iba a ser posible que estallando un conflicto armado de las dimensiones que alcanzó la Guerra de Vietnam, Tailandia no tomara partido por uno de los bandos, buscando alcanzar un papel principal en el conflicto? El conflicto en los estados vecinos de Vietnam del Norte y del Sur era un motivo de preocupación por parte de los líderes y del pueblo tailandés. La expansión del comunismo, la regionalización del conflicto, esto implica la extensión del conflicto bélico por fuera de las fronteras de los estados en cuestión, y el flujo de refugiados de guerra eran cuestiones de suma importancia sobre las cuales Tailandia no se podía dejar estar.
Teniendo en cuenta lo expuesto con anterioridad, la Guerra de Vietnam marcó fuertemente la política tailandesa y sus relaciones para con la región. Desde el envío de tropas hasta la postura como un estado pro Vietnam del Sur, Tailandia demostró su interés por imponerse como uno de los actores regionales de mayor peso, algo que a la larga terminaría teniendo otro resultado, ya que el involucramiento de estados más poderosos modificaría el rol de los demás estados del Sudeste Asiático en la contienda.
El general Thanom decidió llamar a elecciones en el año 1969, donde se impuso en las urnas logrando así poder asumir el rol de Primer Ministro de Tailandia elegido de forma democrática. Debemos tener en cuenta que el líder estaba cumpliendo una década de mandato para este momento. La vida política de Tailandia había atravesado por altos y bajos a lo largo de este momento, a pesar que Thanom supo mantenerse en el cargo, los partidos políticos de la oposición sufrieron fuertes ataques y persecuciones al mismo tiempo que algo similar acontecía con los estudiantes universitarios que solicitaban una mayor apertura política.
Con el paso del tiempo la oposición cobró mayor fuerza, y en 1971, dos años después de haber sido elegido como Primer Ministro, Kittikachorn, sufrió un golpe de estado bastante controversial. Si bien este golpe fue polémico, podemos encontrar cuestiones que llaman considerablemente la atención. Por un lado, el Primer Ministro fue reapuntado en el cargo, sin haber sido oficialmente derrocado. Luego, un gran número de ministros y asesores políticos de la cartera del Primer Ministro fueron removidos, y en segundo lugar el Parlamento fue disuelto. Esta última decisión fue motivada por la oposición que comenzó a sufrir al mandatario unos meses antes, donde desde el Parlamento se lo criticó por las medidas represivas que estaba llevando a cabo. El temor imperante ante la posibilidad que el Primer Ministro alcanzara un poder totalitario e iniciara una época con un fuerte despotismo y totalitarismo centrado en su figura, terminaron produciendo el efecto esperado.








En la imagen podemos observar a un soldado del Ejército Tailandés durante la Guerra de Vietnam. Tailandia participó en este conflicto bélico que posteriormente generaría grandes cambios en la región.




 



El golpe fue realizado bajo la justificación que era necesario llevar a cabo medidas más rígidas frente a los movimientos guerrilleros en el país y que de no tomarse rápidamente medidas drásticas, pronto Tailandia caería bajo control comunista. Esto logró que Kittikachorn pudiera mantenerse en el poder luego del mismo golpe, pero veremos que las medidas que buscó llevar a cabo, sumado al agotamiento de su propio modelo, terminaron jugándole una mala pasada, que al mismo tiempo condicionaría la política de Tailandia por los siguientes años.
A fines de 1973, el pueblo tailandés decidió que ya había aguantado demasiado, por lo cual se alzó en oposición al gobierno actual exigiendo medidas de apertura democrática y un régimen constitucional con un Parlamento activo. Este movimiento no solo surgiría del pueblo, si no que los sectores que fueron gravemente acallados durante más de una década, entre los cuales se destacan los partidos políticos de oposición y los estudiantes universitarios, comenzaron a manifestar sus ideas de cambio, que culminó en grandes manifestaciones callejeras en contra del régimen de Kittikachorn.
Las luchas en las calles y los reclamos multitudinarios pusieron un punto final al gobierno, que debió buscar exilio en el exterior. El momento histórico es bastante particular, 1973, casi entrado en 1974 fue un momento de seria inestabilidad para la región. Con la política norteamericana hacia Vietnam sufriendo un fuerte cambio, con el retiro final de tropas norteamericanas de Vietnam del Sur, con el inicio del movimiento de los Khmer Rouge en Camboya, el Sudeste Asiático se sumergió en una crisis estructural. En el caso de Tailandia, la coyuntura externa no modificaría fuertemente las bases políticas del país, tampoco fue motivo para iniciar las protestas por parte de la ciudadanía, las cuales fueron fruto del agotamiento del tipo de régimen político que habían estado llevando a cabo los militares. El pueblo tailandés exigió un cambio democrático, los largos años de cambios en el poder político de Tailandia, donde las Fuerzas Armadas habían tenido un rol central, comenzaban a llegar a un callejón sin salida, sin embargo este actor no cedería tan fácilmente su poder, mas teniendo en cuenta la presión ejercida desde los Estados Unidos para que Tailandia no cayera bajo un régimen comunista, algo que si bien no sucedería, condicionaría la situación futura del país.








1973: DE LA EUFORIA POPULAR AL REGRESO DE LOS MILITARES.







Como hemos visto, la situación política y social de Tailandia cambió a partir de 1973. Este año de quiebre despertaría al pueblo tailandés que se encontraba esperanzado con el alejamiento de los militares del poder.
Sanya Dharmasakti, un político muy allegado a los principales líderes universitarios que en 1973 habían generado la conciencia nacional de cambio de régimen, ocupó el cargo de Primer Ministro desde la salida de Kittikachorn hasta el año 1975. 
Sin dejar de lado los cambios que estaban tomando lugar en la región, debemos señalar que Tailandia, al igual que la mayoría de los miembros integrantes de la coalición internacional que apoyaba a Vietnam del Sur, se vio gravemente golpeada tras las constantes ofensivas norvietnamitas post 1973, es decir luego de los Acuerdos de Paris, en un contexto temporal donde el Escándalo de Watergate y la renuncia del por entonces Presidente de los Estados Unidos de América, Richard Nixon, conllevaría al final del apoyo norteamericano hacia Vietnam del Sur, que a su vez generaría unos meses más tarde que Sanya Dharmasakti dejara su cargo, la Ofensiva del 1ro de Mayo de 1975 que culminaría con la destrucción de Vietnam de Sur y el triunfo de Vietnam del Norte pondrían fin a uno de los conflictos armados más trágicos en la historia de la región.








Sanya Dharmasakti fue una de las figuras políticas más importantes de este período. Llegó al poder siendo ajeno a las Fuerzas Armadas. Estuvo fuertemente vinculado al ámbito académico del país, llegando a ser una figura representativa de la Universidad de Thammasat.






Me gustaría apuntar que todo aquel que desee adentrarse de forma profunda en lo que fue la GUERRA DE VIETNAM puede visitar mis trabajos sobre el tema, los cuales dejo a disposición de los señores lectores, para que puedan comprender de una mejor forma las consecuencias que generó el mismo en el Sudeste Asiático.
Durante el siguiente año vamos a observar dos gobiernos distintos que se hicieron cargo del control político del país, destacándose el regreso a la arena política de Tailandia de Seni Pramoj, quien ya había sido Primer Ministro con anterioridad, y que para este momento entablaría un fuerte combate con su hermano por el control del país.
A medida que la inestabilidad reinante entre los partidos políticos, que luego de 1973 no habían tenido una estrategia para hacerse con el control del país e instaurar finalmente un gobierno constitucional elegido mediante elecciones populares, aumentaba esto dio lugar a que en 1976, un golpe de estado, llevado a cabo por las Fuerzas Armadas entre las cuales se destacaban varios militares que habían controlado al país anteriormente, tomara lugar.







 


La Masacre de la Universidad de Thammasat en el año 1976 demostró la inestabilidad social por la cual estaba atravesando Tailandia.






 
Luego de las elecciones generales de 1976 y de la renuncia de Seni, la situación ameritó el reingreso de los militares a la cúpula de poder de Tailandia. Ese mismo año Thanom Kittikachorn había regresado del exilio, provocando no solo temor por parte de los principales partidos políticos, entre los cuales se destacaban el Partido Demócrata y el Partido de Acción Social que habían colocado a los hermanos Pramoj en el poder, si no que también un cierto grado de reestructuración burocrática en el país, que desde 1973 había pasado por una grave inestabilidad, teniendo en cuenta la administración a nivel ministerial y provincial, fruto de la inexperiencia de los dos gobiernos democráticos a lo largo de los últimos 3 años, y observando que estos sectores habían estado manejados durante más de una década por los distintos gobiernos militares.
Un claro, pero lamentable, ejemplo de la situación social y política por la cual atravesaba el país para 1976, es la Masacre de la Universidad de Thammasat. Si bien desarrollar el trasfondo de este episodio y los detalles del mismo da lugar para escribir un trabajo aparte, el eje central de este acontecimiento fue la matanza de más de 40 personas, entre las cuales una mayoría eran estudiantes universitarios, por parte de la policía y las Fuerzas Armadas de Tailandia. Se llevaron a cabo estas medidas ya que los estudiantes universitarios habían protestado profundamente por el regreso al país del ex líder Thanom Kittikachorn. Los estudiantes consideraban que esto era un atropelló al proceso de consolidación democrática que se buscaba alcanzar en Tailandia. Lo cierto es que la idea que varios de estos estudiantes eran partidarios de instaurar un gobierno de izquierda en el poder y que estaban asociados a los grupos guerrilleros, sumado a la paranoia generalizada frente al temor de un fuerte movimiento pro comunista en el país, llevaron a que los militares acallaran las voces de inocentes civiles de la peor forma posible.










Prem Tinsulanonda ocupó el cargo de Primer Ministro desde 1980 hasta 1988. Es una de las figuras políticas más importantes de la historia de Tailandia.






El caos imperante en el país fue acallado por las armas y con el reingreso de los lideres militares al poder. El rol de las Fuerzas Armadas durante este periodo fue nuevamente clave. Para comenzar, luego de 1976 una serie de gobiernos apuntalados por las Fuerzas Armadas fueron colocados al mando. Los propios militares removerían a los diversos Primeros Ministros y al mismo tiempo celebrarían elecciones, las cuales en su mayoría fueron ganadas por los candidatos mas acorde a la voluntad de los líderes militares tailandeses. Importantes figuras como Thanin Kraivixien (un líder político civil, sin formación ni carrera militar) y Kriangsak Chomanan, ocuparían el cargo de Primer Ministro, con un gabinete conformado en su mayoría por militares.
Es fácil decir hoy que las Fuerzas Armadas tuvieron una postura cuestionable durante ese periodo, pero si por un momento nos colocamos en el contexto por el cual atravesaba el país podremos entender de una mejor manera el por qué del reingreso de los militares al poder. Visto desde una óptica regional, la caída de Laos, Camboya y Vietnam del Sur bajo regimenes comunistas, sumado a la presencia de China, un actor de gran peso en la región que también poseía un régimen comunista (una China de Mao que si bien durante los últimos años había estado centrada en otras cuestiones, teniendo como principal referencia el Conflicto Sino Soviético, que posteriormente permitiría el acercamiento con Estados Unidos de la mano de Richard Nixon y Henry Kissinger.



 





En 1975 los Khmer Rouge lograron llegar al poder en Camboya. El triunfo del comunismo en otros estados de la región generó temor a la estabilidad tailandesa. A pesar de esto, las Fuerzas Armadas del país (principal actor de este período) en alianza con Estados Unidos lograron impedir la expansión comunista en Tailandia.






Si los lectores desean obtener más información con respecto a esta última temática mencionada les recomiendo que visiten mi trabajo LA DIPLOMACIA DE LOS PALITOS CHINOS, donde van a encontrar un análisis estructural de este momento histórico conducido por un concepto que yo mismo cree), podemos evidenciar que la presencia de las Fuerzas Armadas con una inclinación de centro y extrema derecha era la elección más acertada para poder repeler el avance del comunismo en la región.
La lucha contra el comunismo, principalmente en la región Norte del país y en las zonas rurales limítrofes con Camboya, fue un eje central de la época y una política de primer orden para los diversos gobiernos que ocuparon el poder en Tailandia a partir de 1976. Los movimientos guerrilleros y el accionar del Partido Comunista de Tailandia  fueron un gran temor para las Fuerzas Armadas durante este momento. Vamos a observar que durante los tres mandatos del General Prem Tinsulanonda, la lucha contra la guerrilla en el Noreste de Tailandia fue una política de primer carácter. Esto le costó una serie de atentados por parte de los guerrilleros, que nos permite observar la fuerte lucha interna que se desarrollaba en el país.
Como ya mencionamos, Prem Tinsulanonda ocupó el cargo de Primer Ministro en tres ocasiones, siendo elegido en todas por elección popular. Sus tres mandatos ocuparían un total de 9 años, donde como podemos tener en cuenta la lucha contra los grupos armados de izquierda fue una constante. En parte, la llegada al poder de Tinsulanonda estuvo condicionada por el contexto externo. Cuando en 1979 Vietnam decidió invadir Camboya, derrocando de esta forma el régimen de los Khmer Rouge, sobre los cuales ya hemos hablado, y provocando nuevamente un conflicto regional, Tailandia debería afrontar una cuestión bastante compleja. Cientos de miles de refugiados camboyanos, muchos provenientes de campos de trabajo forzoso, más conocidos como los Killing Fields, buscaron asilo en Tailandia, provocando un éxodo migratoria de grandes proporciones. Esto llevó a que Chomanan dejara el cargo, lo cual permitiría a Prem Tinsulanonda hacerse cargo del país.










Miles de refugiados camboyanos buscaron cruzar la frontera con Tailandia, huyendo del régimen del terror que Pol Pot sostenía en la Kampuchea Democrática.






El conflicto de los refugiados no fue fácil de resolver, como siempre, este tipo de cuestiones son bastante complejas. Camboya atravesaba por una invasión, donde el régimen de los Khmer Rouge trastabillaba, sin embargo los vietnamitas sufrieron los ataques de grupos guerrilleros en la frontera entre ambos países. Como el pueblo camboyano había sido forzado a abandonar las ciudades para instalarse en el campo, bajo un régimen bastante extraño de comunismo que buscaba destruir cualquier influencia externa que corrompiera la ideología y cultura Khmer, y a su vez como habían visto a lo largo de gran parte de la historia a los vietnamitas (como enemigos que siempre buscaron quitarle territorio), la mejor opción para los camboyanos era huir hacia la frontera Oeste, para adentrarse en Tailandia. La Cruz Roja y varios estados occidentales buscaron controlar la situación, pero lo cierto es que esta misma se había desbordado para 1980.
Regresando a la Administración Tinsulanonda, no tardarían en surgir grupos opositores al Primer Ministro, los cuales realizarían una serie de intentos de golpe de estado para poder derrocarlo. Lo cierto es que a pesar que durante más de 6 años diversos oficiales intentaran sin éxito alcanzar este objetivo, el poder que había logrado consolidar Prem le permitió gobernar el país con solidez. Cabe destacar que durante la transición del primer mandato del General Prem Tinsulanonda y su segundo mandato, en el año 1983 fue sancionada una nueva constitución.







LOS AÑOS 90 Y EL ROL DE TAILANDIA EN EL NEW WORLD ORDER.







A fines de 1988, Prem Tinsulanonda decidió llamar a elecciones, dando por finalizado su mandato. Lo cierto es que a pesar de haber perdido las elecciones generales, la gran mayoría de las figuras de la oposición le solicitaron que mantuviera su cargo como Primer Ministro de Tailandia. Dentro de esta ala democrática se encontraba el Partido Chart Thai, cuya figura más representativa para este momento sería Chatichai Choonhavan, quien ocuparía el cargo de Primer Ministro. Es posible que el reclamo hacia Prem haya sido por la línea que mantuvo durante la última década, sosteniendo un determinado orden en Tailandia, a pesar de cuestiones que fueron bastante complejas de responder. Su gran liderazgo y trayectoria política lo convirtieron en el candidato para continuar en el poder. Lo cierto es que el propio Prem advirtió que ya era hora del cambio, una nueva era comenzaba a nivel mundial, más teniendo en cuenta que ya para 1989, 1990 y 1991, con la Caída del Muro de Berlín y la Caída de la Unión Soviética, un Nuevo Orden Mundial se estaba erigiendo. Este orden estaría comandado por los Estados Unidos, el actor principal de la Post Guerra Fría, que se enfrentaría a una reestructuración mundial, principalmente en esas regiones y países del mundo que durante varias décadas habían estado bajo la zona de influencia soviética.
Tailandia, recordemos, había sido durante la Guerra Fría uno de los grandes aliados de los Estados Unidos, por lo cual se vería beneficiado por este Nuevo Orden Mundial. Lo cierto es que las transformaciones sociales, productivas, económicas y políticas por las cuales atravesaría el mundo durante los años '90s cambiarían el rumbo del país y la concepción que poseía el mismo de varias cuestiones centrales.
Chatichai y su partido político habían sido las grandes figuras de las elecciones de 1988. Es común señalar que con ellos una nueva línea conservadora en la  política tailandesa llega al poder. Durante su mandato las relaciones con la Administración Bush se fortalecieron, permitiendo la entrada de una nueva ola de compañías americanas al país.
Recordemos que la entrada de empresas multinacionales de capitales norteamericanos se llevó a cabo durante varias décadas a partir que Tailandia giró y centró su política exterior hacia Estados Unidos, de todas formas, al igual que sucedió en varios países del mundo para esta época, como por ejemplo Brasil, México, Uruguay, Argentina y Corea del Sur, las grandes corporaciones de comunicaciones, servicios y productos reconocidos mundialmente (principalmente norteamericanos) lograron entrar con fuerza al mercado tailandés, no solo generando un gran flujo de entrada de productos, si no también colocando casas matrices y sucursales en el país. El nuevo y acelerado mundo guiado por el sentimiento de aldea global donde todos estaban comunicados con todos llevó a que durante este período una serie de carreteras de largo alcance se construyeran en Tailandia para poder comunicar mejor al país. De la misma forma las telecomunicaciones, empujadas por las grandes empresas de esta industria, fomentaron la expansión de las redes de comunicación en el país.
Todos estos símbolos nos demuestran que el neoliberalismo, de la misma forma que llegó a América Latina, lo hizo en Tailandia. Las relaciones con el hegemón mundial se fortalecieron y gran parte de las relaciones exteriores del país se centraron en los Estados Unidos de América. Esto no quitó que Tailandia mantuviera su postura como primera potencia regional. Buscó modificar sus relaciones con los países vecinos, dando como resultado una solución pacífica de controversias limítrofes con Laos en 1989, y fomentado las relaciones con otro país vecino, el Reino de Camboya.
A pesar de todas estas medidas, en el año 1991 Choonhavan fue depuesto por un golpe de estado, lo cual nos demuestra que el orden imperante en el sistema internacional no llevó a la consolidación o a un cambio en la política interna de Tailandia. Esto nos da a entender que las fuerzas externas que operaban para la época no produjeron cambios significativos en el sistema político interno del país. Las Fuerzas Armadas, el actor primordial durante toda la Guerra Fría, continuaron teniendo una fuerte injerencia en el país, incluso en esta época donde las banderas de liberalismo y democracia se enarbolaban fuertemente.









Las relaciones Estados Unidos Tailandia se fortalecieron durante los primeros años de la década del '90. El neoliberalismo y las privatizaciones llegaron con fuerza a Tailandia, de la misma forma que sucedió en tantas otras regiones del mundo.






El Concejo formado por los militares se mantuvo en el poder momentáneamente, nombrando como Primer Ministro a los pocos días a Anand Panyarachun. A pesar que su mandato sería corto y durante el mismo la injerencia de las Fuerzas Armadas fue bastante fuerte, debemos evidenciar que impulsó una serie de reformas económicas bastante significativas. En primer lugar continuó con el proyecto de infraestructura impulsado por su antecesor, lo cual le permitió a Tailandia crecer a una mayor escala. Su interés por permitir una economía de mercado más liberal lo llevó a crear ciertas medidas económicas que demostrarían el interés de Tailandia por colocarse como un actor significativo del New World Order. Para esto reformó el sistema de impuestos y de tributación del país, algo que no se hacia desde hace bastante tiempo, permitió una mayor libertad en cuanto a los créditos otorgados por los bancos, y en materia de política monetaria le concedió una mayor autonomía a los bancos con respecto al Banco Central de Tailandia. Las tazas de interés para los prestamos y créditos a pequeñas y medianas empresas, de la misma forma que a particulares llevó a que el dinero circulante en el país aumentara, por lo cual la emisión monetaria creció en gran medida a comparación con las últimas tres décadas. La inversión, la creación de infraestructura, el aumento del consumo y el crecimiento de empresas nacionales, de la misma forma que de las empresas multinacionales instaladas en el país, le propició una mejor situación al país. Reitero algo que he mencionado previamente, esto fue muy característico de la época a nivel mundial, justamente el Nuevo Orden Mundial funcionaba dentro de estos parámetros, algo que sucedió en la República Argentina durante la Administración del Presidente Carlos Menem y en Brasil durante el gobierno de Felipe Collor de Melo. Dos grandes representantes del neoliberalismo en América Latina. De la misma forma estamos comparando de forma leve a tres grandes países que buscaron ascender en la escala internacional durante los años '90s, estamos hablando de Argentina, Brasil y Tailandia.
Las medidas de corte liberal en la economía tailandesa permitieron que el país crezca durante estos años, de todas formas el modelo no solo se aplicó a nivel interno, si no que también hubo una continuidad de línea en la política y economía exterior del país. La firma de un Tratado de Libre Comercio con la ASEAN fue uno de los momentos más importantes para esta organización regional. Las relaciones diplomáticas con Laos, algo que ya habíamos observado con la administración anterior, se fortalecieron. De la misma forma las visitas a diversos países del mundo demostró que los años '90s estaban en todo su esplendor. Tailandia tomó una fuerte decisión en formar parte del proceso de transición democrática en Camboya, que recordemos para la época se estaba comenzando a producir el inicio del derrumbe de los Khmer Rouge. Por otro lado las relaciones primordiales del país continuaron siendo con los Estados Unidos, sin embargo se amplió el horizonte de acción diplomática, realizándose varias visitas presidenciales a China y Japón. Por otro lado las relaciones con países como Corea del Sur y Vietnam tomaron un nuevo rumbo.
En 1992 se llevarían a cabo unas nuevas elecciones generales en Tailandia, las cuales llevarían a la salida de Panyarachun del poder siendo sustituido por uno de los principales líderes militares del Concejo Nacional que en el año 1991 había removido del cargo a  Choonhavan, estamos hablando de Suchinda Kraprayoon. Las elecciones en verdad habían dado como ganador a Wonwan, sin embargo algunas declaraciones y la aparición de pruebas que demostraban sus conexiones con el narcotráfico, condujeron a que los militares no le permitieran acceder al ejercicio del poder, situando como Primer Ministro a Suchinda Kraprayoon.
A pesar de la nueva intervención de las Fuerzas Armadas en la política del país, en Mayo de 1992 se llevó a cabo una importante manifestación popular en oposición al gobierno de Sunchida quien había ocupado el cargo por unas pocas semanas. La amplia concentración de ciudadanos en la capital del país llevó a la represión generalizada contra las masas por parte de las Fuerzas Armadas. El número de muertos superó la barrera de los 50, los secuestros y la irrupción en los centros de agrupación política fueron algo que demostró la división del país con respecto a quienes querían continuar con un rol preponderante por parte de los militares en la política de Tailandia y por el otro lado con los que solicitaban un cambio democrático total, es decir donde las Fuerzas Armadas no eligieran ni designaran a su gusto a los primeros ministros, donde no ocuparan cargos ministeriales y donde no removieran a los candidatos civiles elegidos por voluntad popular.








A pesar del ideal democrático impulsado por el New World Order, las Fuerzas Armadas de Tailandia continuaron siendo un actor político de suma importancia durante la década del '90.






La fuerte oposición general al accionar de las Fuerzas Armadas sumado a la intervención de la Familia Real de Tailandia en el asunto, donde no solo los príncipes del Reino si no que también el propio Rey, solicitaron un punto final al conflicto, lo cual terminó desembocando en la renuncia de Kraprayoon. A pesar de la precipitación general y el temor imperante en las calles, pronto se apuntó a uno de los líderes políticos más importantes del país y más aceptado por el pueblo tailandés como Primer Ministro, estamos hablando de Anand Panyarachun quien tendría como base de su segundo mandato la consolidación democrática del país y la reestructuración económica del país, que a pesar de los importantes avances que mencionamos previamente, había sufrido un parate durante este momento de tensión y cambios en el poder político. Anand buscó llamar a elecciones generales para que pronto el pueblo pudiera elegir al nuevo Primer Ministro.
A fines de 1992 el candidato del Partido Demócrata, Chuan Leekpai se alzaría como ganador en las elecciones generales. Leekpai era un importante tecnócrata quien fortaleció su posición puertas adentro del Partido Demócrata logrando colocarse como la principal figura del partido. Su llegada al poder se caracterizó por dos cuestiones. En primer lugar fue el primer político civil en llegar al poder sin el apoyo de las Fuerzas Armadas. En segundo lugar el Partido Demócrata no pudiese haber logrado el triunfo solo, por lo cual una coalición partidaria de cinco partidos políticos le permitió el triunfo a Chuan. Estos partidos eran su partido, el PD (distinción del Partido Demócrata), el Partido de Nueva Aspiración, el Partido Palang Dhamma, el Partido de Acción Social y el Partido de Unión Social. Su mandato se caracterizó por una serie de ambiciosos planes de reestructuración política y económica que se ejecutaron con bastante lentitud, posiblemente debido a la complejidad de los mismos. Por una parte la toma de decisiones de una Alianza Política es bastante más lenta que la de un gobierno conformado por un solo partido, por lo cual las indecisiones del gabinete nacional se trasladaron al Parlamento, provocando un estancamiento en la sanción de leyes que permitieran la creación y ejecución de estos planes.
Dentro de las medidas que se buscaron la principal fue trasladar el gran crecimiento económico que experimentaban las grandes y avanzadas provincias del país, hacia las regiones más desafortunadas del país, donde el sistema productivo principal era mediante medios rurales y donde el boom de las telecomunicaciones y los servicios de corporaciones globales difícilmente llegaban. También podemos mencionar que durante estos años se intentó alcanzar una mayor redistribución de las ganancias del país hacia las regiones rurales. Por supuesto esto significaría que las grandes ganancias experimentadas por las principales provincias tendrían que acotarse para ser redistribuidas hacia las provincias más pobres, algo entendible durante un período de amplio crecimiento y con un gobierno que deseaba ejecutar un plan a largo plazo, sin embargo la complejidad para ejecutar estas medidas y el deseo de crecimiento de los principales centros urbanos terminó ejerciendo una presión considerable sobre el gobierno que desembocó en la desintegración del Parlamento por parte de la Administración Leekpai.
El agotamiento del sistema propuesto por la coalición de partidos sumado al fracaso de sus principales propuestas le permitió en el año 1995 alzarse como vencedores en las elecciones nacionales al Partido Chart Thai. Banharn Sinlapa Archa sería el Primer Ministro encargado de representar a uno de los partidos más tradicionales de Tailandia, que durante el gobierno de la Coalición había pasado por una época de reveses políticos.
Su gobierno fue fuertemente apoyado por importantes hombres de negocios de Tailandia de la misma forma que un gran número de partidos políticos que durante los años de la Alianza no tuvieron participación decidieron apoyar a Sinlapa Archa. Esto le permitió al gobierno continuar con los planes de crecimiento económico lo cual le aseguraría al país continuar con un importante superávit económico. Otro de los principales intereses del gobierno fue acrecentar la imagen del país en el mundo, algo que según entendemos fue impulsado por la gran cantidad de hombres de negocios que buscaron expandir sus fronteras comerciales.
Luego de un año de mandato las indecisiones y pujas internas de la nueva coalición de partidos llevaron a que el Primer Ministro convocara a elecciones, las cuales darían como ganador a Chavalit Yongchaiyudh, líder del Partido Nueva Aspiración.
El rápido crecimiento durante los últimos 7 años había llevado a Tailandia a posicionarse como uno de los principales líderes de la región. Esto lo podemos ver representado no solo en el crecimiento significativo y estructural del país, si no también mediante la denominación de Tailandia como uno de los Tigres Asiáticos, o Tigres Menores.









Chuan Leekpai llegó al poder de la mano de una coalición de partidos políticos donde resaltaba su partido, el PD. Su ascenso al gobierno fue caracterizado por no haber recibido apoyo de las Fuerzas Armadas, algo poco común hasta entonces.






El acelerado crecimiento del país le permitió acrecentar su mercado interno al mismo tiempo que las empresas nacionales comenzaban a crecer y se podían trasladar y abrir casas matrices en otros países de la región. Tailandia comenzó a experimentar el ya mencionado superávit financiero, lo cual se tradujo en un aumento significativo de la calidad de vida de sus habitantes. Pronto el país comenzó a consumir más, al tiempo que los salarios y el número de ciudadanos empleados aumentaba. El crecimiento también le permitió a la moneda tailandesa, el baht, posicionarse como una de las más importantes del Sudeste Asiático. De esta forma la Bolsa de Valores de Tailandia comenzó a tener un gran movimiento. Las empresas norteamericanas, japonesas, surcoreanas y taiwanesas se instalaron en el país y comenzaron a cotizar en bolsa. A medida que la economía del país atravesaba por largos años de crecimiento, la inversión externa e interna se disparó. Como el capital invertido en el país era bastante amplio, la industria inmobiliaria pasó por un gran auge. En cuanto a la política monetaria del país, desde el Banco Central de Tailandia se decidió mantener una política de flotación marcada de la moneda con respecto al dólar norteamericano. Como el baht estaba ahora fuertemente vinculado con la moneda norteamericana, el mercado de valores sufriría un shock especulativo que culminó con una de las crisis más fuertes de los últimos años. Es preciso que el lector haya seguido hasta el momento toda la explicación sistemática de la economía tailandesa, porque va a ser necesario adquirir estos conceptos para comprender como la Crisis Asiática de 1997 va a tomar lugar. A pesar de los intentos por conservar el valor del baht, la devaluación de la moneda afectó a los inversores extranjeros.
Ante el temor de una caída en el valor de la moneda tailandesa las acciones de la bolsa de Tailandia comenzar a levantar ciertas sospechas. Como era preciso mantener constante el precio del baht con relación al dólar, era entendible el doble esfuerzo que debía realizar la economía tailandesa para poder mantenerse a estos parámetros. Sin embargo teniendo en cuenta que para sostener una moneda en lo más alto del mundo se precisa tener un respaldo de la misma en el Banco Central las cosas van a resultan bastante complicadas para Tailandia. Como hemos estado viendo el dinero circulante, que dio lugar a los prestamos e inversiones, era de una muy considerable proporción. A medida que las especulaciones en torno al poderío real del Banco Central de poder mantener todo este aparato monetario y al mismo tiempo poseer reservas de tales proporciones, el temor a una crisis monetaria se estaba haciendo presente. Por el otro lado tenemos que observar una cuestión que definitivamente provocó el crack económico. Estamos hablando del aumento generalizado de la deuda externa del país. Para haber podido realizar todas las variables monetarias que mencionamos anteriormente y para que la gente consuma más, con mejores salarios y con tasas de interés sumamente bajas, Tailandia había contraído una importante deuda externa. La deuda claramente condicionaba a la economía nacional, porque gran parte de las ganancias del país y de lo producido en todos esos años era mantenido por algo ficticio. Con esto quiero decir que era mantenido por los prestamos que provenían del exterior, principalmente de los Estados Unidos, en lugar de provenir del crecimiento macroeconómico por el cual atravesaba el país.
Los índices de crecimiento anual de entre el 10% y 15% que había estado experimentando el país, al igual que una gran cantidad de países de la región, comenzó a ser criticada por varios analistas internacionales, quienes aseguraban que este crecimiento se debía en realidad a las inversiones externas y que tenían sus bases en los prestamos que había adquirido Tailandia, en este caso, mediante el incremento de su deuda externa. En lugar de haber tenido un crecimiento sustentable de los factores económicos en general, lo cual hubiese provocado una estabilidad a lo largo de los años, las economías regionales habían puesto los cimientos de su prosperidad en un terreno que tiende a cambiar drásticamente, con la crisis en los mercados de valores, la fuga de capitales y el retiro de corporaciones internacionales de los países donde radican sus empresas, en este caso la región del Sudeste Asiático. Como la Administración Yongchaiyudh no pudo mantener el valor real del baht, se tomó la decisión de devaluar la moneda. Esto rápidamente produjo un efecto en cadena, golpeando considerablemente el mercado de valores nacionales, al mismo tiempo que las demás bolsas de la región, desde Malasia hasta Japón sufrieron el efecto. La perdida de competitividad de la moneda de un país que estaba recibiendo grandes inversiones de capitales externos fue un efecto devastador sobre grandes corporaciones extranjeras. La perdida de competitividad del baht, a su vez provocó que la inestabilidad del mercado nacional sumado a las especulaciones en el extranjero dispararan la Crisis Económica Asiática del año 1997.
 







El Baht, la moneda nacional de Tailandia, supo ser una de las monedas más importantes de Asia durante los '90s. Luego de la caída de la moneda durante 1997, el resto de las bolsas de valores de la región se vieron fuertemente golpeadas, de esta forma se dio inicio a la Crisis Económica Asiática de 1997.






El mercado de valores tailandés sufrió una abrupta caída, lo cual al mismo tiempo produjo el despido masivo de empleados por parte de empresas que en cuestión de horas quebraron, esto produjo que cientos de compañías nacionales tuvieran que despedir empleados, incrementando a una escala importante el desempleo del país y produciendo un efecto contrario al que habíamos observados en los últimos cinco años donde vimos el auge laboral donde la mano de obra de los sectores rurales se trasladó a las ciudades donde operaban las fábricas. Este efecto en las corporaciones, pequeñas y medianas empresas produjo que las principales multinacionales radicadas en el país realizaran una fuga de capitales, llevando a cabo el despido de empleados. Cientos de miles de trabajadores quedaron en la ruina de la noche a la mañana. De entre los cuales la gran mayoría poseían prestamos a largo plazo con los cuales habían adquiridos casas, coches y otros bienes que provenían de la baja taza de interés a los prestamos personales. La imposibilidad de pagar estas deudas terminó repercutiendo en la industria inmobiliaria, por lo cual el fenómeno de la construcción a gran escala sufrió un fuerte golpe, despidiendo empleados y frenando proyectos donde la inversión económica era alta. Como podemos observar la economía, en prácticamente todos sus mercados, se desplomó, dando como resultado más de un millón de trabajadores tailandeses desempleados, el regreso a sus países de origen (estamos hablando de empleados extranjeros de estas corporaciones que se encontraban en Tailandia trabajando para empresas multinacionales) de más de medio millón de trabajadores extranjeros, un cese al pago de prestamos generalizado, la caída de la bolsa de valores a una escala jamás vista y finalmente la renuncia del Primer Ministro y su gabinete conformado por la coalición partidaria, que no pudo hacerle frente a la crisis. Todo esto producido para el año 1997, cuando desde Tailandia se disparó el epicentro de una crisis regional a gran escala.
El baht, una de las monedas símbolo de la región, que había logrado mantenerse en relación al dólar en un promedio de 25 a 1 llegó a alcanzar para 1997 una relación de 56 a 1. La quiebra de las mega empresas tailandesas provocó la caída de las pequeñas y medianas que definitivamente dependían fuertemente de los prestamos que habían adquirido y del capital que se les había prestado. Cuando la burbuja inmobiliaria explotó miles de personas quedaron sin trabajo al mismo tiempo que se quedaron sin la posibilidad de pagar los prestamos que habían contraído. La crisis económica, generó la caída del gobierno. La inestabilidad local, en materia política, económica y social necesitaba de medidas estabilizadoras para frenar una situación que cada vez aumentaba más su complejidad.











Bangkok, al igual que gran parte del país, fue protagonista de un boom en el sector de la construcción. Los mega edificios y las modernas construcciones embellecieron al país, de todas formas con la llegada de la Crisis del '97 la burbuja inmobiliaria estalló, al mismo tiempo que miles de tailandeses dejaron de pagar los préstamos que sustentaban a la industria.






A fines de 1997 Chuan Leekpai regresó al poder para llevar a cabo su segundo mandato. Representando al Partido Demócrata que poseía el apoyo de más de una docena de partidos políticos de mediano y pequeño alcance, el Primer Ministro tailandés buscaría reestructurar la economía del país mediante una serie de medidas fuertemente impulsadas por el Fondo Monetario Internacional.
Las inversiones norteamericanas en Tailandia desaparecieron, al mismo tiempo que los prestamos provenientes de este país cesaron de forma considerable. La mano de obra barata tailandesa que había atraído a los inversores externos al mismo tiempo que a las grandes corporaciones del mundo, ahora se encontraba desempleada, con serias deudas que golpeaban a todas las clases sociales del país. Para frenar las consecuencias de la crisis e impedir que el país cayera en una catástrofe social, el Fondo Monetario Internacional aprobó un paquete de ayuda de más de US$ 3.000.000.000, algo que sería bienvenido por el nuevo gobierno, pero criticado desde la oposición. Los prestamos provenientes de organismos internacionales generó una serie de criticas al gobierno de Leekpai, ya que se lo acusaba de haber sumergido a Tailandia en una fuerte dependencia de los organismo prestamistas. Sin embargo, las criticas fueron acalladas cuando para el año 2001 la economía del país había logrado estabilizarse. El aumento de la recaudación fiscal del país, mediante una serie de medidas impositivas, al mismo tiempo que un giro en el destino de las exportaciones tailandesas hacia Europa y Japón, permitieron que la economía nacional se recuperara. De todas formas en este año Leekpai y los demócratas perderían las elecciones generales a manos Thai Rak Thai, un partido que luego de la crisis había comenzado a tener gran apoyo por parte de los sectores populares que habían quedado desempleados luego de la catástrofe económica. Como veremos en la siguiente unidad, Tailandia comenzaría un nuevo rumbo, saliendo de la interesante experiencia por la cual atravesó en la década del '90. Como apartado me gustaría mencionar una cuestión que no expliqué en esta unidad y es ¿por qué Tailandia, habiendo sido uno de los principales aliados norteamericanos, que no solo siguió a la perfección el New World Order y las medidas sugeridas por el Consenso de Washington, no formó parte de la coalición internacional que en 1991 participó en la Primer Guerra del Golfo más conocido como Operación Tormenta del Desierto? En mi opinión Tailandia vislumbró que era necesario poner en un primer nivel, en cuanto a una escala de intereses, su situación nacional. Las relaciones internacionales se mantuvieron mediante una amplia diplomacia con diversos países del mundo, a pesar de las ganancias que podría haber otorgado la participación en el conflicto, era una cuestión que sucedía en una región bastante lejana, donde no importaban las ganancias, porque el país las estaban obteniendo mediante inversiones de importantes corporaciones extranjeras, es por esto que sostengo que Tailandia comprendió que los beneficios que estaba obteniendo eran los mejores que podía alcanzar, no era necesario enviar tropas tailandesas a Medio Oriente para que Estados Unidos continuara brindándoles ayuda económica.









EL NUEVO ESCENARIO TAILANDÉS: DE LA POST CRISIS A LA ACTUALIDAD.


 









Thaksin Shinawatra fue elegido en 2001 tras elecciones generales, como Primer Ministro de Tailandia, representando al Partido Thak Rak Thai. Thaksin es un millonario que hizo su fortuna a través de la adquisición de varias de las corporaciones más importantes que tuvo el país a lo largo de los últimos años. A pesar de esto, su modelo e inclinación política fue populista. Cuando el Thak Rak Thai se erige como partido ganador en 2001 los populistas regresan al poder, lanzando una serie de medidas político-sociales que ayudarían a gran parte del pueblo tailandés. Entre ellas podemos señalar los incentivos hacia los campesinos rurales que habían quedado desprotegidos durante y luego de la crisis económica, de tal forma se logró reducir el desempleo y la pobreza, al mismo tiempo que aumentaba el apoyo hacia el sector agrícola-ganadero del país, que en las provincias del Norte del país son la fuente y eje central de la vida de millones de campesinos tailandeses. Las medidas no solo abarcaron el espectro económico, si no que también hubo un plan de infraestructura para construir hospitales, centros de atención primarios y carreteras a lo largo del país. En cuanto a la economía del país, se buscó mantener el baht estable, teniendo en cuenta las problemáticas por las cuales atravesó el país en los años anteriores, su política monetaria buscaba equilibrar el baht en un valor real que pudiera alcanzar el valor de los años de mayor crecimiento, a pesar de esto no se pudo mantener el baht en 25 a 1 en comparación con el dólar, pero si se alcanzó un valor de 30 a 1.
Al haber sido una de las figuras más representativas del país debido a sus negocios, logró que las comunicaciones en el país aumentaran de manera considerable, los planes de infraestructura para mejorar las vías de comunicación del país fueron de un amplio alcance, pero debemos tener en cuenta que eran costosas, por lo cual el gasto público aumentó bastante, sumado esto al aumento de la deuda externa del país. Así como se invirtió en las comunicaciones también se lo intentó hacer en cuanto a los sistemas energéticos del país, intentando modernizar el sistema eléctrico de gran parte de Tailandia. Para esto fue necesario mantener el plan de privatización de las empresas del Estado, las cuales eran deficientes, y mediante la entrada de las corporaciones europeas y norteamericanas se podría mejorar este importante sector.
Entre otras medidas de su gobierno aparecen la lucha contra el tráfico de drogas y la legalización del mercado negro de apuestas y lotería que operó siempre en el país y que genera grandes ganancias, pero que opera clandestinamente, por esto mismo se buscó legalizar y atraer este negocio al de la Lotería del Gobierno, generando como podrán imaginarse una mayor recaudación para el Estado.
En lo que respecta al narcotráfico debemos tener en cuenta que siendo Myanmar uno de los vecinos de Tailandia y localizándose en gran parte del territorio de ese país el famoso Triángulo de Oro de las amapolas que son utilizadas para producir distintos tipos de drogas, el tráfico hacia Tailandia era bastante grueso, por lo cual las medidas implementadas para combatir tal cuestión fueron las de un fuerte control de las fronteras, con presencia de la policía, policía militar y el ejército. Con estas medidas se logró combatir y reducir el tráfico de drogas al país, pero la Administración Shinawatra se valió de fuertes críticas debido al número de muertos en el combate contra el tráfico de drogas. Al mismo tiempo se señaló desde la oposición una violación a los derechos humanos por parte del gobierno.
 
 







El millonario Thaksin Shinawatra llegó al poder en el año 2001. Logró alcanzar un gran poderío, que a largo plazo generó el malestar de varios sectores de poder del país. Pronto la mitad del país se encontraba en oposición al Primer Ministro.






Como ya mencionamos, durante el gobierno de Thaksin se buscó lanzar un plan de remodelación de infraestructura del país donde se tenía como objetivo principal remodelar los edificios de la administración pública a lo largo del país, esto no había sido propuesto por las administraciones anteriores, por lo cual el plan fue criticado por el alto gasto público que generó. No solo las administraciones provinciales y locales fueron remodeladas si no que también se buscó construir más escuelas y mejorar el sistema educativo del país.
Las medidas fueron importantes y abarcaban proyectos ambiciosos, como podemos ver pocos gobiernos habían generado tales medidas anteriormente, desde el apoyo a los sectores populares hasta los planes de privatización de las empresas de servicios energético, se buscó remodelar al país desde sus bases. Las críticas debido a la violación a los derechos humanos, el aumento del patrimonio del Primer Ministro durante estos años, la crítica hacia las políticas públicas que estaba emprendiendo le valieron de varios reveses desde la oposición, que justificaba sus ataques diciendo que el gobierno estaba sumergido en la corrupción. Pronto el apoyo a Shinawatra comenzó a disminuir, y se generó un clima de tensión interno con una oposición popular que crecía.
En cuanto a la política exterior de esta administración vamos a encontrar varios cambios estructurales. En primer lugar y a diferencia de lo sucedido en la Primer Guerra del Golfo, durante Operation Iraqi Freedom formalmente conocida como la Segunda Guerra del Golfo, Tailandia formó parte de la coalición internacional, enviando personal a Irak. La presencia puede formar parte de las intenciones del Primer Ministro de posicionar a Tailandia como un actor preponderante a nivel internacional, de todas formas al poco tiempo los 400 efectivos tailandeses desplegados en Medio Oriente regresaron al país, poniéndole fin a la incursión tailandesa en la guerra. La diplomacia del país en este momento buscó posicionar a Tailandia como un líder regional. Los proyectos y las alianzas con los países regionales de menor envergadura fueron centrales para poder acrecentar la imagen de Tailandia en el Sudeste Asiático. De la mismo forma vamos a observar que Takhsin fue un gran ejemplo de la diplomacia directa o Diplomacia Presidencial que se impulsó durante estos años. Fue así como llevó a cabo encuentros directos con varios presidentes y figuras de gran importancia internacional con el interés de ampliar la influencia y las relaciones de Tailandia. Puede ser que su inexperiencia en la materia lo haya llevado a cometer ciertos errores en materia diplomática, los cuales le valieron de serias críticas a nivel interno ya que se promocionaba desde los sectores opositores que el Primer Ministro estaba dejando mal parado al país. A pesar de esto no podemos negar que durante su mandato se llevó a cabo una apertura de relaciones con el mundo, agregando a estos acontecimientos las relaciones con Rusia, China y Brasil, lo cual nos demuestra el interés de Tailandia por acercarse al BRICS, como un país emergente con planes de convertirse en potencia mundial.
Estos primeros cuatro años estuvieron marcados, desde el triunfo en las urnas que le permitieron a Thaksin ser el primer máximo líder del país en finalizar su mandato, hasta la búsqueda de una reelección, por un gran plan general por cambiar el país y mejorar varias cuestiones que son centrales para mejorar la calidad de vida de un país y por una serie de medidas de gran complejidad. A pesar de las criticas que recibió, logró presentar un proyecto en 2005 para ser reelegido, lo cual consiguió con un alto margen de diferencia, derrotando a varios partido de la oposición que durante los primeros cuatro años intentaron boicotear su gobierno, y sacando una mayoría parlamentaria considerable, lo cual indicaba que su gobierno se iba a extender por cuatro años más.








A diferencia de la Primera Guerra del Golfo, en Operación Libertad Iraquí Tailandia decidió formar parte de la coalición internacional. Thaksin buscó ampliar la presencia tailandesa en el sistema internacional, tanto con medidas diplomáticas como bélicas.

-Imagen cortesía de Getty Images.







Durante los primeros meses de su segundo mandato Thaksin Shinawatra sufrió una fuerte campaña opositora por parte de los medios de comunicación y la oposición política, que lo catalogaban como un dictador, habiendo realizado un mal uso del poder y abusando de sus funciones como Primer Ministro. El descontento general, al mismo tiempo que la campaña opositora cobró mayores fuerzas. Al poco tiempo otros sectores se sumaron a la coalición anti Thaksin, entre los cuales encontramos a un amplio sector de monjes (recordemos la importancia de los monjes budistas en Tailandia), sectores de la realeza y por supuesto una parte de las Fuerzas Armadas. Los reclamos aumentaron y el gran bastión anti Takshin se refugió en ataques a la libertad de prensa, que durante la Administración de Thaksin Shinawatra no habían sido de tal envergadura, pero que con el tiempo se logró quebrar el pensamiento de la gente. Así como los medios del país comenzaron a fortalecerse con estos reclamos sacaron a la luz todo tipo de acusaciones hacia el Primer Ministro.
Otro eje central de las críticas giró en torno al asesinato de personas durante el combate contra el narcotráfico donde supuestamente miles de civiles no habían tenido juicio previo ni se los amparó legalmente, algo sumamente complejo para realizar como una acusación hacia un gobierno democrático.
El rol de los monjes en este conflicto político aumentó, varias acusaciones pesaron sobre el Primer Ministro, las cuales iban desde la idea que Takshin quería sobrepasar al Rey de Tailandia en las ceremonias religiosas hasta la idea que el Primer Ministro estaba sobornando monjes para aumentar sus votos en la últimas elecciones. Como podemos observar la cuestión se mediatizó y pronto se generó un clima de malestar general. Todo tipo de acusaciones salieron a flote, por lo cual se creó una maquina infernal opositora. En los primeros meses de 2006 cuando la venta de la Corporación Shin, una de las más importantes del país, sumado a las supuestas ventas de compañías tailandesas hacia empresas norteamericanas salieron a la luz, la oposición presionó con mayor fuerza, generando el anuncio de la disolución del Parlamento por parte del Primer Ministro.
En el primer año de su segundo mandato, el gobierno perdió el apoyo de gran parte de los sectores populares, por lo cual todo terminó en  el anuncio de elecciones generales en las próximas semanas. Las elecciones dieron como ganador a Thaksin Shinawatra, lo cual aumentó las críticas, caso siguiente, el primer Ministro debió señalar ante las cámaras de televisión que no iba a aceptar permanecer en el cargo y que ocuparía su lugar hasta que se apuntara a su sucesor.
Los meses siguientes se vieron repletos de acusaciones, protestas y ataques hacia la figura y los allegados del Primer Ministro. Esto nos señala que a pesar de la oposición, Shinawatra poseía, todavía, un gran apoyo por parte de diversos sectores. De todas formas la idea de continuar en el poder sugería que iba a tener que gobernar un país donde la mitad de la población estaba fuertemente en su contra, algo que hubiese sido devastador para Tailandia. Lo cierto es que para finales de 2006, mientras que el Primer Ministro acudía a una sesión de las Naciones Unidas en Nueva York, Estados Unidos, se llevó a cabo un golpe de estado por parte de las Fuerzas Armadas que depuso del cargo a Thaksin. El Consejo para la Seguridad Nacional operó durante unos días para luego colocar en el poder a un militar de amplia carrera como Primer Ministro del país, estamos hablando del General Surayud Chulanont.







El Triángulo de Oro es una de las zonas con mayor presencia de grupos traficantes de drogas. Durante el gobierno de Shinawatra se operó fuertemente contra el narcotráfico, aplicando por momentos métodos por fuera del marco legal.






Durante su mandato Chulanont prometió estabilizar la situación social del país, devolviéndole calma y prosperidad al pueblo de Tailandia. De la misma forma buscó llevar a cabo un dialogo abierto con las fuerzas políticas del país. Desde 2006 hasta 2008 Surayud se mantendría en el poder fuertemente apoyado por los militares, de todas formas el descontento general aumentó con el paso de los meses. Podríamos hablar durante largo rato de todas las consecuencias de la caída de gobierno de Takshin, de la complicidad de los militares para derrocar su gobierno o de las medidas que intentaron impulsar durante la administración de Surayud Chulanont, lo cierto es que los detalles no hacen otra cosa que acrecentar las posturas, y como desde mi percepción como escritor no deseo brindar ninguna postura partidaria, si no un análisis de la situación de un país, me aboco a señalar las características generales de estas administraciones.
En el año 2007 se dictó la Constitución Permanente para el Reino de Tailandia, generada por los militares desde el poder y aceptada por más de la mitad del pueblo, a pesar de la oposición a la misma. La nueva Constitución reformó gran parte de la legislación que regía sobre el país. Desde las facultades del Poder Ejecutivo y Poder Legislativo hasta la intervención de las Fuerzas Armadas en caso de mal cumplimiento de las funciones de los políticos, este nuevo proyecto tuvo que ser aplicado con rapidez por parte del nuevo gobierno.
La oposición al gobierno y las criticas con respecto a los casos de corrupción fueron debilitando su imagen. Por supuesto que un gobierno de derecha controlado por las Fuerzas Armadas comenzó a sufrir criticas por parte de los sectores populares que habían obtenido beneficios durante los años previos. Por otro lado el gobierno debió hacerle frente a una cuestión que ya desde los años de Shinawatra había comenzado a ser una temática nacional.
Como sabemos en el Sur de Tailandia, varias provincias y distritos cercanos a Malasia se encuentran dentro de la esfera religiosa musulmana. Desde este sector social se han llevado a cabo fuertes críticas a los distintos gobiernos debido a la falta de apertura en cuanto a la participación social y a los beneficios que de acuerdo a los musulmanes deberían haber sido dirigidos hacia ellos. Takhsin sufrió levantamientos por parte de las comunidades musulmanas y lo mismo le estaba sucediendo a Chulanont.
Regresando a la política interna, en 2008 una crisis política de mayor calibre volvió a estallar entre los partidos políticos del país. Esto demostró la falta de consenso por parte de los partidos políticos entre sí, al mismo tiempo que señalaba la imposibilidad de respetarse entre ellos cuando uno u otro asumiera el poder. También podemos ver desde esta óptica que las intervenciones militares y los golpes de estado en el país llevados a cabo por las Fuerzas Armadas fueron en cierta forma justificables, lo que sucede es que el descontento generado por las fuerzas políticas luego de cada elección termina desembocando en la unión de distintos partidos para poder derrocar al gobierno de turno que venció en las elecciones. Para esto utilizan a los medios de comunicación, a la sociedad civil, a grupos que reclaman derechos e incluso a las Fuerzas Armadas.






 

Los Monjes Budistas son un grupo de poder e influencia con gran trascendencia en Tailandia. Esto quedó demostrado cuando articularon en contra del gobierno de Thaksin Shinawatra, generando un clima de tensión en todo el país que culminaría con la destitución del Primer Ministro.






En mi opinión la euforia por el solo hecho de poder manejar el país lleva a que los partidos políticos vean el escenario electoral como una cuestión de vida o muerte, donde no hay posibilidad de sacar ventajas relativas, todo es o victoria total o derrota eterna. Como es imposible llevar a cabo un gobierno de coalición que se mantenga en el poder sin que las luchas internas fragmenten la alianza, al poco tiempo los gobiernos conformados por varios partidos tienden a caer. Por otro lado podemos ver lo que comúnmente se denomina como "ambición partidaria". Los partidos en Tailandia buscan sacar la mayor cantidad de votos posibles para poder ocupar el puesto de Primer Ministro y la mayor cantidad de escaños en el Parlamento, lo cual es bastante razonable. Ahora bien, esto termina produciendo que al buscar todos el mismo objetivo, no haya posibilidad de consenso, lo cual termina desembocando en la furia y los movimientos anti partidarios de acuerdo a quien se encuentre en el gobierno. Así es como con el paso de los años en lugar de buscar ayudar a que el partido de turno en el poder genere progreso para el país, desde la oposición se realizan campañas contrarias y difamatorias hacia el Primer Ministro o de alguien de su gabinete con el objetivo de tornar a la población civil en contra del gobierno, lo cual sumado a participación de diversos sectores político, sociales y económicos, termina desembocando en el reingreso de las Fuerzas Armadas en la arena política del país como una especie de juez o arbitro que impone el orden cuando los propios partidos políticos fueron quienes saturaron el sistema. Lo más interesante es ver como algunos partidos que generaron campañas difamatorias contra otros partidos, que terminaron provocando un golpe de estado, cuando tienen la posibilidad de acceder al gobierno no le otorgan participación a las otras fuerzas, por lo cual estas comienzan con una nueva campaña difamatoria señalando corrupción o totalitarismo para sacar del poder a aquel partido, lo cual lleva a que los militares terminen derrocando al Primer Ministro y su cartera de ministros. Es así como nos vemos sumergidos en una especie de ciclo vicioso donde no hay salida, es decir no vamos a observar un cambio definitivo, si no que las salidas son a corto plazo, y se producen cuando ya se agotó el sistema, por eso cuando los militares cortan el circulo y reestablecen la situación política, tarde o temprano el sistema se vuelve a agotar. Cuando a uno le preguntan por qué Takshin logró ser el único Primer Ministro en cumplir la totalidad de tiempo en el cargo, es decir sin haber tenido que renunciar, convocar a elecciones generales o ser depuesto por las Fuerzas Armadas, tiendo a señalar que lo importante no es el como si no el qué. En este caso el qué sería que tras el paso de más de una quincena de primeros ministros, solo uno logró cumplir su mandato, y si observamos los primeros cuatro años de su administración vamos a ver que debió hacerlo a base de un gran esfuerzo y enfrentando a una oposición que lo único que logró fue que la mitad del país se alzara como anti Takshinistas, polarizando, ya no a el sistema de partidos políticos del país, si no que también a la propia sociedad tailandesa, algo que verdaderamente da mucha pena. Uno puede entender el descontento y que en varios casos sea imposible llevar a cabo alianzas políticas, porque algunos partidos en Tailandia son partidos de clases, es decir que apuntan gobernar en base a otorgarle beneficios a los sectores populares o a las clases medias de las grandes ciudades y las clases altas, pero lo que deberían tener en cuenta las fuerzas políticas en Tailandia es que si apuntan al beneficio y crecimiento general del país, que en parte es a lo que todo tailandés debería apuntar dejando de lado su inclinación partidaria, deberían conversar y tener consenso entre sí, en lugar de terminar convirtiéndose en partidos que a la larga son opositores a otro partido.









La Crisis del año 2008 provocó el levantamiento popular. Las calles pronto se vieron repletas de manifestantes, generándose de esta manera un clima de inestabilidad política, social y económica en todo el Reino.





Esto que menciono por supuesto es muy difícil de llevar a cabo, hay varios intereses de por medio de grandes sectores del país, las grande corporaciones tailandesas, los medios de comunicación y los sectores vinculados con las Fuerzas Armadas van a intentar favorecer siempre sus intereses y deseos, los cuales en varios casos solo son alcanzados en detrimento de otros sectores o grupos sociales y económicos, al mismo tiempo que aquellos que vivimos el mundo de la política comprendemos que no todo es color de rosas y que a veces se crece en perjuicio del otro, pero la sociedad tailandesa debería preguntarse qué quiere verdaderamente para el futuro, porque no creo que sea sano internamente al mismo tiempo que para la imagen externa del país, vivir de esta forma, con un sistema político constantemente en conflicto donde los partidos, las Fuerzas Armadas, los medios, las corporaciones y la sociedad civil sufren las consecuencias de las malas políticas y la imposibilidad de llevar a cabo proyectos porque la oposición no deja gobernar.
Para 2008 la inestabilidad política y social era demasiado álgida. El primer Ministro Samak Sundaravej se enfrentó a una oposición por parte de algunos partidos políticos, que incentivando a la población debido a un acuerdo que se buscaba firmar desde el gobierno con Camboya por una cuestión fronteriza con respecto al templo de Preah Vihear, terminó aumentando los reclamos sociales, llevando nuevamente al pueblo a las calles y reclamándole al Primer Ministro su renuncia. El Consejo encargado de hacer vigencia de la Nueva Constitución acusó al gobierno de llevar a cabo medidas anti constitucionales debido a no consultar con el Parlamento la firma de acuerdos con otros estados independientes.
El Primer Ministro continuó pasando por un momento de seria complejidad, sumado que hacia fines de Noviembre de 2008 debió ser internado por cuestiones de salud. Unas semanas más tarde fue removido de su cargo, finalmente terminó falleciendo el mismo año.
La Asamblea Nacional nombró Primer Ministro a Somchai Wongsawat, quien había tenido experiencia como representante político y que ocuparía el poder por tan solo 3 meses. La Corte Constitucional removió del cargo a Somchai al mismo tiempo que disolvió el Partido Poder del Pueblo y otros partidos menores. Dejando vacante el cargo de Primer Ministro. Chaovarat Chanweerakul fue apuntado para el mismo, ocupando el máximo puesto por tan solo dos semanas. Luego pasaría a ser nombrado como Ministro del Interior, una vez que Abhisit Vejjajiva fuera nombrado Primer Ministro de Tailandia.
Abhisit Vejjajiva ocuparía el cargo de Primer Ministro desde 2008 hasta 2011. Nacido en Gran Bretaña y formado en las mejores universidades de ese país, tuvo participación en la política tailandesa desde muy joven, siendo representante del Parlamento. Vejjajiva representó a la juventud del Partido Demócrata, grupo que comenzó a adquirir mayor fuerza luego de la crisis política de 2008 y tras el paso por el poder de varios primeros ministros interinos logró generar trascendencia. Abhisit pronto logró consagrarse como el líder de su partido, además debemos tener en cuenta que es el delfín de un antiguo Primer Ministro y político de gran peso en el país, estamos hablando de Leekpai.
Una vez en el poder, el nuevo Primer Ministro llevó a cabo medidas políticas para favorecer a los sectores populares, con la intención de reactivar la economía tailandesa desde sus bases. Recordemos que en 2008 vamos a experimentar una crisis económica global, de la cual Tailandia no fue ajena. Las medidas para reactivar la economía llevaron a que el gasto público de disparara, aumentando a valores extremos, incluso superando el de cualquier administración pasada. Abhisit Vejjajiva debió evidenciar que a medida que el gasto aumentaba, las deudas del país también iban en incremento.






 


En la imagen podemos observar a Abhisit Vejjajiva, quien fuera Primer Ministro de Tailandia. Si bien ejecutó planes de reestructuración económica, la Crisis Mundial del 2008 provocó un retraso en cuanto a la recuperación del país.







 
Era preciso contrarrestar los efectos de la crisis mundial, que golpearon profundamente en Tailandia en el sector trabajador. Pronto varios cientos de miles de trabajadores tailandeses quedaron desempleados, las empresas comenzaron a despedir empleados para reducir sus gastos debido a los pocos ingresos que estaban registrando en 2008. La solución desde la Administración Vejjajiva fue impulsar dos paquetes de ayuda económica para reactivar la economía. Por lo cual, podemos observar que nuevamente el gasto público se incrementó notablemente.
El gobierno también llevó a cabo una política de subsidios, entregando a una gran cantidad de desempleados dinero en mano; por otro lado los subsidios al transporte y el combustible fueron centrales, ya que la gente no podía afrontar el fuerte precio de los mismos.
Si tenemos en cuenta la política exterior de la Administración Vejjajiva vamos a observar tres ejes fundamentales. El primero es el de fortalecimiento de las relaciones con las grandes potencias regionales, estamos hablando de Japón y China. Se buscó profundizar el modelo económico en cuanto a comercio bilateral con ambos países, algo que ayudaría bastante a la economía tailandesa luego de 2008, a esto debemos sumarle que Tailandia articuló desde la ASEAN para que las relaciones de la organización con China aumentaran, al punto de intentar llegar al famoso Tratado de Libre Comercio (TLC) más grande del mundo, en cuanto a gravámenes monetarios y al número de países participantes. El segundo eje central de su política apuntó a la región, donde se buscó mejorar las relaciones con un país que tradicionalmente mantuvo pujas diplomáticas con Tailandia, estamos hablando de la Unión de Myanmar. El propio Primer Ministro realizó una visita oficial al país en el año 2010 demostrando que ambos países podían cooperar en cuanto a sus relaciones políticas y sociales al mismo tiempo que su comercio bilateral podía aumentar. Esto fue una buena señal no solo para las relaciones birmano-tailandesas si no que también para la visión de Myanmar en la ASEAN, ya que últimamente se acusaba a este último de estar llevando a cabo una política de distanciamiento de la Asociación y rompiendo con los acuerdos de armamento y comercio a nivel regional. Finalmente, como último eje de su política exterior debemos señalar las relaciones con Camboya, que debido a la larga disputa por la posesión del templo de Preah Vihear, se agravaron severamente. En esta cuestión debo señalar que vengo siguiendo el caso desde hace varios años informándome mediante los medios de comunicación de ambos países. Cabe mencionar que ambos países reclaman el territorio que gira en torno a este antiguo templo, lo cual ha llevado a una tensión diplomática que incluso pasaría por el despacho de Ban Ki Moon en las Naciones Unidas y por la ASEAN. Lo cierto es que el conflicto estalló cuando ambos estados movilizaron sus tropas hacia la zona en cuestión, donde se encuentra su frontera, y se realizaron ataques por parte de ambos. A pesar de las bajas, ambos señalaron que habían permanecido en sus respectivos territorios, algo que se contradice desde todo punto, ya que han existido informes por parte de ambos gobiernos que desde unos meses anteriores al estallido del conflicto, grupos camuflados de hombres se habían infiltrado en territorio ajeno para fomentar la tensión entre ambos países. Si bien el tema no está aclarado, ambos países han realizado fuertes criticas, apuntando la irrupción de tropas en sus territorios, el ataque en territorios ajenos a la frontera (por lo cual estamos hablando de ataques directos hacia el otro país), y el uso de armamento no permitido, que nos demuestra que ambos países difícilmente han podido llegar a un acuerdo. A pesar de las negociaciones buscadas en 2011, Tailandia advirtió que no llegaría a un acuerdo, poniéndole más tensión a la cuestión, lo cual nos demuestra la difícil tarea que debe afrontar la ASEAN para poder manejar este tipo de cuestiones.








Personal tailandés protege el Complejo de Templos de Preah Vihear. La falta de consenso entre los gobiernos de Tailandia y Camboya llevó a una escalada bélica entre ambos países, que siguen sin llegar a una solución pacífica de controversias.







Regresando a la situación interna del país, el gobierno recibió fuertes criticas por parte de la oposición y la población. Las manifestaciones tomaron lugar en el país, donde la policía reprimió a varios manifestantes, por otro lado las cuestiones en el Sur del país aumentaron, señalando que el gobierno comenzó a perder el control de la situación interna. Entre las acusaciones hacia Preah el Primer Ministro encontramos casos de corrupción, violaciones a los derechos humanos, represión y matanza de manifestantes, represión frente a refugiados birmanos (lo cual puede activar un conflicto con este país limítrofe), y finalmente la venta de empresas nacionales a corporaciones extranjeras.
Luego de las elecciones generales de 2011, Yingluck Shinawatra, representante del Partido Pheu Thai fue elegida como Primer Ministra de Tailandia, siendo la primer mujer en la historia del país en ocupar el cargo. La Primer Ministra, oriunda de la Provincia de Chiang Mai, formada en el país, quién posteriormente inició una carrera política respetable, se alzó en las elecciones con una amplia mayoría, probablemente su liderazgo sobre el Partido Pheu Thai le otorgó una amplia popularidad.
Llegamos al año 2011, donde hace pocas semanas atrás vimos el triunfo de Yingluck Shinawatra en las elecciones generales, lo cual le permitió acceder al poder. La primer mujer en acceder al cargo de Primer Ministra ha prometido varias cuestiones como la erradicación de la pobreza y la mejora estructural de la economía luego de la crisis nacional de 2008 a 2010, esperemos que pueda llevar a cabo un buen ejercicio de sus funciones, y que al mismo tiempo la oposición le permita ejecutar sus planes y proyectos para el bien del país, que según creo precisa de estabilidad, más allá de qué partido se encuentre en el poder, para poder progresar en los años venideros.







EL ROL COMO POTENCIA REGIONAL.







Luego de haber realizado un amplio análisis podemos sostener que Tailandia se ha posicionado como una de las potencias asiáticas, siendo la más representativa de la región del Sudeste Asiático. Su influencia sobre el resto de los países de la región, sus lazos comerciales con las grandes potencias mundiales, caso de Japón, China, Estados Unidos, La Unión Europea y Corea del Sur, el rol que juega dentro de los organismos internacionales (caso de Naciones Unidos y ASEAN), su presencia y el rol que desempeña en la geopolítica regional y mundial, han llevado a que hoy Tailandia se encuentre dentro de los países más influyentes y poderosos del mundo.
Hay otras cuestiones que también posicionan a Tailandia por sobre el resto de los estados más importantes de Asia. Singapur, por ejemplo, es uno de los centros financieros más importantes del mundo, de todas formas no posee la mano de obra, el mercado interno, el poderío político y el poder militar que ostenta Tailandia. Por otro lado, un país con una gran cantidad de habitantes como lo es Vietnam, no podría encontrarse a la misma altura que Tailandia, ya que le falta el desarrollo industrial, el capital intelectual, empresas locales de peso y las relaciones diplomáticas que posee el Reino de Tailandia. De esta forma podemos observar como en comparación con diversos estados de la región, Tailandia posee un mayor potencial estructural en prácticamente todos los ámbitos.







 

Para finalizar con su proyecto de Ascenso Categórico y consolidarse como una potencia mundial Tailandia deberá llevar a cabo una gran participación en los foros y organismos internacionales, al mismo tiempo que precisa erigirse como el líder de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.






Otro símbolo de la importancia que ha ido adquiriendo Tailandia con el Ascenso Categórico, es el de fomentar lazos culturales políticos, económicos, sociales y militares con otros estados independientes extra regionales. Tailandia ha llevado a cabo en las ultimas décadas una participación en los asuntos mundiales que demuestra su interés en posicionarse como un actor central en el sistema internacional. Desde la Primera Guerra Mundial hasta las intervenciones militares en Medio Oriente, pasando por la Guerra de Corea y la Guerra de Vietnam, Tailandia ha buscado participar activamente para posicionarse dentro de los países más importantes del mundo. Demostrando nuevamente que no solo es el actor regional de mayor peso, si no que también puede llevar a cabo funciones y maniobras a nivel global. Regresando a lo que es la relación con el exterior, nos encontramos con que Tailandia ha mantenido una línea en política exterior, creando y sosteniendo relaciones con todo tipo de estados. Un caso particular es por ejemplo su relación con países como la Argentina y Brasil. A lo largo de las últimas décadas Tailandia sostuvo una relación de cooperación y amistad con países de América del Sur, algo que el resto de los países del Sudeste Asiático jamás vislumbraron, o a lo mejor lo comenzaron a evidenciar en los últimos años debido a intereses comerciales bastante específicos, en lugar de ser debido a una estrategia diplomática hemisférica como lleva a cabo el Reino de Tailandia.








El Reino de Tailandia debe continuar ampliando sus relaciones diplomáticas con las diversas regiones del mundo. Primordiando y fortaleciendo sus vínculos con los países emergentes. En este caso, ampliar sus relaciones con un país como la República Argentina (con quien lleva a cabo una relación de amistad desde hace varias décadas) le podría ser de gran ayuda.






El avance y crecimiento de Tailandia no solo debe ser analizado desde la óptica tailandesa, si no que al posicionarnos del otro lado, podemos observar que en una escala comparativa, desde países como Estados Unidos hasta Argentina, una serie de países de gran poderío a nivel mundial, incrementaron su visión positiva con respecto a Tailandia. No solo los estados ven este crecimiento si no que también lo poseen las empresas extranjeras que desean invertir en Tailandia, e incluso los propios ciudadanos de otros estados, que deciden visitar el país por sus atractivos turísticos y culturales.
Es justamente debido a todas estas cuestiones que Tailandia hoy se encuentra dentro de los 20 países más importantes del mundo, teniendo la obligación de mantener en alto el estandarte del Sudeste Asiático, es decir representando a toda la región en los diversos foros internacionales, al mismo tiempo que acrecienta su influencia en todas las regiones del mundo. Hoy Bangkok es símbolo de progreso. Incluso podemos identificar a esta importante ciudad como la "Capital" o centro político-estratégico más importantes del Sudeste Asiático. No es casualidad que en nuestro caso, la República Argentina haya decidido colocar su Consulado General del Sudeste Asiático en esta poderosa capital. Los ejemplos sobran, sin embargo es preciso que Tailandia continúe sosteniendo tres pilares fundamentales para que el establecimiento como potencia no se desmorone.









Bangkok es una de las ciudades más importantes del mundo. A lo largo de las últimas décadas ha logrado posicionarse como el centro político estratégico de la región, siendo comunmente denominada como La "Capital" del Sudeste Asiático.






En un primer lugar Tailandia debe continuar con su política de estrechar y abrir nuevos lazos con todas las regiones del mundo. Es preciso que aumente sus relaciones con países de Centro y Sud América, de África y de Medio Oriente. La presencia diplomática en un país siempre denota interés e importancia categórica por parte de una Nación. Al mismo tiempo tendrá que continuar fortaleciendo sus lazos comerciales con los grandes bloques regionales. Las relaciones comerciales con el MERCOSUR, la Unión Africana y la Liga Árabe serán determinantes para que Tailandia se consolide en el plano internacional como el gran actor del Sudeste Asiático.
Otro pilar esencial es el crecimiento interno sostenido. Tailandia hoy precisa estabilizar su economía y asegurar que la situación política se mantenga para que no se ingrese en el círculo vicioso que señalé en la Unidad anterior, porque ahí es cuando ocurren los problemas. Tailandia no debe permitir que el crecimiento se detenga, de la misma forma debe garantizar que las ganancias económicas se traduzcan en crecimiento general de la calidad de vida del pueblo tailandés ya que esto permitirá que Tailandia se consolide como potencia mundial.







 


Yingluck Shinawatra ha sido elegida hace unas semanas como Primer Ministra del Reino de Tailandia. Es la primer mujer en la historia del país en ocupar el cargo. Sus medidas políticas, económicas y sociales van a ser centrales para poder hacerle frente a una crisis mundial en camino.






Es común escuchar que Indonesia, al estar en el Grupo de los 20, se encuentra en una mejor situación que Tailandia. Sin embargo el Ascenso Categórico no se vale solamente de crecimiento económico, si no que tiene en cuenta y en gran medida la influencia regional y las relaciones diplomáticas con otros bloques regionales. Indonesia jamás se posicionó como un actor central de la región ni mucho menos ha llevado a cabo una política de fortalecimiento de relaciones con otras regiones del mundo, esto continua demostrando que el crecimiento de otros países no debe asustar a Tailandia, si no que debe advertirle al país que es preciso sostener su avance y que los resultados deben ser transmitidos al pueblo.
Finalmente el último de los pilares es que Tailandia logre ser el hegemón regional. Esto implica que además del crecimiento económico pueda ser el actor con más influencia y relevancia política del Sudeste Asiático. Como hemos visto a lo largo de las últimas dos décadas Tailandia ha buscado fortalecer sus relaciones con países vecinos como Vietnam, Laos, Myanmar y por momentos Camboya. Es lógico que el incidente limítrofe con Camboya ha retraído el crecimiento como actor regional de Tailandia, por eso los diplomáticos tailandeses necesitan regresar su mirada a las tácticas que históricamente ha llevado a cabo el Reino en materia de relaciones exteriores. Una buena diplomacia conduce a una buena visión del país, por ello es preciso que Tailandia tome lugar en las negociaciones internas del bloque del Sudeste Asiático, al mismo tiempo que deberá ser la voz de la ASEAN cuando se realicen tratados y vínculos con otros bloques regionales.
Creo que con todas estas medidas Tailandia podrá pasar del Ascenso Categórico al Establecimiento como Potencia mundial, siendo al mismo tiempo el hegemón regional. A pesar de los cambios internos, las relaciones exteriores del país parecer estar en buenos términos, lo cual es un buen indicador. Seguramente Tailandia en los próximos años se erija como el miembro distintivo de la ASEAN, logre acercarse al BRICS y incremente su influencia en todo el mundo, lo cual llevará al país a una excelente posición en la geopolítica mundial.







CONCLUSIONES FINALES DEL AUTOR.







A lo largo de este trabajo hemos analizado la historia moderna de Tailandia. Un Reino de suma importancia durante los siglos XVIII y XIX, que bajo el nombre de Siam logró conservar lo que otros reinos perdieron fácilmente, su independencia y autonomía frente a las potencias coloniales europeas.
Habernos remontado a Siam nos permitió adquirir una serie de conceptos centrales para poder comprender como articula hoy Tailandia como potencia regional. La diplomacia tailandesa, sus relaciones con los demás reinos y estados independientes de la región y al mismo tiempo sus vínculos con las grandes potencias mundiales que han acaparado la cúspide de la historia moderna, fueron ejes centrales del Reino de Siam, que con el paso del tiempo no solo conservó su independencia si no que también buena parte de su identidad, algo muy difícil de sostener en momentos de profundos cambios a nivel mundial. Su capacidad política e intelectual le permitió al Reino llevar a cabo una pronta revolución, algo único en la región para la década de 1930, que sin destruir un símbolo tan importante para los tailandeses como lo es su monarquía, le brindó una mayor participación al pueblo del poder político y la toma de decisiones del país. Con el paso de los años, y un nuevo escenario mundial de gran envergadura acercándose, como lo fue la Segunda Guerra Mundial, Tailandia tomaría un camino bastante complejo. Para esto debí desarrollar el conflicto con Francia, que se tradujo en la Guerra Franco Tailandesa, un símbolo del coraje y de la lucha de un pueblo.
La política japonesa en Asia durante la Segunda Guerra Mundial fue poco permisiva, por lo cual Tailandia debió acomodarse a los lineamientos de las potencias del sistema. Una vez finalizado el conflicto, el país realizó un giro en su orientación, en un periodo de suma trascendencia como lo fue la Guerra Fría.
Las relaciones tailandesas-norteamericanas fueron cruciales, desde los prestamos e inversiones norteamericanas en el país hasta la participación de Tailandia en las Guerras de Corea y Vietnam, se determinó el carácter y la posición del país durante la bipolaridad. Como mencionamos, esto no quitó que el país continuara con una diplomacia activa a nivel mundial, al mismo tiempo que demostraba su histórico interés de posicionarse como la potencia regional. Si bien su imagen y situación en el plano internacional era ejemplar, en la política interna del país había cuestiones por resolver. El temor a la expansión del comunismo y el poco grado de institucionalismo por parte de los partidos políticos, condujo a que las Fuerzas Armadas del país se convirtieran en el actor primordial de la época.
A medida que los golpes de estado y las destituciones al mejor estilo golpe palaciego tomaban lugar, el pueblo comenzó a solicitar un cambio, con manifestaciones y protestas en las calles de todo el país. Esto sería otro eje central de la historia contemporánea del país, el rol de la población civil que utilizaría las protestas para evidenciar sus reclamos sociales.
Si bien la apertura democrática tomó lugar, este fue un proceso lento y paulatino. Las Fuerzas Armadas continuaron siendo un actor central y regulador de la política nacional. Los cambios en el sistema internacional y la era post Vietnam modificaron y advirtieron a Tailandia acerca de su posición. Fiel opositor al comunismo, a pesar de estar prácticamente rodeado por grupos guerrilleros en otros estados comunistas, Tailandia continuó siendo un bastión anti comunista en una región clave durante la Guerra Fría. A pesar de la caída de Vietnam del Sur, el triunfo comunista de Vietnam del Norte y la posterior aparición de los Khmer Rouge en Camboya, Tailandia supo equilibrar las presiones internas y externas para mantener su lineamiento.
A medida que se acercaba el fin de la Guerra Fría, la demanda de apertura democrática en el país y de mayor participación por parte de los partidos políticos, aumentaron. Hemos analizado como las diversas administraciones tomaron medidas políticas y económicas para que el país creciera. Sin embargo ante un nuevo mundo por delante, evidenciamos como los años '90s fueron un escenario completamente distinto para el país.
Los largos años de neoliberalismo, la fuerte inversión de capitales extranjeros, el crecimiento anual del 9%, la aparición de pequeñas y medianas empresas nacionales, la mayor participación de los partidos políticos, las relaciones con los Estados Unidos y el posicionamiento como la economía ejemplar del Sudeste Asiático caracterizaron al país. Sin embargo tantas medidas y tanto dinero llevaron a que pronto la gigantesca maquina económica sea insostenible, y el menor temor frente a la moneda nacional disparó una de las crisis más rápidas y complejas de los últimos años, dando lugar a la famosa Crisis Económica del Sudeste Asiático.
Varias personalidades de distinta índole e ideología pasarían por el cargo de Primer Ministro, las coaliciones y alianzas políticas serían una constante, sin embargo fue necesario un plan estratégico con ayuda económica de por medio para poder salir de semejante crisis, lo cual de a poco fue condicionando al país para la siguiente década.
Finalmente hemos visto como durante los últimos 11 años el país atravesó por diversos cambios. El rol en la ASEAN, la participación el La Segunda Guerra del Golfo, el rol de las Fuerzas Armadas dando golpes de estado para poner fin a gobiernos que estaban decididos a ir por todo o nada, entre otras cuestiones, fueron llevando a Tailandia por distintos caminos. La estabilidad fue difícil de conseguir, la aparición de figuras carismáticas y populares llevaron a la idea de un autoritarismo democrático, lo cual determinó una división y polarización del país. Los militares siguieron siendo un actor central, pero también observamos que la globalización le permitió un mayor rol a los medios de comunicación y a la población. Las manifestaciones, golpes de estado, gobiernos interinos, gobiernos títeres, lucha de partidos y polarización del sistema de partidos condicionaron los últimos años.
A pesar de todo esto, hoy Tailandia parece haber encontrado su rumbo, como menciono en la introducción del trabajo y como he demostrado a lo largo de todo el trabajo, es innegable que Tailandia ha alcanzado un importante lugar en el sistema internacional.
Un país que posee importantes relaciones comerciales con prácticamente todo el mundo, con una mano de obra bastante amplia, que al mismo tiempo ostenta un mercado interno que le permite al país comerciar puertas adentro y dejar de lado la dependencia de sus exportaciones, más de 65 millones de habitantes hacen que este país tan poderoso del Sudeste Asiático, haya sido catalogado como una de las potencias emergentes actuales.
Su histórica interés por ser la potencia regional ha llevado a que el país relacionara su economía con el resto de los miembros de la ASEAN, que se acercara a China, Japón y Corea del Sur, siendo uno de sus principales socios comerciales en la región. Como es característico de toda potencia emergente, no faltan sus relaciones diplomáticas y comerciales con otras potencias en ascenso, tal como es el caso del BRICS. Tailandia apunta a lo más alto, pero vislumbrando que el camino debe mantener una línea y un crecimiento estable, pero más allá de varias cuestiones que hacen que pequeños países en pocos años asciendan de manera considerable, a Tailandia lo avala, algo único y que otros países no poseen, esto es su historia y poderío. desde Siam hasta el actual gobierno de Yingluck Shinawatra, este país del Sudeste Asiático ha levantado el interés de todo el mundo, sus históricas relaciones, sus relaciones diplomáticas adquiridas en las últimas décadas y sus vínculos comerciales y culturales más recientes, están generando que Tailandia sea un país reconocido a nivel mundial, que de seguir por esta senda, promete grandes beneficios para todos los tailandeses y también para el resto del mundo.





                                                                                            Tomás Vera Ziccardi.







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